El Barça descarta el trueque Saúl-Griezmann

La respuesta del Barcelona al trueque Saúl-Griezmann será negativa. Así se lo comunicará el club azulgrana al Atlético de Madrid en las próximas horas. En primer lugar desconfían del rendimiento que pueda darles el internacional alicantino después de sus dos últimas temporadas, pero principalmente el motivo de la negativa es porque tienen la sospecha de que el francés ya ha llegado a un acuerdo privado con los rojiblancos, y no se lo quieren poner fácil, por lo que pedirán un importante traspaso por él si quieren recuperarlo.

Empieza a partir de hoy una interesantísima partida de póker entre el Barcelona y el Atlético de Madrid con un as que los dos quieren guardar bajo la manga: Antoine Griezmann. El francés ya le ha dado el sí a Simeone, o al menos de eso están convencidos en el Camp Nou, y no están dispuestos a ponerle las cosas sencillas porque conviene no olvidar que pagaron por él 120 millones de euros hace dos temporadas más otros 15 adicionales tras un acuerdo posterior entre los clubes. Griezmann tiene contrato hasta el 30 de junio de 2024 con una cláusula de rescisión de 800 millones de euros.

La jugada para el Atlético era redonda: un trueque con Saúl, un jugador cuyas prestaciones han disminuido exponencialmente en las dos últimas temporadas, les permitía recuperar a Griezmann a coste cero aunque, eso sí, teniendo que hacerse cargo de su salario, que ronda los 30 millones de euros brutos por temporada. El jugador francés había sido una petición expresa de Diego Pablo Simeone, tal y como adelantó en su día Eduardo Inda en «El Chiringuito».

El Atlético interpretaba que la operación iba a salir bien porque el Barcelona estaba obligado a liberar masa salarial para poder inscribir a Messi en la Liga. Y así es, difícilmente pueden mantener a Griezmann, que ya no les es tan imprescindible después de los fichajes de Depay y Agüero, pero los azulgrana se han dado cuenta de la jugada y han dado frenazo inmediato al trueque porque creen que salen perdiendo y porque están además convencidos de que si esperan el Atlético acabará traspasando a Saúl a otro club y les hará una oferta por Griezmann.

Nos movemos ahora mismo en un terreno muy resbaladizo porque todo forma parte del etéreo mundo de las hipótesis: en primer lugar es cierto que el Barcelona no puede soportar el salario de Griezmann. Sí o sí el francés tiene que salir. También parece ser verdad que habría alcanzado un acuerdo con el Atlético -poco tiene aquí que decir el Barça al respecto, ya que hizo lo mismo hace dos temporadas-, por lo que la negativa azulgrana al trueque descoloca a los rojiblancos, que ahora están obligados a traspasar a Saúl a otro equipo…o quedárselo y resignarse a perder a Antoine.

El escenario ideal para el Barcelona es que el Atlético venda a Saúl -el Liverpool parece haber hecho una oferta de 40 millones de euros- y que dedique el dinero que obtenga a la compra de Griezmann, aunque eso suponga asumir una enorme pérdida económica por el francés. Sin embargo esas no eran las cuentas que hacían los rojiblancos, que de cara al límite salarial no pueden asumir la amortización de ese fichaje además del salario del jugador.

Hay que sentarse y ponerse tranquilos porque va para largo. El mercado se cierra el 2 de septiembre, así que queda más de un mes, pero incluso en esta situación hay un punto que puede ser decisivo: la voluntad del jugador. Si Griezmann se niega sí o sí a ir a cualquier equipo que no sea el Atlético pondrá en un serio aprieto al Barcelona, que en teoría no puede asumir su salario. Es el jóker que se guarda en la manga Gil Marín. Veremos si es o no una jugada ganadora.