Un veto xenófobo en Benicassim desnuda a la extrema izquierda

«Conjugar amistad, trabajo, ética y proyección» es el principal lema del que presume la asociación de la que nació el festival ‘Rototom Sunsplash’, que se celebra anualmente en la localidad de Benicassim y que ha alcanzado una importante proyección internacional. Se trata de un festival que pivote alrededor de la música y la cultura ‘reagge’, donde se presume de integración y ‘multiculturalidad’ entre otros valores…

Valores cuya pregonada universalidad tiene, en realidad, unos límites estrictamente marcados. Y, quien no se presta a suscribirlos queda fuera de un club, súbitamente, selecto. Así lo ha comprobado el artista norteamericano Matisyahu, cuya actuación figuraba en el cartel original para la edición del presente año 2015. Ocurre que este artista, norteamericano de nacimiento -Matthew Paul Miller es su nombre original-, es un judío practicante. Por esa razón, que incluye la defensa del derecho de Israel a existir, diferentes ONGs, asociaciones y medios de comunicación identificados antes con ciertas militancia políticas que libertades, orquestaron una fuerte campaña para forzar a la organización a boicotear y, en consecuencia, censurar la presencia del artista Matisyahu en este festival.

La organización optó por ofrecer al artista la posibilidad de «buscar el diálogo y pronunciarse claramente contra la guerra y sobre el derecho del pueblo palestino a tener su propio Estado», según un comunicado hecho público. En realidad, la organización ofreció un comunicado cerrado para que este artista hiciese público como condición obligatoria para respetar la actuación programada. Dicho de otro modo, Matisyahu fue obligado a posicionarse políticamente al lado de la organización para permitir su actuación.

Para la extrema izquierda, «una decisión coherente»

La extrema izquierda, lejos de defender la libertad de expresión, celebró este veto a un artista por cuestiones políticas. Podemos «respeta una decisión coherente», mientras que la eurodiputada de IU Marina Albiol afirmó que este veto llegó porque el artista «ha hecho declaraciones contra el pueblo palestino y promueve el sionismo, que es racista». Esa posición quedó «bastante clara cuando rechazó hacer una declaración pública» en contra de Israel, sentenció Albiol.

En bloque, PP, Ciudadanos e UPyD condenaron esta decisión, denunciando que se trata de un acto de «antisemitismo y de discriminación», mientras que para el PSOE, «es un hecho desgraciado que sienta un precedente peligroso».

El Festival se desdice, pide perdón al artista y acusa a una asociación xenófoba

Ante la presión y el revuelo surgido a raíz de este sorprendente e inaudito veto a un artista por no plegarse a las posiciones políticas de la organización, este jueves 19 de agosto el festival emitió un nuevo comunicado en el cual «pide públicamente disculpas a Matisyahu por haber cancelado su concierto», invitándole de nuevo a participar el próximo sábado 22 de agosto, como estaba inicialmente previsto. La organización «reconoce su equivocación, fruto del boicot y de la campaña de presiones, amenazas y coacciones promovidas por BDS País Valencià al considerar que podían alterar gravemente el normal funcionamiento del festival, lo que impidió gestionar la situación con lucidez».

En este nuevo escenario, Podemos ha vuelto a manifestar que «respeta» esta rectificación, pero el dirigente Rafael Mayoral matizó en la agencia Europa Press que el artista «dificulta con su mensaje la posibilidad de la paz, ya que ha defendido los asentamientos ilegales» de Israel.