El truco del papel higiénico y la estufa para ahorrar una pasta en la factura del gas

Los posos de café son un recurso muy valioso en la limpieza del hogar, razón por la cual nunca hay que tirarlos a la basura. Se pueden utilizar para muchos fines, como por ejemplo limpiar lo desagües, neutralizar malos olores en el congelador, repeler insectos, etc. Lo que muchas personas no saben es que también puede ser un combustible ecológico y eficiente para mantener la casa caliente en invierno y ahorrar un dineral en la factura de gas.

Estufas de pellets

Teniendo en cuenta los altos precios de la energía, cada vez son más las personas que están instalando estufas de pellets. Su funcionamiento se  basa en la quema de pellets de madera comprimidos, una fuente de energía renovable y sostenible. Ofrecen una alta eficiencia energética y reducen las emisiones de gases contaminantes y partículas en comparación con las tradicionales estufas de leña.

En el año 2013, un equipo de emprendedores de Cambridge fundó una compañía centrada en la economía circular, Bio-bean. Pronto descubrieron que los posos de café contienen aceite que se puede quemar. A partir de esta observación, la compañía empezó a transformar lo residuos en troncos, cada uno de los cuales se fabrica con los posos de 20 tazas de café.

Las ventajas que ofrece sobre la madera seca son notables. Por un lado, libera un 20% más de calor producido. Y, por otro lado, tiene un 20% más de tiempo de combustión, de manera que arde durante más tiempo. Además, según información aportada por Bio-bean, usar los posos de café de esta manera supone un 130% menos de emisiones de gases de efecto invernadero, las principales responsables del cambio climático.

Ahora bien, cabe señalar que no es posible sustituir la calefacción por combustible de posos de café de producción casera. Incluso los consumidores habituales de esta bebida, nunca podrían alcanzar un nivel de producción que permitiera utilizar los posos como combustible. Además, para que ardan tienen que estar completamente secos.

Hay videos en Internet que muestran cómo crear leños de forma casera, pero el proceso es muy complejo. Lo que se hace es utilizar un embudo para llenar un rollo de papel higiénico terminado, con uno de los extremos bloqueado con un filtro de café. Luego, se cierra el otro extremo de la misma manera y, con una prensa de madera, se presionan los posos de café para meterlos en el rollo. Y, por último, se corta el rollo y queda el tronco.