La utilizas todos los días sin darte cuenta: esta es la palabra en euskera más usada
El euskera, una lengua europea de raíz preindoeuropea, se distingue por ser el único idioma aislado de Europa, sin vínculos demostrables con otras lenguas existentes.
Es hablado por aproximadamente 750,000 personas, principalmente en el País Vasco, Navarra y la región vascofrancesa de Euskal Herria. Se estructura en cinco dialectos (tres en España y dos en Francia), los cuales presentan subdialectos específicos. Desde el siglo XX, estos dialectos han experimentado una cierta convergencia debido al desarrollo del euskera batúa, la alfabetización extendida y el incremento de su número de hablantes.
A lo largo de su desarrollo, el euskera ha integrado abundante léxico de las lenguas romances vecinas, como el latín, el español y el francés. Sin embargo, la mayoría de su vocabulario procede del protovasco, formado principalmente por derivación y composición.
La palabra en euskera que utilizas a diario
Aprender y comprender el euskera entraña una gran dificultad, siendo sus largas y difícilmente pronunciables palabras un desafío para aquellos que no son hablantes nativos. Sin embargo, al igual que otras lenguas regionales en España, como el catalán, el valenciano o el gallego, el euskera comparte similitudes y tiene raíces que se entrelazan con el español.
Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), al menos 95 palabras en español provienen del euskera. Destacan términos como «bacalao» o «chatarra» entre ellos. Además, hay una palabra que todos los hispanohablantes utilizamos a diario y cuya raíz es vasca: «izquierda». Esta palabra, que significa «que está situada en el mismo lado que ocupa el corazón en el ser humano», proviene del euskera «ezkerra». Inicialmente, se utilizaba el término «siniestro» para referirse a la izquierda, pero con el tiempo se adoptó «izquierda» derivada de la palabra en euskera.
Según el filólogo español Antonio Tovar, la palabra «izquierda» tiene raíces en el euskera «ezker», que se compone de «esku» (‘mano’) y «erdi» (‘mitad’), tal y como recoge ‘Crónica Vasca’. La combinación de ambas da lugar a «eskuerdi», que significa ‘media mano’, evolucionando finalmente a «ezker» o ‘izquierdo’. Este ejemplo destaca la influencia del euskera en el vocabulario diario de los españoles y su conexión con el desarrollo de ciertos términos en español.
Datos curiosos
Las primeras frases escritas en euskera datan del siglo X y se encuentran en las Glosas Emilianenses halladas en el monasterio de San Millán de la Cogolla, ubicado en La Rioja. Aunque el territorio donde se habla euskera ha cambiado con el tiempo, estas glosas destacan el comienzo tardío del euskera como lengua escrita.
La oficialidad del euskera en Euskadi desde 1979 ha permitido su enseñanza y estudio, siendo crucial el reconocimiento institucional para la preservación de las lenguas. Sin embargo, el territorio donde se habla euskera abarca más allá de Euskadi, incluyendo áreas en las que la lengua no es oficial, como en la zona francesa del norte del País Vasco y parte de Navarra.
A pesar de la percepción de dificultad, el euskera carece de tildes y género gramatical, aspectos que algunos consideran complicados en otras lenguas. La ausencia de tildes simplifica la escritura, y en contraste con lenguajes como el español, no utiliza género gramatical al emplear determinantes artículos, facilitando la expresión y comprensión.
En términos de estructura silábica, el euskera presenta particularidades, ya que no tiene palabras que finalicen en m, p, b, d, g, x, h o en j. Tampoco inicia palabras con la letra r, aunque esta regla tiene excepciones para aquellas de adquisición más reciente.
Historia
Los orígenes del euskera son desconocidos, y aunque ha sido vinculado con las lenguas íberas y del Cáucaso, ninguna conexión es concluyente. Aunque el euskera carece de una tradición escrita extensa, las primeras obras literarias del siglo XVI fueron impulsadas por clérigos como Bernat Dechepare.
La evolución del euskera incluyó gramáticas y diccionarios en el siglo XVIII, destacando la contribución del jesuita Manuel Larramendi. Durante el nacionalismo vasco del siglo XIX, se esforzaron por revitalizar la lengua. La II República oficializó el euskera, pero la Guerra Civil afectó su implementación. A partir de la Constitución de 1978, el euskera se consolidó como lengua oficial, integrándose en la Administración, medios de comunicación y educación.
Euskaltzaindia, la Academia de la Lengua Vasca, respaldó la normalización del euskera mediante el euskara batua, un código común basado en el dialecto guipuzcoano. A pesar de los avances, la escasa tradición escrita, su uso rural y la variabilidad dialectal plantean desafíos para la comprensión mutua entre hablantes.
En 1992, tanto España como Francia suscribieron la Carta Europea de las Lenguas Minoritarias o Regionales impulsada por el Consejo de Europa. Sin embargo, solo España formalizó la ratificación de la carta mediante un instrumento depositado en 2001. Este acto establece que la plena efectividad de los compromisos, obligaciones y garantías derivados de la Carta se aplicará a todas las lenguas españolas declaradas cooficiales por las distintas comunidades autónomas. En el caso del euskera, esta aplicación abarca tanto el territorio del País Vasco como la zona vascófona de Navarra.