Harvard tiene las claves para darle a los niños el desayuno más saludable: «Los cereales…»
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Todos los padres nos hemos preguntado en alguna ocasión cuál es el desayuno más saludable para los niños, y ahora la Facultad de Medicina Universidad de Harvard da la respuesta definitiva a esta cuestión. En primer lugar, cabe señalar que las grasas saturadas y los azúcares deberían evitarse a toda costa, tanto en el desayuno de los más pequeños como en el de los adultos.
¿El motivo? Estos alimentos perjudican al sistema circulatorio y aumentan el riesgo de sufrir obesidad. Asimismo, los investigadores señalan que la calidad y la cantidad en la alimentación no están necesariamente relacionadas. Es decir, se puede preparar un buen desayuno para que los niño empiecen el día con energía con unos pocos ingrediente.
El mejor desayuno para los niños según la Universidad de Harvard
Según Monique Tello, instructora clínica de la Facultad de Medicina de Harvard, hay opciones sencillas, asequibles y deliciosas para hacer del desayuno una comida tanto sana como apetecible para toda la familia. Ella destierra por completo de los desayunos el pan, la bollería, las tortitas y los habituales tazones llenos de cereales y leche.
Además, señala que los azúcares y las grasas saturadas son las sustancias que más debemos evitar a la hora de preparar el desayuno, tanto para los niños como para los adultos. Según esta experta, «un bowl de cereales, un bagel, una tostada o un muffin no son diferentes a un postre».
Es importante seleccionar cereales integrales y sin azúcar añadido, ya que tienen un alto contenido en fibra que ayuda a mantener equilibrados los niveles de azúcar en la sangre. Cereales como la avena, el trigo, la cebada o la quinoa son excelentes opciones. Además, es esencial incluir proteínas en el desayuno, y el yogur es una buena elección para combinar con cereales y fruta.
La fruta es una excelente fuente de fibra y azúcares naturales, por lo que es muy recomendable incorporarla. Si no tenemos fruta fresca de temporada, podemos optar por fruta congelada en trozos, que también puede ser una opción interesante y saludable. Por ejemplo, podemos preparar un batido combinando fruta, yogur y leche si estamos cortos de tiempo para desayunar.
Los huevos también son muy recomendables debido a las vitaminas, proteínas y otros nutrientes esenciales que aportan. Las grasas saludables, como las de los frutos secos, el aguacate y el aceite de oliva, también son muy recomendables para incluirlas en el desayuno de toda la familia.
Harvard Medical School recomienda disfrutar del desayuno en casa para poder controlar realmente lo que comes y lo que consumen nuestros hijos en la primera comida del día.
La importancia de la alimentación
El uso de la pirámide alimenticia puede ayudar a seguir una alimentación equilibrada. Es conveniente distribuir los alimentos en tres comidas principales (primer plato, segundo plato con guarnición y postre) y dos tentempiés, uno a media mañana y otro en la merienda.
Además, es importante consumir alimentos ricos en fibra de 2 a 3 veces al día, como verduras, hortalizas, frutas, legumbres, frutos secos y productos integrales, y realizar una ingesta adecuada de calcio, con un mínimo de dos raciones al día de leche o derivados lácteos.
Es recomendable utilizar diversas técnicas culinarias, como cocinar al vapor, hervir, escalfar, cocer al horno, a la parrilla o a la plancha, preferiblemente utilizando aceite de oliva, ya que tolera temperaturas muy altas sin alterar su composición.
Además, es importante que los niños descanse unos minutos antes de sentarse a comer y crear el hábito de lavarse las manos antes y después de cada comida, además de lavarse los dientes cuando termine de comer. El agua es la bebida recomendada tanto durante las comidas como a lo largo del día.
Asimismo, es necesario limitar el consumo de caramelos, bollería industrial, chocolates, dulces, snacks salados, comidas precocinadas, etc. También es importante revisar con nuestros niños las influencias externas y la publicidad de alimentos, y enseñarles a escoger correctamente los alimentos.
El problema de la obesidad infantil
Un reciente informe de la OMS Europa reveló que en España, casi el 40% de niños y niñas de 7 a 9 años tiene sobrepeso u obesidad, lo que refleja una situación preocupante. La obesidad infantil, resultado de diversos factores biológicos, psicosociales y ambientales, puede desencadenar enfermedades crónicas como diabetes y presión arterial alta desde temprana edad, afectando la calidad de vida y aumentando el riesgo de morbilidad y mortalidad prematura.
Factores como la situación socioeconómica y la inseguridad alimentaria y nutricional son determinantes en la prevalencia de la obesidad infantil. Por ejemplo, un estudio muestra que los niños que viven en entornos más favorecidos tienen menos riesgo de padecer la enfermedad. Además, el acceso insuficiente a alimentos nutritivos y la oferta de comida poco saludable en entornos escolares pueden contribuir al problema. El bajo consumo de frutas y la falta de actividad física también son factores de riesgo importantes.