Lo que debes evitar para disfrutar de unas buenas patatas fritas
Unas buenas patatas fritas son una de las guarniciones que más se comen en todo el mundo, incluido España
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Unas buenas patatas fritas son una de las guarniciones que más se comen en todo el mundo, incluido España. Nos hemos acostumbrado es esta moda del fast food o quizás nos hemos dejado seducir por este low cost que nunca falla y que salvó a muchas familias junto con el arroz de una terrible postguerra.
La realidad es que hoy en día las patatas son ese básico que nunca falla, aunque han subido de precio, siguen siendo las mejores aliadas de una comida o cena rápida sin coste añadido. Pero cuidado, para poder disfrutarlas debes evitar determinados elementos.
Unas buenas patatas fritas son el mejor complemento posible
El mejor complemento posible a esos días en los que nos apetece saltarnos un poco la norma son las patatas fritas. Siempre son mejores las que preparamos en casa, es decir, pelamos las patatas y las cortamos, para freírlas al momento que las que compramos ya listas y troceadas, solo les falta freír.
Invertir tiempo, tiene sus beneficios, especialmente cuando se trata de comida. Los precocinados se han convertido en un gran enemigo de nuestra salud. Por lo que siempre que sea posible es mejor comprar productos frescos y cocinarlos en casa. De la misma forma que sucede con la tortilla de patatas, que es un básico que nunca falla y que necesitamos descubrir de nuevo con esa patata frita que acabará siendo la base principal de este plato.
Las acrilamidas son las grandes enemigas de la salud. Gracias a ellas las patatas tienen ese color dorado y un sabor muy característico, pero también pueden ser peligrosas para la salud. Son compuestos supuestos cancerígenos que, como todo, depende de la cantidad ingerida que se conviertan en una amenaza.
La alimentación está detrás de una serie de problemas de salud que han aumentado durante los últimos tiempos. Por lo que nunca estás de más, intentar cuidarla al máximo, comiendo lo mejor posible. Pero sin renunciar a los pequeños placeres de la vida, como esas patatas fritas simples y deliciosas.
Le puedes poner un poco de jamón y unos huevos por encima, son quizás el plato más básico, pero a la vez delicioso. Con un poco de pan y un buen vino, un manjar en toda regla que tal como está todo, nos costará mucho menos de lo que nos imaginamos.
Hay elementos que debes evitar a la hora de cocinar estas deliciosas patatas fritas
Para que sean más saludables y evitemos las acrilamidas hay algunos trucos básicos. En definitiva, la propia patata en sí no es mala, al contrario. Es un elemento con muchas propiedades que debe incluirse en la dieta, de hecho, lo ha hecho durante los últimos tiempos, convirtiéndose en el salvador de la dieta de millones de personas en todo el mundo
Las acrilamidas se evitarán si cuidas la temperatura de cocción de estas patatas. También influye los elementos que acompañan estas frituras, un buen aceite de oliva es esencial, de la misma forma que algunos elementos que se han demostrado beneficiosos como el tomillo y el clavo.
Evidentemente, unas patatas fritas de bolsa, nada tienen de positivo, frente a unas que hayan sido cocinadas en casa. Estos ingredientes y una temperatura controlada se incumplen por completo. Si nos fijamos en la descripción de estos elementos, muchos son, en esencia perjudiciales para la salud.
Todavía se están realizando estudios para determinar qué es lo que más perjudica a la salud de las personas y cómo eliminar estos componentes. En esencia estamos ante un cambio de alimentación. Un paradigma que cae y empieza uno de nuevo tal y como hemos visto en los últimos años.
Hace no tanto tiempo, todo se cocinaba en casa, habría sido impensable encontrar una tortilla de patatas envasada en un supermercado de los años 90. Un gran sacrilegio ya que se trata del plato más fácil que existe de preparar, con solo 3 ingredientes. Però hoy en día cada vez hay más marcas que ofrecen las tortillas envasadas.
La sociedad parece que busca una comodidad o se ha dejado ganar por la pereza de no hacer nada. Simplemente sentarse en el sofá y esperar que en 2 minutos la tortilla esté lista y las patatas de bolsa proporcionen una satisfacción al momento. Solo hay que abrirla y ya está.
Pero el verdadero placer de la vida empieza por pelar unas patatas y freírlas con aceite de oliva, como se hacía antes. Escurriendo bien el resultado final y acompañándolas con unos simples huevos fritos, sí, contiene grasa, pero es más natural y quizás saludable que la mayoría de ultraprocesados. Un cambio de ciclo al que deberíamos volver antes de que sea tarde. Cocina unas deliciosas patatas fritas caseras sin tantos riesgos como las procesadas, el esfuerzo merece la pena.
