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Ni lomo alto ni solomillo: la carne barata que casi nadie compra y que es mucho mejor

Ni lomo alto ni solomillo: la carne barata que casi nadie compra y que es mucho mejor
Gemma Meca
  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Hay una carne barata que casi nadie compra y es mucho mejor que el lomo o el solomillo que tenemos en la cesta de la compra. Volver a las carnicerías es algo que hemos hecho, al menos, en redes sociales. Ese paso atrás que habíamos olvidado por falta de tiempo, ha acabado siendo una necesidad. Las grandes superficies nos ofrecen todo tipo de carne a gran velocidad, pero olvidan algo que es totalmente esencial, la personalización de la compra y el hecho de tratar con profesionales.

Los carniceros son los máximos especialistas en carne que existen. Ellos saben perfectamente qué tipo de carne debemos comprar en función de los platos que vamos a preparar o de nuestros gustos. Son los grandes expertos de una forma de comer mejor que nos puede incluso ahorrar una buena cantidad de dinero. Es importante comprar lo justo para que nada nos afecte, en especial cuando esas bandejas del supermercado que ya están hechas, quizás nos inviten a comer más. Con este tipo de compra, barata y efectiva, realmente no podemos fallar, sino todo lo contrario, es mucho mejor comprar esta carne que otras de más renombre.

Ni solomillo ni lomo alto

El lomo alto puede acabar convirtiéndose en una opción de los más asumida por cientos de usuarios que buscan un producto magro que los acompañe en estos días que tenemos por delante. Queremos apostar por un tipo de carne que se convierte en la más adecuada para nuestros gustos.

Sin duda alguna, tenemos por delante algunos cortes más o menos conocidos que identificamos fácilmente en el supermercado. En este caso, es mucho más sencillo de lo que parece obtener determinados cortes clásicos como este solomillo que cocinamos a las mil maravillas.

Es un clásico que solemos llevar a nuestra mesa de la forma más adecuada posible. Con un extra de buenas sensaciones que puede acabar siendo el mejor aliado de una combinación de sabores espectaculares. El solomillo puede haberse encontrado, frente a frente, con un importante rival, si tenemos en cuenta lo que nos está esperando.

Las redes sociales nos han descubierto a unos carniceros que saben muy bien el tipo de carne que necesitamos para poder triunfar en la mesa. Este corte es barato y bueno y casi nadie lo compra porque no saben cuál es.

Esta es la carne barata que es mucho mejor

En España somos productores de carne, la mejor del mundo, varias razas de vacas autóctonas son la prueba de que podemos disfrutar de una carne tierna y deliciosa con denominación de origen. Te proponemos un tipo de alimento que quizás te sorprenderá y que está delicioso, el corte llamado entraña.

Los expertos de Dapsa nos explican desde su blog: «Los argentinos son los auténticos maestros de las barbacoas y quienes han dado a conocer este manjar de la vaca y su increíble resultado a la parrilla y a la brasa. Conocida aquí en España como entrécula, hasta hace muy poco era una parte de la vaca que tenía poca salida al mercado y que solían quedarse los propios carniceros, de hecho se le llamaba el ‘solomillo del carnicero’. Hay que pensar que son sólo dos piezas y que en un animal de unos 300 kilos las dos juntas no superan por mucho el kilo, así que los restaurantes de parrilla no la incluían en sus cartas porque es difícil de conseguir en grandes cantidades. Sin embargo, para los argentinos es una de las piezas clave de un buen asado a la parrilla o a la brasa y ellos se han encargado de enseñárnosla y abrirnos los ojos, hasta el punto de que hemos adoptado hasta el nombre. Ya no pedimos entrécula, pedimos entraña».

Siguiendo con la misma explicación: «La entraña es un corte de la vaca con un fuerte sabor, situado debajo de la columna, fino y alargado, que proviene del diafragma del animal así que viene recubierta por unas finas membranas. Como decimos hay dos entrañas en cada animal. La fina y delgadita es la mejor, y la que tienes que pedirle al carnicero. La gruesa tiene mucho tejido tendinoso y se cocina más tiempo, incluso se utiliza para guisos. A la hora de explicar si se deben retirar las membranas, o tiras de fibra, de la entraña los expertos no se ponen de acuerdo. Unos dicen que les gusta que una de ellas permanezca para que al ponerla a la parrilla por ese lado ésta quede crujiente mientras la carne se va asando con el calor acumulado en su interior. Para otros, sin embargo, lo mejor es retirar las dos ternillas y así garantizarte que la carne quede en su punto y no encoja. Nosotros preferimos quitárselas antes con la mano y la ayuda de un cuchillo o tijera. Al ponerla en la parrilla hay que hacerla a brasa media, tirando a alta, y no necesita una cocción muy prolongada, unos 5 minutos por cada lado. Lo ideal es hacerla entera y si no nos cabe en la parrilla, cortarla por la mitad. Una vez fuera, al cortarla en porciones, comprobaréis que suelta muchísimo jugo delicioso que llama a mojar pan. Por eso es importante que la cocción sea rápida, para que no pierda los jugos ni adquiera una consistencia dura al masticar».

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