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Las barritas de proteínas han ganado popularidad como suplemento alimenticio entre los deportistas, ya que se promocionan como una forma de aumentar la ingesta de proteínas necesaria para la recuperación y el desarrollo muscular. Sin embargo, un análisis detallado de la OCU revela que, en su mayoría, son productos altamente procesados, con una lista considerable de aditivos, así como niveles significativos de grasas y azúcares.
La investigación se centró en evaluar 20 marcas de barritas de proteína disponibles en los supermercados. Aunque se comercializan como opciones saludables, es importante reconocer que estas no son las típicas barritas de cereales. A menudo se encuentran en la sección de productos dietéticos, pero su popularidad ha llevado a su presencia en los pasillos habituales de los supermercados.
El aviso de la OCU sobre las barritas de proteínas
Tras investigar el mercado de las barritas de proteínas, la organización ha observado una amplia variedad en términos de composición, sabor y tamaño. En cuanto al sabor, las marcas ofrecen una diversidad de opciones que van desde el clásico chocolate hasta sabores más exóticos como plátano, yogur o galleta.
Respecto al tipo de proteína, la mayoría de las barritas utilizan proteínas lácteas, como las de leche o suero de leche, aunque cada vez más se encuentran opciones elaboradas con proteínas vegetales, como guisante, soja o frutos secos, e incluso proteínas de insectos como el Tenebrio molitor.
El tema de los aditivos es crucial, ya que estas barritas suelen contener una gran cantidad de ellos debido a su proceso de ultraprocesamiento. En lo que respecta al valor nutricional, suelen ser altas en grasas saturadas y azúcares, aunque algunas opciones optan por edulcorantes artificiales en lugar de azúcares.
Es importante tener en cuenta que, aunque estas barritas estén dirigidas a deportistas, no necesariamente son productos saludables. Por el contrario, suelen ser ultraprocesados y se recomienda un consumo ocasional. Respecto a la cantidad de proteína que aportan, varía según el tamaño y la composición de la barrita. Algunas pueden proporcionar hasta 27 gramos de proteína en una barrita de 45 gramos, aunque esto también varía según la marca.
De las 20 barritas analizadas, solo 6 recibieron una valoración aceptable desde el punto de vista nutricional. Entre ellas, destacan:
- La barrita Powerbar Protein+Low in sugars, que se distingue por su mejor perfil nutricional en comparación con las demás. A pesar de ser un producto altamente procesado, su bajo contenido en azúcares la hace destacar. Sin embargo, se recomienda no consumirla de manera habitual debido a su procesamiento.
- Otra opción es la barrita Nutrisport Low carbs High protein bar en su variante Brownie, que aporta 20 g de proteína. Con un etiquetado claro y un valor nutricional aceptable, esta opción es una de las que menos aditivos contiene.
- Finalmene, la barrita Corny 30% protein, 0% azúcares añadidos Chocolate, que proporciona 15 g de proteína y presenta una buena relación calidad-precio.
A pesar de que estas sean las opciones más recomendables entre las barritas analizadas, la OCU enfatiza que, en general, es más saludable y económico obtener la proteína necesaria a partir de otras fuentes, como carnes magras o productos lácteos.
Generalmente, las barritas proteicas se consumen después del entrenamiento, ya que ayudan a reparar el desgastes muscular producido por la actividad física intensa. También pueden ser una opción como tentempié entre comidas, proporcionando un aporte proteico adicional.
El número de barritas que se pueden consumir diariamente varía según las necesidades individuales de cada persona. Aquellos con una actividad física intensa o que buscan aumentar la masa muscular pueden requerir un mayor consumo de proteínas para reparar el desgaste muscular. Sin embargo, para la mayoría de las personas con una dieta equilibrada, el consumo de proteínas suficiente se puede obtener sin necesidad de recurrir a complementos proteicos como las barritas.
Alimentos ricos en proteínas
Las proteínas no solo son importantes para alcanzar el peso ideal o desarrollar los músculos, sino que desempeñan un papel fundamental en la salud general del organismo. Además de proporcionar energía, las proteínas regulan la actividad celular, fortalecen los huesos, refuerzan el sistema inmunológico y contribuyen al funcionamiento cognitivo.
Existen numerosos alimentos ricos en proteínas que pueden incorporarse a la dieta para satisfacer las necesidades nutricionales. Ejemplos incluyen atún, cacahuetes, pechuga de pavo, lentejas, langostinos, pechuga de pollo, salmón, soja texturizada, jamón serrano, guisantes, altramuces, pipas de calabaza, alga espirulina y bonito, cada uno con su propio perfil nutricional y beneficios para la salud. Estos alimentos ofrecen una variedad de opciones para obtener proteínas de alta calidad y complementar una dieta equilibrada y saludable.
Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ingesta diaria de proteínas varía entre 0.8 y 1 gramo por kilogramo de peso corporal en personas con baja actividad física. Para deportistas o aquellos que desean aumentar su masa muscular, esta cantidad puede aumentar a un rango de entre 1.6-2.2 gramos por kilogramo de peso.