La realidad es que hoy en día las patatas son ese básico que nunca falla, aunque han subido de precio, siguen siendo las mejores aliadas de una comida o cena rápida sin coste añadido. Pero cuidado, para poder disfrutarlas debes evitar determinados elementos.
Unas buenas patatas fritas son el mejor complemento posible
El mejor complemento posible a esos días en los que nos apetece saltarnos un poco la norma son las patatas fritas. Siempre son mejores las que preparamos en casa, es decir, pelamos las patatas y las cortamos, para freírlas al momento que las que compramos ya listas y troceadas, solo les falta freír.
Invertir tiempo, tiene sus beneficios, especialmente cuando se trata de comida. Los precocinados se han convertido en un gran enemigo de nuestra salud. Por lo que siempre que sea posible es mejor comprar productos frescos y cocinarlos en casa. De la misma forma que sucede con la tortilla de patatas, que es un básico que nunca falla y que necesitamos descubrir de nuevo con esa patata frita que acabará siendo la base principal de este plato.
Las acrilamidas son las grandes enemigas de la salud. Gracias a ellas las patatas tienen ese color dorado y un sabor muy característico, pero también pueden ser peligrosas para la salud. Son compuestos supuestos cancerígenos que, como todo, depende de la cantidad ingerida que se conviertan en una amenaza.
La alimentación está detrás de una serie de problemas de salud que han aumentado durante los últimos tiempos. Por lo que nunca estás de más, intentar cuidarla al máximo, comiendo lo mejor posible. Pero sin renunciar a los pequeños placeres de la vida, como esas patatas fritas simples y deliciosas.
Le puedes poner un poco de jamón y unos huevos por encima, son quizás el plato más básico, pero a la vez delicioso. Con un poco de pan y un buen vino, un manjar en toda regla que tal como está todo, nos costará mucho menos de lo que nos imaginamos.
Hay elementos que debes evitar a la hora de cocinar estas deliciosas patatas fritas
Para que sean más saludables y evitemos las acrilamidas hay algunos trucos básicos. En definitiva, la propia patata en sí no es mala, al contrario. Es un elemento con muchas propiedades que debe incluirse en la dieta, de hecho, lo ha hecho durante los últimos tiempos, convirtiéndose en el salvador de la dieta de millones de personas en todo el mundo
Las acrilamidas se evitarán si cuidas la temperatura de cocción de estas patatas. También influye los elementos que acompañan estas frituras, un buen aceite de oliva es esencial, de la misma forma que algunos elementos que se han demostrado beneficiosos como el tomillo y el clavo.
Evidentemente, unas patatas fritas de bolsa, nada tienen de positivo, frente a unas que hayan sido cocinadas en casa. Estos ingredientes y una temperatura controlada se incumplen por completo. Si nos fijamos en la descripción de estos elementos, muchos son, en esencia perjudiciales para la salud.
Todavía se están realizando estudios para determinar qué es lo que más perjudica a la salud de las personas y cómo eliminar estos componentes. En esencia estamos ante un cambio de alimentación. Un paradigma que cae y empieza uno de nuevo tal y como hemos visto en los últimos años.
Hace no tanto tiempo, todo se cocinaba en casa, habría sido impensable encontrar una tortilla de patatas envasada en un supermercado de los años 90. Un gran sacrilegio ya que se trata del plato más fácil que existe de preparar, con solo 3 ingredientes. Però hoy en día cada vez hay más marcas que ofrecen las tortillas envasadas.
La sociedad parece que busca una comodidad o se ha dejado ganar por la pereza de no hacer nada. Simplemente sentarse en el sofá y esperar que en 2 minutos la tortilla esté lista y las patatas de bolsa proporcionen una satisfacción al momento. Solo hay que abrirla y ya está.
Pero el verdadero placer de la vida empieza por pelar unas patatas y freírlas con aceite de oliva, como se hacía antes. Escurriendo bien el resultado final y acompañándolas con unos simples huevos fritos, sí, contiene grasa, pero es más natural y quizás saludable que la mayoría de ultraprocesados. Un cambio de ciclo al que deberíamos volver antes de que sea tarde. Cocina unas deliciosas patatas fritas caseras sin tantos riesgos como las procesadas, el esfuerzo merece la pena.
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- Alimentos