El Barça se aferra a la Liga… con ayuda arbitral
El Barça sigue vivo en la Liga tras un partido de trincheras en el Villamarín. Tres goles de tres actores secundarios como De Jong, Busquets y Lenglet salvaron a los culés de una crisis mayor tras la eliminación copera a manos del Athletic. El Betis se adelantó hasta dos veces en el marcador, pero se quedó sin gasolina en la segunda mitad para competir.
El partido no estuvo exento de polémica con los locales protestando faltas en los últimos dos goles culés. Además el árbitro Sánchez Martínez expulsó a Fekir y Lenglet en los minutos finales. Setién sonrió porque su equipo fue capaz de dormir el balón en un escenario de lo más complicado. Tres puntos que les permiten aferrarse a la Liga.
En el fútbol se nota cuando dos equipos se tienen especiales ganas. Betis y Barça se guardan entre sí muchas facturas. Empezando por el regreso de Setién a la casa que le idolatró y que terminó echándole como a un desconocido. Aleñá, tras ser la bandera de última hornada de La Masía, también apuntaba alguna que otra factura en sus botas, al igual que un Bartra que un día soñó con ser Piqué y que se ha quedado en un producto de Hacendado.
La intensidad con la que ambos contendientes comparecieron en el Villamarín ya dio idea de que habría goles, intensidad, dureza y fútbol de quilates. Como si de un combate de boxeo se tratara el Betis golpeó primero con un gol de penalti de Canales. Lenglet, que para muchos debió ser expulsado por esa acción, hizo una zamorana a un disparo de un Fekir que iba para dentro.
El Barça tardó poco o nada en igualar la contienda. Messi reaccionó premiando el desmarque de De Jong para que el holandés fusilara a quemarropa a Joel antes de que se cumpliera el minuto 10. El partido estaba precioso, era un toma y daca continuo con Messi y Fekir intercambiando ocasiones perdidas.
En quizá el mejor momento culé de la primera mitad, el franco-argelino lideró un contragolpe que él mismo se guisó y se comió para restaurar a los locales en la cabeza. Umtiti dejó espacio al ex del Lyon para que armase su potente zurda desde la frontal del área y anotara un gol ante el que Ter Stegen no pudo hacer nada.
El Betis se vino arriba. Fekir estaba desatado haciendo hasta rabonas, Aleñá veía como su amigo Sergi Roberto no lo era tanto tras una entrada criminal y Emerson le hacía un roto a Junior por la banda derecha. El Barça estaba casi en la lona cuando Messi botó una falta desde la medular a la olla que Busquets metió con polémica. Rubi y todo el Villamarín se quejaron de que Bartra –qué blandito– recibió un empujón en la jugada. El VAR acabó con las esperanzas locales y la igualada se estableció sobre la bocina de la primera mitad.
Los ánimos se relajaron al inicio de la segunda mitad. El Barça comenzó a tener posesiones con más tedio y las ocasiones empezaron a llegar a las botas de un Leo Messi que inusualmente está más fallón que de costumbre. El argentino encumbró a Joel en dos intentonas iniciales que el cancebero sacó con solvencia.
El Betis, con más corazón que cabeza, presionaba a un Barça que iba consiguiendo el dominio. Los locales, sin embargo, no tenían la frescura necesaria para ir a más y se evidenciaba en un Fekir que no la olía como antaño.
El Barça encontró de aliado inesperado al balón parado cuando parecía el encuentro abocado al empate. Messi –tres asistencias durante al partido, pese a tener la pólvora mojada– colgaba un balón al segundo poste que ganó Lenglet a Guido con cierta polémica, ya que hubo contacto entre ambos. Joel, en el colmo de la mala fortuna, se resbaló cuando se lanzaba a intervenir.
El colegiado Sánchez Martínez, con todo el Villamarín protestando, decretó gol y en el minuto posterior echó a Fekir por una falta que exageró Lenglet. El karma fue contra el defensa francés, que también fue expulsado a los dos minutos de que los locales se quedasen con 10 jugadores. El partido parecía enloquecer por momentos.
Fue entonces cuando Setién le dijo a los suyos que ejecutasen sus enseñanzas. Jugaron a la jaula con un Betis totalmente fundido y hasta pudieron marcar cuando los locales se fueron a lo loco a por el gol. El Barça salió victorioso de un duelo que recordarán si finalmente ganan la Liga por la trascendencia de los tres puntos. Los culés también se acordarán de la indulgencia de Sánchez Martínez, quien fue un buen aliado en el triunfo.