El argentino está en los números más bajos de su carrera

El apagón de Messi

A Leo Messi le pasa factura la crisis institucional, económica y deportiva por la que pasa el Barça y presenta los números más bajos de los últimos años. Además, la fractura con la directiva, la mala relación con Setién y Sarabia y la falta de sintonía con Griezmann ponen en riesgo su continuidad más allá de 2021

Messi
Hugo Carrasco

La temporada del Barcelona está muy lejos de lo esperado, tanto en fútbol como en rendimiento y uno de los principales síntomas se ve en los números de Leo Messi. El argentino es junto a Ter Stegen el único que se salva este curso, pero está marcando unas cifras muy bajas, respecto a lo visto a lo largo de su carrera. Da la sensación que la crisis deportiva por la que pasan los azulgranas está pasando factura a su estrella, inmerso también en una situación más que convulsa.

Messi sigue siendo decisivo, pero su aportación está muy lejos de lo que debería. Acostumbrado a que el equipo trabaje para él, el bajón de rendimiento de la totalidad de sus compañeros le ha obligado a alejarse de la portería. Messi ha bajado a posiciones en las que no está acostumbrado a jugar para dar salida al balón y, lógicamente, se ha visto mermada su capacidad goleadora.

El argentino sigue siendo decisivo, pero no marca tanto la diferencia como en los pasados años. Sus registros han superado en los últimos años con claridad los 30 goles en Liga, salvo en contadas situaciones como en la temporada 15-16 (26) y en la 13-14 (28). Este curso, será una vez más Pichichi del campeonato, pero a falta de dos jornadas, lleva 22 tantos, sus peores números desde antes de la llegada de Guardiola al conjunto barcelonista.

Además, esta temporada los culés pueden quedarse en blanco. En Liga dependen del Real Madrid, que debe pinchar en dos de los tres partidos que les quedan, debiendo ganar ellos todo lo demás. En Champions, deberán superar la eliminatoria ante el Nápoles y luego medirse presumiblemente a Bayern, Real Madrid, City o Juventus para alcanzar la final en Lisboa.

Su continuidad, en el aire

La situación por la que atraviesa el Barcelona institucional y económicamente tampoco es la mejor. Algo que, unido al fracaso deportivo al que apunta la temporada, pone en riesgo la continuidad de Leo Messi en el club. El astro tiene contrato con el conjunto culé hasta 2021 y ha decidido paralizar su renovación.

El argentino tendría dudas acerca de seguir en el club y ampliar su vinculación. Las relaciones con la directiva no son buenas, debido a los constantes escándalos protagonizados por  Bartomeu y su Junta. El que más fractura causó entre la plantilla -con Messi al frente- y la cúpula fue el ‘Barçagate’, en el que desde el club se pagó a una empresa para que a través de las redes sociales iniciase una campaña de desprestigio contra miembros relacionados con el club como Guardiola o el propio jugador.

Otro de los detonantes fue la destitución de Valverde. La plantilla no aprobó la marcha del ‘Txingurri’ y la llegada de Quique Setién y, sobre todo, Éder Sarabia no ha terminado de caer bien en el vestuario. Los desplantes del Balón de Oro hacia su entrenador y su ayudante han sido una constante, como se ha podido apreciar en diversas ocasiones en los últimos encuentros.

Además, el fichaje de Griezmann tampoco ha sido aceptado de la mejor forma por el capitán blaugrana, aunque parece que en los últimos encuentros sí que han empezado a entenderse mejor. Messi no ha encajado bien la llegada de una nueva estrella al equipo que distinta Neymar y su falta de sintonía se ha visto reflejada sobre el césped.

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