Si te atragantas con la grasa del jamón serrano estas navidades haz esto: el consejo de los expertos
El jamón serrano es uno de los grandes protagonistas de las mesas navideñas en España. Sin embargo, más allá de su irresistible atractivo, este producto puede presentar un riesgo inesperado, especialmente en niños y personas mayores: el atragantamiento. La grasa del jamón, por su consistencia resbaladiza y fibrosa, es especialmente propensa a quedarse atascada en la garganta, lo que puede causar obstrucciones graves. Durante las celebraciones, cuando el ambiente suele ser animado, se suele prestar menos atención a masticar adecuadamente, lo cual aumenta el riesgo de atragantarse.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), los atragantamientos son una de las principales causas de muerte accidental en España, con casi 3.000 fallecimientos registrados en el año 2021. Aunque cualquier alimento puede ser peligroso si no se come con cuidado, la grasa del jamón tiene características que la convierten en un habitual en este tipo de incidentes. Por lo tanto, si bien es importante disfrutar de este alimento, lo es aún más conocer cómo actuar en caso de atragantamiento. Saber identificar si la obstrucción es parcial o completa y cómo aplicar las maniobras de primeros auxilios adecuadas puede marcar la diferencia entre un susto pasajero y una situación peligrosa.
Cómo actuar si te atragantas con la grasa del jamón serrano
La primera clave para actuar ante un atragantamiento es identificar los síntomas. Los expertos diferencian entre dos tipos de obstrucción: parcial y completa.
- Obstrucción parcial: en este caso, el alimento bloquea parcialmente el paso del aire, pero la persona puede toser de manera ruidosa e intentar hablar. Aunque hay cierta dificultad para respirar, sigue entrando algo de oxígeno a los pulmones. La tos es el mecanismo natural del cuerpo para intentar expulsar el objeto extraño y, en general, suele ser efectiva en obstrucciones leves.
- Obstrucción completa: éste es el escenario más peligroso. La persona no puede toser de forma efectiva ni emitir sonidos, ya que el paso del aire está completamente bloqueado. Otros signos incluyen dificultad severa para respirar, llevarse las manos al cuello en señal de angustia y la aparición de un color azulado en la piel (cianosis) debido a la falta de oxígeno.
Lo primero y más importante ante un atragantamiento es mantener la calma, por difícil que resulte. Si notas que la grasa del jamón se queda atascada, evita seguir comiendo o bebiendo, ya que esto podría empeorar la obstrucción. Si se trata de una obstrucción leve, dar pequeños sorbos de agua puede ayudar a desplazar la grasa y liberar el bloqueo.
Si estás solo y la obstrucción es más seria, utiliza una superficie rígida, como el respaldo de una silla o el borde de la encimera, para realizar autocompresiones. Coloca la parte superior del abdomen contra la superficie, justo por debajo de las costillas, y haz movimientos rápidos hacia adentro y hacia arriba. Este gesto puede ayudar a generar suficiente presión para expulsar el alimento atrapado.
Si estás acompañado, pide ayuda para que alguien realice la maniobra de Heimlich. Esta técnica consiste en colocarse detrás de la persona afectada, rodear su abdomen con los brazos, formar un puño con una mano y colocarlo justo por encima del ombligo, pero debajo del esternón. Con la otra mano, se deben realizar compresiones rápidas hacia adentro y hacia arriba hasta que el objeto sea expulsado.
Medidas de prevención
Aunque es esencial saber cómo actuar es esencial, la mejor estrategia es prevenir los atragantamientos.
- Corta el jamón en trozos pequeños: la grasa del jamón serrano puede ser especialmente difícil de manejar si se consume en grandes trozos.
- Aparta la parte blanca si es muy grasa: aunque es deliciosa, la parte blanca puede ser más peligrosa debido a su textura.
- Mastica despacio y a conciencia: se recomienda masticar al menos 20 veces antes de tragar, especialmente si estás comiendo grasa o alimentos fibrosos.
- Evita distracciones: hablar, reír o caminar mientras comes aumenta las posibilidades de atragantarte.
Disfrutar del jamón serrano en Navidad no tiene por qué convertirse en un riesgo si se toman las precauciones necesarias. Conocer los síntomas de un atragantamiento y las maniobras de primeros auxilios, así como adoptar medidas de prevención, puede marcar la diferencia.
Los alimentos con más riesgo de atragantamiento
En Navidad, los alimentos que más atragantamientos provocan suelen ser aquellos con texturas resbaladizas, fibrosas o difíciles de masticar. Las uvas, protagonistas de las campanadas de fin de año, encabezan la lista, ya que se comen rápidamente, a menudo sin suficiente masticación. Los frutos secos también son habituales en estas situaciones, ya que pueden obstruir fácilmente la garganta si no se mastican bien.
Además, los turrones duros y polvorones, típicos en las fiestas navideñas, se pueden cortar en trozos grandes que complican la deglución. Los mariscos con cáscara, como gambas o percebes, también suponen un peligro si se tragan fragmentos por error. La clave para evitar incidentes está en comer despacio, masticar bien cada bocado y evitar distracciones.