Las anécdotas de la presentación de Morata, que mantendrá el dorsal 21

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Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Álvaro Morata vivió uno de sus momentos más soñados en su presentación oficial por el Real Madrid. El futbolista saltó al césped del Santiago Bernabéu donde le esperaba el mítico Agustín Herrerín para hacer de cicerone durante su estancia en el campo. El delantero cogió un esférico para hacer los protocolarios toques de balón ante los compañeros gráficos, pero ni mucho menos se extendió en dicha tarea.

Morata, que mantendrá el número 21 con el que debutó en el primer equipo, comenzó a caminar por la banda del Bernabéu repartiendo balones con el escudo del Real Madrid a los miles de aficionados que coreaban su nombre. El canterano fue especialmente cariñoso con los más pequeños, a los que buscó para entregar los más de 20 balones que repartió durante una presentación que no se prolongó en exceso.

El ariete besó el escudo cuando entregó el último balón a los aficionados y se volvió a dirigir a la puerta de los vestuarios. En el camino, se volvió a abrazar y fotografiar con Herrerín. Morata pidió a sus familiares, que estaban sentados en el banquillo del Bernabéu, que fueran uno a uno a inmortalizar el momento en el entorno del centro de campo.

Morata disfrutó como un niño y se llevó imágenes que tendrá en sus albums de fotos personales para el resto de su vida. Al fin y al cabo, el madrileño ha cumplido el sueño de muchos de los canteranos del Real Madrid: acabar volviendo por la puerta grande al Santiago Bernabéu.

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