PRIMERA DIVISIÓN / JORNADA 28

El Atlético sobrevive a una noche empanada

Gana a un excelente Cádiz aprovechando dos errores de Ledesma bajo palos

El equipo dio un preocupante paso atrás a cuatro días de la finalísima de Manchester

Primer gol de De Paul en Liga mientras Joao prolonga su estado de gracia

Giménez se retiró con problemas físicos y Lodi acabó el partido renqueante

Exagerado protagonismo de González Fuertes, que mostró cuatro rojas, una anulada por el VAR

El Atlético sobrevive a una noche empanada

El Atlético sobrevive a una noche empanada
El Atlético sobrevive a una noche empanada
Tomeu Maura
  • Tomeu Maura
  • Redactor jefe de Deportes en OKBaleares, 40 años en la profesión cumplidos en 2023 tras más de media vida en El Mundo

El Atlético sobrevivió a una noche empanada y se embolsó tres puntos fundamentales para seguir en posición Champions, pero volvió a transitar en la parte oculta de la luna y conjuró a los fantasmas de su pasado reciente para completar un partido deprimente ante un Cádiz superior que mereció mejor suerte, pero que pagó con la derrota dos errores de su portero, que primero entregó un balón franco a Joao y luego rechazó al centro un disparo de Correa. El equipo llega con serias dudas al decisivo choque de Manchester del próximo martes y borra de un plumazo la buena imagen que había dado en las últimas jornadas.

El resumen estadístico del partido frente al antepenúltimo clasificado fue deprimente: dos disparos a puerta, ni un solo córner a favor y un preocupante porcentaje de dominio a favor del rival. El resultado fue el único paño caliente que se le puede poner a una noche que deja tiritando a Simeone porque Giménez tuvo que retirarse antes de tiempo y Lodi acabó renqueante. Habrá que ver si los dos están en condiciones de jugar el martes en Old Trafford.

El Cádiz apareció en la lluviosa noche madrileña con las garras afiladas y tardó sólo algunos segundos en ver de cerca el área rojiblanca. La defensa tuvo que emplearse a fondo ante tal proliferación de camisetas amarillas, pero su descenso a la realidad fue tan abrupto como contundente. No se habían cumplido todavía los tres primeros minutos de juego cuando Ledesma recogió un pase de Akapo, pero en su intento por devolverle el balón se equivocó y se lo entregó a Joao, que dejó que el portero cayera al suelo para vencerle con un toque sutil. Es su quinto gol en los cinco últimos partidos. Días de vino y rosas.

El 1-0 dejó satisfecho al Atlético, cuyo objetivo era economizar fuerzas de cara al partido del martes en Manchester, y no dudó en invitar al Cádiz a que pasara a dominar el encuentro. Griezmann y Joao desaparecieron porque no volvió a llegarles el balón, Llorente y Carrasco no pudieron alcanzar ni una sola vez la línea de fondo y el trabajo se le amontonó a la defensa porque el tridente Koke-De Paul-Herrera fue incapaz de imponerse a sus enemigos.

El Wanda asistió entonces atónito a una demostración de control del Cádiz como nunca podía haberse imaginado. Primero Negredo, luego Espino y más tarde Sobrino avisaron con disparos que no encontraron portería, pero que sembraron las bases para que, justo en el minuto 44, los amarillos hicieran barraca. Espino centró desde la izquierda y una vez más los pases laterales desangraron al Atlético, incapaz de defenderlos bien. El balón sobrepasó a Giménez, Reinildo llegó tarde y entre los dos apareció Negredo para cabecear a un lugar inalcanzable para Oblak.

De repente lo que parecía un simple trámite empezó a complicarse más de la cuenta. El Atlético se fue al descanso desquiciado por el rival y por el árbitro, que tuvo que rectificar a instancias del VAR una tarjeta roja con la que había sancionado a Reinildo. Entre la lluvia, el resultado y el mal partido de su equipo, la grada empezó a sospechar que la presunta recuperación rojiblanca había sido sólo un fuego de artificio.

Koke, horrible en la primera parte, se quedó descansando en el vestuario mientras Lodi se incorporaba al partido en el arranque de la segunda. El brasileño desplazó a Carrasco a la banda derecha y a Llorente el medio campo y, por supuesto, el partido cambió de rumbo, pero no hasta el punto que hubiera deseado el Atlético, que no sólo se encontró con un muro enfrente, sino que además siguió mostrando una preocupante fragilidad defensiva. A los 57 minutos Oblak tuvo que tirar de lo mejor de su repertorio ante un disparo envenenado de Idrissu.

Simeone empezó a verle de verdad las orejas al lobo y se vio obligado a forzar a Correa y a recuperar a Luis Suárez para la causa. El argentino y el uruguayo pisaron el césped con media hora por delante y no tardaron en ser decisivos. A los 68 minutos Correa hizo la pared con Llorente, recogió el pase de su Suárez para forzar a Ledesma a rechazar el balón y en el corazón del área apareció Rodrigo de Paul para aprovechar el segundo error del portero argentino y marcar su primer gol en Liga con la camiseta del Atlético.

El Cádiz se negó a rendirse y no tardó en recuperar la fe. A los 74 minutos una indecisión entre Oblak y Reinildo dejó el balón a pies de Luis Hernández, cuyo disparo a bocajarro sacó bajo palos Giménez de manera providencial mientras todo el estadio aguantaba la respiración.

La grada ya no pudo volver a recuperar el aliento porque el Cádiz empujó con toda el alma y González Fuertes reclamó su habitual dosis de protagonismo. El árbitro, de lo peor de Primera División, expulsó a Javi Serrano en una jugada que era sólo de amarilla y luego mandó a los vestuarios a dos auxiliares del Cádiz en una recta final caótica a la que llegó el Atlético reclamando la hora. Al final sobrevivió y suma tres puntos importantísimos, pero lo que se ha visto hoy no le resultará ni mucho menos suficiente el martes.

 

 

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