PORTUGAL VS ISLAS FEROE: FASE DE CLASIFICACIÓN PARA EL MUNDIAL 2018

Cristiano arrasa a las Islas Feroe (5-1)

CRISTIANO
Cristiano Ronaldo celebra uno de sus goles ante Islas Feroe. (AFP)
Hugo Carrasco

Arrollador. Así se mostró Cristiano Ronaldo en el trámite de su selección ante las Islas Feroe. El portugués volvía a disputar un partido oficial tras su sanción en la Supercopa de España y sació su hambre ante el débil combinado del Atlántico. La campeona de Europa, pese a la facilidad del choque, se veía obligada a golear, para no perder comba con Suiza, que lidera el grupo B de esta fase de clasificación para el Mundial. Y vaya si lo hizo. No tardó ni dos minutos en abrir la lata. Bernardo Silva apuró hasta la línea de fondo, se frenó en seco, levantó la cabeza y -ante la pasividad de su marcador- mandó un centro medido al segundo palo. Allí esperaba -como no- el astro madridista, que estreno su reciente nombramiento como mejor jugador del año con un espectacular remate. Una chilena que terminó en el fondo de la red.

Cristiano fue sin duda el protagonista del choque. Hat-trick y asistencia del líder absoluto de Portugal. Desde el principio, el partido se convirtió en un monólogo de los de rojo, que buscaron plasmar su superioridad cualitativa sobre el campo incesantemente. Alguna intentona del combinado del Atlántico que poco inquietó a los de Fernando Santos, salvo el susto del 40′, cuando pusieron el 2-1 que mandaba el partido al descanso. Antes, Cristiano había logrado su doblete, de penalti, propiciado por una internada de Joao Mario por el flanco izquierdo del área, en la que fue derribado.

Portugal lo intentaba, dominaba y se gustaba. Llegaba con peligro a la meta de Gunnar Nielsen, pero sin culminar. Los portugueses pudieron hacer goles de todos los colores, pero sus remates o no eran acertados o se topaban con el portero feroés, que fue el mejor de los suyos.

Con el gol de los isleños, obra de Baldvinsson tras cazar un balón peinado proveniente de un saque de banda, el guión continuó siendo el mismo. Ni siquiera el paso por el túnel de vestuarios sirvió para que los portugueses afinaran su puntería. Siguieron creando peligro constante, cada jugada terminaba con el esférico cortejando la portería de Nielsen, pero sin éxito. En lugar de desesperarse, Portugal continuó con la intentona, y llegó el tercero.

En esta ocasión CR7 cambió de rol. Fue a recibir al pico del área un esférico botado desde la esquina y se lo puso en bandeja a William Carvalho, que lo mandó de un testarazo a la red. Poco después, el jugador del Real Madrid volvía a su habitat natural, al del gol, y fusilaba al bueno de Nielsen.

El tanto derrumbó la grada de un abarrotado Estadio de Bessa XXI, que se rindió ante su ídolo. El público se animó y comenzó a vitorear a la bestia blanca. No era para menos. Protagonista en las hasta entonces cuatro dianas de su selección, realizando tres y asistiendo en otra.

Con el partido agonizando, el quinto llegó. Olveira completó la goleada, al aprovecharse de un mal despeje del meta. Y así se llegó al fin del partido. Portugal cumplió y Cristiano se desquitó de la sanción a golpe de lo que mejor sabe hacer: golear. El domingo tienen otra cita, ante su directa perseguidora. Hungría será una prueba algo más seria y dura de lo que fueron las Islas Feroe. Una piedra en el camino de la campeona de Europa en su travesía hacia Rusia.

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