Apagón

Esto es lo que hay que hacer cuando hay un apagón: el truco clave de un electricista

Truco durante el apagón
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El pasado 28 de abril, millones de hogares en España se vieron repentinamente sumidos en la oscuridad debido a un apagón generalizado que afectó a gran parte del país. La interrupción del suministro eléctrico generó una ola de incertidumbre en redes sociales, donde muchos no tardaron en preguntarse qué había pasado y cuánto tiempo duraría la avería. En medio del desconcierto provocado por el apagón, surgió un truco fundamental para que no se estropeen los electrodomésticos y los aparatos electrónicos, como la lavadora, el frigorífico o el ordenador.

Cuando ocurre un apagón, la atención se centra en buscar velas, revisar el móvil o simplemente esperar a que el suministro se restablezca. Sin embargo, lo que ocurre cuando vuelve la luz es igual o incluso más importante que el apagón en sí. Wilfredo Villegas, electricista en Barcelona, señala que es precisamente en ese momento cuando se produce el mayor riesgo: la vuelta de la corriente no siempre llega de forma estable, y suele hacerlo acompañada de picos de tensión que pueden dañar de forma irreversible los aparatos.

El truco más importante durante el apagón

«Por lógica hay que bajar todos los térmicos», explica el electricista. Esto, que puede parecer exagerado para algunos, evita que la corriente entre de golpe y con fuerza en la instalación eléctrica del hogar. Muchos no saben que la tensión puede volver con cierta inestabilidad, provocando sobretensiones puntuales que los aparatos no están preparados para soportar.

Un pico de tensión es un aumento repentino del voltaje que circula por la red eléctrica. Puede durar sólo unos milisegundos, pero su impacto es suficiente para dañar  componentes sensibles como fuentes de alimentación, placas base o motores eléctricos. No importa si los electrodomésticos o aparatos electrónicos estaban funcionando en el momento del apagón o no: si están enchufados, están expuestos.

No poner en práctica este truco durante un apagón implica que toda la instalación del hogar queda a la espera de que el suministro vuelva. Y cuando lo hace, la corriente eléctrica puede llegar con una potencia inestable que afecte directamente a los aparatos conectados. Es posible que no notes nada de inmediato, pero en muchos casos, el daño es progresivo y silencioso: una sobrecarga puede acortar la vida útil delos dispositivos sin que lo sepas tiempo después.

Aunque existen interruptores automáticos con dispositivos incorporados que reducen este riesgo, no todas las instalaciones lo incluyen. «Hay viviendas que no tienen protección de sobretensión, y en ese caso si no se bajan los plomos se pueden sobrecargar los aparatos», advierte Villegas.

En algunos casos, especialmente en viviendas grandes o edificios antiguos, el acceso al cuadro eléctrico puede que no sea tan sencillo. Si no puedes bajarlos plomos, la segunda mejor opción es desenchufar manualmente los dispositivos más sensibles: ordenadores, televisores, routers, consolas y cargadores. Eso sí, desenchufar aparato por aparato puede ser menos eficiente y más lento.

Cuando vuelva la luz, lo más recomendable es esperar unos minutos para comprobar que la corriente se mantiene estable y que no hay oscilaciones. Puedes hacer esto observando alguna lámpara que esté conectada (si no está apagada desde el cuadro) o comprobando si otros vecinos ya tienen luz.

Otra recomendación del electricista Wilfredo Villegas es revisar a fondo las condiciones del seguro del hogar. No todas las pólizas cubren los daños producidos por apagones o por las sobretensiones derivadas de ellos. Algunas compañías lo excluyen de sus coberturas básicas, mientras que otras lo incluyen solo si tienes instalada protección eléctrica adicional.

Ventajas

Bajar los plomos en cuanto se va la luz puede parecer algo menor, pero en realidad estás haciendo mucho más de lo que imaginas. Este gesto tan simple te aporta múltiples beneficios que te evitan preocupaciones, gastos innecesarios y hasta problemas graves en tu instalación eléctrica.

La primera ventaja es que proteges tus electrodomésticos y dispositivos electrónicos. Cuando vuelve la luz tras un apagón, muchas veces lo hace con picos de tensión. Si los aparatos siguen conectados, corren el riesgo de sufrir daños, algunos irreversibles. Al bajar los térmicos, interrumpes el paso de corriente y los dejas completamente a salvo.

Otra ventaja es que previenes cortocircuitos y sobrecalentamientos, sobre todo si hay algún cable en mal estado. Durante un apagón no puedes saber con certeza en qué estado volverá la electricidad, así que cortar el paso desde el cuadro eléctrico es una forma de anticiparte a cualquier posible fallo.

Además, ganas tranquilidad mental. Saber que has hecho lo correcto, que tus equipos están protegidos y que estás actuando con responsabilidad te da una sensación de control en medio de una situación que normalmente genera una gran incertidumbre.

Por último, estás evitando reparaciones costosas o incluso tener que cambiar aparatos que usas a diario. Un frigorífico, una televisión o un ordenador dañado por una sobrecarga te pueden suponer varios cientos de euros en pérdidas.

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