Tebasgate

Así fabricó la ‘trama Tebas’ el ‘caso Supercopa’: robo de datos, noticias falsas y querella

El robo del móvil de Rubiales fue el detonante para crear un relato falso sobre la Supercopa

El 'caso Brodie' continúa en punto muerto más de seis meses después por falta de pruebas

Tebas
Organigrama de la trama de Tebas.
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El caso Brodie que investiga las presuntas irregularidades durante la gestión de Luis Rubiales al frente de la Federación Española de Fútbol lleva meses en punto muerto. Todos los indicios denunciados por la trama de Javier Tebas han fracasado ante la juez Delia Rodrigo. El último revés fue la Comisión Rogatoria enviada a Andorra para investigar si Gerard Piqué había hecho algún movimiento bancario en favor a Luis Rubiales, encontrándose con que no había nada extraño.

El caso Brodie, originado por la concesión de la Supercopa de España a Arabia Saudí, empieza a tener visos de ser un montaje muy bien elaborado. ¿Y quién está detrás de todo esto? Javier Tebas es el cerebro intelectual de una trama que tiene muchos brazos a su alrededor, con Gerardo González Otero como director de orquesta.

Todo comenzó con la traición de Juan Rubiales, tío del ex presidente de la Federación, el 20 de agosto de 2020. Aquel día, el entonces director de Gabinete de Presidencia de la RFEF, consiguió que su sobrino volcase el contenido de su móvil a una empresa de protección de datos llamada HSI después de recibir varios ataques e intentos de hackeos.

Rubiales accedió a ello pecando de exceso de confianza con su tío. La actitud de Juan cambió radicalmente a partir de ese día, siendo apartado de su cargo el 21 de agosto y con HSI relamiéndose ante el botín que habían conseguido. Esos datos posteriormente serían vendidos al mejor postor en una especie de subasta en la que medios de comunicación como El Confidencial o El Mundo recibieron muchas de las conversaciones y audios privados del ex presidente de la RFEF.

Noticias tergiversadas

De toda la información que sacaron del móvil de Rubiales comenzaron a salir noticias. Muchos de los mensajes estaban codificadas y utilizaron al tío de Rubiales como intérprete interesado de las cosas. Tampoco los periodistas pusieron un excesivo empeño en descubrir la verdad, como demuestran varias conservaciones con el presidente de la RFEF en la que él y su equipo explican con pelos y señales el porqué de escoger la oferta de Arabia Saudí y no otras inferiores.

Hay que recordar que en aquel entonces no estaba bien visto hacer negocios con el país de Oriente Medio –convertido hoy en un vergel del fútbol– ni con un Gerard Piqué que hoy es un importante contrapeso a la Liga de Tebas con la Kings League. Los diversos medios periodísticos apuntaron a una comisión que presuntamente cobró Rubiales por la Supercopa y que no ha sido probada hasta la fecha.

Con todas estas informaciones periodísticas publicadas al interés de los varios millones de euros regados por la Liga en Branded Content, Tebas movió ficha impulsando una querella basándose en esas informaciones. A través de Miguel Galán, con su mano derecha Gerardo González como supervisor de la misma, el presidente de la patronal de clubes le dio vuelo, como demuestra que posteriormente la quiso elevar a la Audiencia Nacional.

Activación por intereses políticos

El caso, inicialmente, estuvo varado en el Juzgado de Instrucción número 4 de Majadahonda desde junio de 2022. El tema no tenía ningún tipo de recorrido jurídico hasta que llegó el famoso beso a Jenni Hermoso y la caída en desgracia de Rubiales por intereses claramente políticos.

Fue entonces cuando el caso Brodie se activó y hasta se realizó una espectacular performance con registros, detenciones e incautaciones de documentación en marzo de 2024. Ni prisión permanente revisable ni retirada del pasaporte ni ninguna privación de libertad ha habido para los investigados. Han pasado más de seis meses de aquello y salvo algunas cuentas congeladas para Rubiales y los imputados por el caso, nada más se ha avanzado dejándolo en punto muerto hasta la fecha.

Tebas pidió elevar el caso a la Audiencia Nacional fracasando en el intento. Tampoco funcionó la Comisión Rogatoria en Andorra ni la investigación forense a las cuentas de Rubiales. Después de tanto ruido, parece complicado no preguntarse si nos encontramos ante una querella falsa impulsada por los intereses de un directivo ansioso por monopolizar el control del fútbol español.

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