¿Cuál fue el primer vampiro de la historia?
Descubre la historia completa de quien fue el primer vampiro de la historia que a diferencia de la creencia popular sobre los vampiros, fue una mujer.
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Seguro conoces la leyenda del Conde Drácula, el vampiro más famoso de todos los tiempos gracias a la novela de Bram Stocker. Ahora bien, no todos saben que él no fue el primero del que se tenga constancia. Hubo otros casos célebres siglos antes en la misma zona del mundo. Si Drácula se hallaba en la región de Transilvania, en Rumania, no muy lejos de allí hubo antes otro al que muchos consideran «el primer vampiro de la historia». ¿Qué se cuenta de este personaje y dónde se encontraba?
Debemos situarnos en Croacia, un actual estado balcánico que por aquel entonces estaba unido a países vecinos. Toda esta región del planeta siempre ha sido fértil en mitos y leyendas, y una de las más importantes es la de Jure Grando, del que se dice, «es el primer caso documentado de vampirismo en Europa». Lamentablemente, no hay tantos registros de otros continentes.
¿Cuál fue el primer vampiro de la historia?
Aparentemente, este hombre vivía en un pequeño pueblo de Istria llamado Kringa. Se especula que lo hizo a lo largo del siglo XVII. Poco se ha difundido sobre su vida, como mortal, y para la mayoría de los investigadores fue un aldeano más. Sin nada de especial. Aunque algunos indican que podría haber sido apartado del resto del pueblo por ser un poco hosco, eso no ha sido comprobado aún.
En cualquier caso, Grando murió en 1656 y fue enterrado en el cementerio por el cura local. Tal era la costumbre de esta época. Pero todo cambiaría al cabo de unos días, cuando varios de los vecinos afirmaron haberle visto deambulando con sus últimas ropas, golpeando las puertas de las casas para que le dejaran pasar. Por supuesto, nadie permitió que el difunto entrara en su vivienda.
El strigon y una posible confusión
Aquí hay que hacer una aclaración, y es que muchos expertos piensan que Grando pudo haber sido confundido con «el strigon». Básicamente, éste era un tipo de vampiro en el que creían los campesinos y del que se aseguraban que se alimentaba de niños. Específicamente, de la sangre de los pequeños. Todo hace suponer que había cierto parecido físico entre Grando y este vampiro.
Los trabajadores de las tierras asociaban la aparición del strigon con los últimos hombres fallecidos en el pueblo. Habiendo aparecido este vampiro a los pocos días de la muerte de Grando, inmediatamente lo relacionaron con su persona.
Diversos escritos revelan que los campesinos temían que los vampiros mataran a sus hijos y se acostaran con sus esposas. Evidentemente no podían correr ese riesgo y, a pesar del peligro inherente, salían a la caza del muerto convertido en vampiro.
El final de Jure Grando
En 1672, el alcalde del pueblo reunió a un grupo de jóvenes para salir a la caza de Grando y matarlo… de nuevo. Aparentemente, hasta nueve hombres fueron al cementerio local y abrieron la tumba para toparse con su cuerpo impoluto.
Interpretando esto como una señal inequívoca de vampirismo, invocaron a Jesucristo y clavaron una daga en su corazón. No conformes con ello, decidieron que lo mejor para que no regresara era decapitarle. Así que con un hacha le cortaron la cabeza.
Grando nunca más apareció por el pueblo para sembrar el terror. Y ese fue el final del primer vampiro de la historia.
La historia de la mujer vampira Lilith
Basta con hacer un viaje al pasado y analizar varias culturas y religiones del mundo, para comprobar que muchos consideran que el primer vampiro de la historia no fue en realidad un hombre sino una mujer, en concreto, un vampira llamada Lilith.
Otras criaturas demoníacas sin embargo también se reflejan en la figura de Lilith como la figura griega y serpentina de Lamia , en parte humana y en parte animal, secuestradora de niños o fantasma seductor que atraía a los jóvenes para que se alimentaran de su sangre y sus fluidos vitales. También de la mitología griega tenemos a los Mormos cuyas víctimas favoritas eran los niños. Pero también de la antigua Roma tenemos a las Striges, precisamente, vampiros femeninos.
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