Griezmann y un centrocampista, los grandes obejtivos

El Atlético afronta un verano de tranquilidad

Con la base asegurada, el equipo podría comenzar a competir mañana mismo con todas las garantías

El dinero de las salidas se destinará a mejorar la plantilla

Mejorar el rendimiento en Champions es la gran meta para el curso 2021-22

Atlético de Madrid estadísticas
Simeone, en un entrenamiento con el Atlético. (EFE)
Tomeu Maura
  • Tomeu Maura
  • Redactor jefe de Deportes en OKBaleares, 40 años en la profesión cumplidos en 2023 tras más de media vida en El Mundo

Por primera vez en muchos años el Atlético de Madrid afronta el verano sin agobios. Confirmada la continuidad de Luis Suárez, el equipo podría comenzar a competir de nuevo mañana mismo y hacerlo con todas las garantías. Sin embargo el club quiere ir un paso más allá a fin de mejorar el rendimiento en Champions de las últimas temporadas, además de intentar revalidar el título de Liga, y para ello es consciente de que necesita un gran centrocampista y un gran delantero. Todo vendrá marcado por el dinero que se obtenga de las salidas de Saúl y Morata. Ese será el listón que indique hasta dónde se puede llegar.

El Atlético mira al futuro con mucho optimismo. Sobre todo a nivel doméstico. El Real Madrid está en plena crisis, sin entrenador, con sus piezas claves ya muy veteranas y sin que se atisbe un relevo generacional de garantías. En cuanto al Barcelona, sus problemas económicos son de dominio público, lo que le va a impedir ir al mercado a por jugadores importantes porque casi todos sus recursos van a ir destinados a la renovación de Leo Messi que, además, cumplirá ya 34 años el próximo mes de junio. Los rojiblancos, en cambio, cuentan con una plantilla muy joven, salvo por supuesto Luis Suárez, y en plena explosión. Objetivamente existen motivos fundados para poder salir a pelear el próximo Campeonato de Liga con ciertas garantías.

Pero para Simeone, por supuesto, eso no es suficiente. El entrenador argentino quiere reforzar la plantilla y, sobre todo, quiere ir gestionando con tiempo el relevo de Luis Suárez para no cometer el mismo error que en 2014, cuando la marcha de Diego Costa al Chelsea metió al equipo en un agujero negro del que ha tardado siete años en salir. Disponer de un goleador eficiente en la plantilla es esencial. Un buen 9 y un buen portero son las claves del éxito.

Sin embargo ese 9 no tiene por qué ser un delantero centro posicional. A Simeone le gusta mucho el viraje que ha hecho Griezmann en el Barcelona hacia la posición de delantero centro a fin de no ocupar el espacio de Messi. De hecho, el Atlético cubrió así la ausencia de Luis Suárez. El equipo descartó la presencia de un delantero clásico como Dembelé y optó por una línea de tres medias puntas, con Llorente, Correa y Carrasco. Por eso el Cholo está convencido de que la vuelta de Griezmann le garantiza una solución goleadora muy efectiva durante al menos dos o tres temporadas. Dure lo que dure Luis Suárez, ahí está el relevo.

Pero para pelear por Griezmann hace falta poner mucho dinero sobre la mesa y, sobre todo, ser muy inteligente y jugar con la evidente necesidad de tesorería que tiene el Barcelona. No será sencillo porque tras la experiencia de Luis Suárez parece difícil imaginar que los azulgranas accedan de buen grado a desprenderse del francés. Puede que sea necesario esperar hasta que el verano esté muy avanzado, pero en el Atlético no arrojan la toalla. Ni mucho menos.

Ahí la clave es saber cuánto dinero se obtiene de las salidas. Aunque hay más jugadores por los que se pueden ingresar traspasos menores, los dos nombres propios en mayúsculas son los de Saúl y Álvaro Morata. Por el delantero la Juventus pagará 10 millones de euros por un segundo año de cesión. Eso no es suficiente. Es Saúl Ñíguez el que debe proporcionar los recursos necesarios para acudir al mercado con garantías. La venta del centrocampista debería reportar en torno a 50 millones de euros a los que hay que añadir los 7 millones netos que se ahorra el club en su salario, que es de los más altos de la plantilla.

Una vez se sepa cuánto dinero se consigue de esas dos operaciones se estudiará a qué se dedica. Si el Atlético percibe alguna posibilidad de sacar a Griezmann del Barça irá a por el francés y se conformará con un objetivo menor para el centro del campo (quizás el peruano Tapia, con unas características del que carece el equipo). Si es imposible recuperar al principito este verano entonces se apuntará más alto en el centrocampista, y por ahí aparecen nombres como lo de Bentancur y Fabián. Tampoco conviene olvidar que hay que traer a otro central y apuntalar los laterales, pero esos serán gastos más contenidos porque ya se cuenta con los titulares.

Pero lo más positivo para el Atlético es que todos estos movimientos no son esenciales. Sí que servirán para reforzar la plantilla, pero con lo que hay ahora mismo ya es suficiente, y eso es algo que no pueden decir ni Real Madrid ni Barcelona, cuya necesidad es evidente. Vivir un verano sin ansiedad es algo a lo que es ajeno el club rojiblanco, aunque por supuesto nadie descarta ataques externos a las piezas claves de la plantilla, especialmente Oblak y Llorente, y eso sí haría tambalear los cimientos.

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