Historia

Cuando la leyenda se mezcla con la realidad: Vlad y el mito de Drácula

vald-thepes-drácula (1)
Vlad Tepes, el mito de Drácula

Desde los albores de la historia, las leyendas y la realidad se han ido entremezclando en multitud de ocasiones, creando a su vez una historia paralela de algunos acontecimientos o personajes. Uno de los mayores ejemplos de esto es el mito de Drácula, un personaje de ficción, que tiene un origen oscuro y que en la mayoría de ocasiones, se ha identificado con un hombre: Vlad Tepes.

¿Quién fue Vlad Tepes?

Conocido como «el empalador», Vlad Tepes fue un conocido Príncipe de Valaquia durante el siglo XV, que fue temido por sus enemigos y que tiene una vida oscura que por momentos se llega a entrelazar con la ficción.

Su gusto por la sangre, miembro del a orden del Dragón, Vlad fue hijo de Vlad II de Valaquia, y por eso fue conocido por Vlad Draculea (hijo de Dracul). En efectos, la figura del dragón no existía en términos rumanos por lo que se le conoció como «hijo del diablo».

Normalmente se le presentaba como un príncipe sin escrúpulos, aficionado a la tortura e infringir mucho dolor a sus enemigos. Se calcula que en siete años, lo que duró aproximadamente su reinado (murió en 1477), sacrificó a 100.000 personas, en su mayoría empalándolos, convirtiéndose en uno de los más sanguinarios mandatarios de la historia.

Creación del mito de Drácula

Drácula
‘Drácula’, de Francis Ford Coppola

Con un personaje tan llamativo y poderoso como Vlad Tepes, era imposible que algún escritor no se fijara en él para representar un papel importante en la literatura de terror.

Gracias a los mitos que circulaban sobre «el Empalador», un escritor irlandés, Bram Stoker, publicó en 1897 ‘Drácula’, una historia que poco tenía que ver con el príncipe Vlad III, pero que bebía de su mito para inspirarse y crear una coartada para la creación del personaje.

Stocker se inspiró en las miles de historias que circulaban a lo largo y ancho de Europa, y fue gracias a sus conversaciones con un erudito de origen húngaro, Arminius Vámbéry, conoció parte de la historia de Vlad Tepes.

Una obra que puede parecer de terror, pero que no deja de ser una historia de amor de un ser atormentado a lo largo del tiempo y que lo único que desea es reunirse con su amada. Eso sí, Drácula renuncia al poder de Dios al sentirse traicionado por él y cogerá la sangre como fuente de vida.

Es en este punto cuando más se mezcla el mito de Drácula con la realidad del personaje, a la hora de crear el origen del vampiro más famoso del mundo.

¿Cómo se inspiró Bram Stoker?

El escritor irlandés se valió de varias fuentes para inspirarse a la hora de crear el personaje. Para los paisaje rumanos, se sirvió de una obra de Emily Gérard y un informe sobre los principados de Valaquia.

Igualmente, el autor bebió mucho de otras historias victorianas que circulaban en años anteriores a la publicación de ‘Drácula’. Sobre todo un relato del alemán Karl von Wachsmann, publicado en 1844, ‘El extraño misterioso’, que comienza a introducir el mito del vampiro en la Europa clásica.

Drácula en el cine

drácula
‘Drácula, la leyenda jamás contada’ (2014)

Drácula es posiblemente uno de los personajes de ficción más recurrente para cineastas. El vampiro más famosos de la historia, el rey de los vampiros, ha tenido muchas y buenas películas que han servido para generar mucho más interés sobre el mito del personaje.

Destacan películas como ‘Nosferatu’ de carácter expresionista, y que basaba su historia en la novela de Stoker, aunque tuvo que cambiar nombres y secuencias por una denuncia por derechos de autor por parte de la familia del escritor.

A pesar de la larga lista de películas que podemos encontrar que hacen referencia al mito del vampiro, fue Francis Ford Coppola en 1992 el que mejor reflejó la novela del irlandés, basando su relato al de Stoker. Una magnífica película que presenta a un Drácula vcitoriano genialmente encarnado por Gary Oldman.

Lo último en Historia

Últimas noticias