Su eminencia el cardenal Casemiro
El cardenal Carlos Henrique Casemiro se ha hecho dueño este sábado de La Catedral. La exhibición del centrocampista brasileño frente al Athletic fue tal que además de cortar multitud de ataques del conjunto vasco, fue protagonista en los dos goles del Real Madrid. Inició la jugada del primer tanto y marcó el segundo, el que valió un triunfo importantísimo que permite a los blancos dar un golpe a la Liga, pues la visita a San Mamés era una de las salidas más complicadas que tenía por delante el equipo merengue.
En cuanto Jaime Latre pitó el comienzo y pasaron unos minutos, se pudo comprobar que era un partido de esos en los que Casemiro dice aquí estoy yo. Los jugadores del Athletic son expertos en ir al choque, en buscar las cosquillas a los rivales en las disputas aéreas. Raúl García y Aduriz se pasan todo el partido repartiendo cera, pero eso al carioca le pone cachondo. Se fajó desde el principio y neutralizó los ataques rojiblancos con varios cortes espectaculares.
Casemiro para todo
Por alto, por bajo, al cruce, en carrera, al choque… Casemiro se hizo dueño del centro del campo, y poco a poco fue cogiendo confianza también en labores de creación, pues no fue el partido más brillante de Toni Kroos y Luka Modric. En el minuto 25, un fantástico pase en largo suyo permitió a Cristiano plantarse en campo del Athletic con tal superioridad que dejó sólo a Benzema para que batiera a Kepa.
Pero Casemiro es un currante del fútbol. No se conforma con nada. Siguió apareciendo por todos lados, maniatando a un Athletic que por momentos llegó a desesperarse. Sin embargo, los locales lograron igualar la contienda ya en la segunda mitad y se las prometían felices. Pero no contaban con el mediocentro brasileño, que en el minuto 69 volvió a poner a los blancos por delante aprovechándose de una dejada de Cristiano a la salida de un córner botado por Kroos. El carioca acabó haciéndose el dueño de La Catedral. Fue el que más corrió del partido con 10,98 kilómetros, recuperó ocho balones, despejó cuatro y dio un total de 51 pases. Sólo le faltó llevarse las llaves del Nuevo San Mamés a su casa…