11 contra 11… y ahora gana España
«El fútbol es un deporte que juegan once contra once y siempre gana Alemania», dijo hace años Gary Lineker, convirtiéndolo en un tópico que casi siempre se cumple. Sin embargo, hay una selección que ha sabido enfrentarse a la historia y desafiar el dominio alemán en los últimos años. Y esa no es otra que la española. Desde 2008, España y el cuadro germano se han batido en dos citas de gran nivel, con victoria española.
En la memoria de todos los españoles figuran aún los dos últimos encuentros oficiales disputados ante Alemania. Tanto en 2008 como en 2010, los dos enfrentamientos pasaron a ocupar un lugar privilegiado en las páginas de la historia de La Roja. Pues se logró la segunda Eurocopa y la primera clasificación para una final de un Mundial. Hasta ahora la única.
El duelo de este viernes será sólo un amistoso, pero no uno cualquiera. Servirá para medir fuerzas de cara a la próxima cita del próximo verano en Rusia. Las dos últimas campeonas del mundo, y dos de las candidatas a levantar la Copa del Mundo en Moscú, se enfrentan en un duelo que ayudará a evaluar el momento en el que se encuentran ambos equipos a menos de tres meses del Mundial.
Pese a que el último encuentro disputado entre estas dos potencias futbolísticas data de 2014, aquel fue un partido intrascendente, que no sirvió para nada. Alemania acababa de ganar en Brasil su cuarto título mundial, mientras que España venía de un importante ridículo. El partido terminó con gol de Kroos y 0-1 para los de Löw.
En la retina de todos están los dos últimos partidos importantes protagonizados por España y Alemania. El primero, el de 2008. Cómo olvidar aquel gol de Torres que elevó a todo un país al lugar que se merecía. En el Ernst Happel de Viena, La Roja batía de la mano de Luis Aragonés al gran gigante europeo, proclamándose campeón de Europa por primera vez en más de 40 años.
En 2010, hace ocho años, la selección española y la alemana se volvían a encontrar, en la lucha por el Mundial de Sudáfrica. España llegaba como favorita y venció en semifinales a los teutones, gracias a un cabezazo de Puyol. Dos victorias ajustadas en dos partidos que tumbaron el mito alemán y llevaron a España a convertirse en uno de los rivales a batir y en una de las potencias mundiales.