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El truco definitivo para conservar las fresas en la nevera sin que se pongan pochas

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Unas fresas.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Acaba de comenzar la temporada de fresas, así que es de especial interés conocer el truco definitivo para conservarlas en la nevera sin que se pongan pochas. No debemos olvidar la importancia de almacenar las fresas en el frigorífico tan pronto como lleguemos a casa.

De lo contrario, al día siguiente, corremos el riesgo de encontrarlas medio pochas o incluso algunas comenzarán a pudrirse. Por otro lado, nunca debemos quitar las hojas de las fresas porque ayudan a conservarlas más frescas. Los expertos recomiendan hacerlo justo antes de consumirlas.

Cómo conservar las fresas para que no se pongan pochas

Las redes sociales se han convertido en una herramienta muy valiosa en la que encontramos trucos de todo tipo que nos hacen mucho más fácil nuestro día a día. En esta ocasión, @by_maure comparte una solución tan sencilla como efectiva para conservar las fresas y que no se pongan malas tan rápido.

«Empezaremos poniendo nuestras fresas en agua calentita para quitar todas las bacterias y la suciedad», comienza explicando. Y continúa: «Una vez hecho, las pondremos en remojo en agua muy fría con unos cuantos hielos, y ya la escurrimos y las secamos, las metemos en un tupper con papel absorbente abajo y arriba, tapamos herméticamente, y ¡listo!».

El creador del vídeo asegura que con este truco, al cabo de una semana, las fresas estarán igual. Es importante que el recipiente sea amplio, donde podamos guardar las fresas ordenadas y sin tocarse entre sí. El papel de cocina es imprescindible, ya que absorbe parte de la humedad.

 

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Para conservar las fresas, es esencial almacenarlas a temperaturas entre 2 ºC y 4 ºC, ya que son muy delicadas y se deterioran fácilmente. Además, es importante tener en cuenta que las fresas dañadas o infectadas pueden contagiar a las que están sanas, por lo que es crucial separarlas y desechar cualquier fruta en mal estado.

Cabe destacar que las fresas también se pueden congelar. Sin embargo, es importante tener en cuenta que al descongelarlas, es posible que su textura se vuelva un poco blanda. Por esta razón, se aconseja no consumirlas solas, sino utilizarlas para preparar batidos, tartas o mermeladas, entre otras opciones.

Antes de colocarlas en el congelador, es necesario lavarlas minuciosamente, retirar las hojas verdes y secarlas con papel de cocina para evitar la formación de cristales de hielo. Se recomienda no exceder un tiempo máximo de almacenamiento de seis meses en el congelador.

Tipos de fresas y sus características

La clasificación de las fresas se puede simplificar en tres grupos principales, según algunos expertos.

Por un lado, encontramos la «Fresita del bosque», conocida por su sabor dulce e intenso a partes inguales. Este tipo incluye variedades alpinas como Yellow Wonder o Baron Solemacher, que requieren un largo período de fructificación.

Por otro lado, tenemos las «Fresas cultivadas», que son más grandes que las fresitas del bosque, pero su sabor y aroma son considerados de calidad.

Finalmente, está el «Fresón», la variedad más común en España. Esta variedad se distingue por color rojo intenso, forma de corazón y mayor tamaño.. Además, se puede dividir en dos especies diferentes: Fragaria virginiana, que se utiliza principalmente para hacer mermeladas, y Fragaria chiloensis, cuyas variedades son las más comunes en las fruterías.

Beneficios para la salud

Las fresas no solo son frutas irresistibles por su delicioso sabor y atractivo aspecto, sino que también ofrecen una serie de beneficios extraordinarios para la salud.

Su composición nutricional es notablemente equilibrada: son bajas en calorías pero ricas en fibra, lo que favorece el funcionamiento intestinal y ayuda a mantenernos saciados por más tiempo. Además, son una excelente fuente de vitamina C, esencial para fortalecer el sistema inmunitario y promover la absorción de hierro, lo que las convierte en aliadas para combatir la anemia y reforzar la salud cardiovascular.

Su contenido antioxidante es otro punto a favor: las fresas contienen flavonoides, como la antocianina, y vitamina E, que combaten el daño causado por los radicales libres, ayudando así a prevenir enfermedades degenerativas y el envejecimiento prematuro. Además, su capacidad para fortalecer los huesos gracias a la presencia de potasio, magnesio y vitamina K, las convierte en un aliado para la salud ósea.

Por si fuera poco, las fresas poseen propiedades antiinflamatorias gracias al ácido salicílico y a los fenoles presentes en su composición, lo que puede ayudar a aliviar dolores y molestias. También son ideales para quienes buscan perder peso, ya que su contenido en fibra y agua ayuda a mantenernos saciados y limita la absorción de grasas.

Además, las fresas tienen un efecto depurativo y diurético, estimulando la eliminación de toxinas a través de la orina y combatiendo la retención de líquidos. Gracias a su alto contenido en fibras, también contribuyen a regular el tránsito intestinal y prevenir el estreñimiento.

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