El Atlético irá a por Vitolo o Lemar si se va Carrasco
El Atlético de Madrid ya ha comenzado a planificar la próxima temporada y ya se comienzan a barajar los nombres que podrían reforzar el equipo. Uno de ellos es Vitolo, futbolista del Sevilla que es muy del gusto del Cholo Simeone, que podría recalar en la ribera del Manzanares si finalmente Carrasco abandona el club con destino Premier.
El técnico argentino del Atlético ya tiene varios nombres sobre la mesa para reforzar su plantilla de cara al próximo curso. Uno de los futbolistas que más gusta a Simeone es el jugador del Sevilla Vitolo. El canario lleva varias temporadas a un gran nivel – tanto con el Sevilla como con la Selección – y los grandes de Europa ya han puesto sus ojos sobre él.
El poderío físico, la velocidad, el gol y su capacidad de sacrificio son algunos de los puntos fuertes de Vitolo. Virtudes que gustan a Simeone y que son las que se ajustan con las que el entrenador argentino pide a los futbolistas de su plantilla.
El ex futbolista de Las Palmas tiene una cláusula con el club hispalense de 35 millones de euros con un contrato que le une al Sevilla hasta 2020. Un precio no muy elevado que el Atlético estaría dispuesto a pagar si Carrasco abandona la entidad rojiblanca para marcharse a la Premier League.
Al belga no le faltan novias, por lo que es posible que pudiese salir del Atlético de Madrid este verano. Carrasco comenzó la temporada de una forma espectacular, por lo que se ha revalorizado, dejando claro que su velocidad podría ser un gran arma en una Liga con muchos espacios como la Premier.
Lemar, la otra opción
El Cholo Simeone también guarda otra bala en la recámara. Con la posibilidad de que Carrasco haga las maletas, el técnico argentino baraja varias opciones, y una de ellas es el zurdo del Mónaco, Thomas Lemar.
El centrocampista del Mónaco puede actuar en cualquiera de las posiciones de la medular, pero la velocidad es su gran virtud. La operación podría rondar los 40 millones de euros, aunque el club monegasco se caracteriza por no poner las cosas fáciles en las negociaciones.