Pelotazo de Mad Cool con sus primeras confirmaciones para 2020: Taylor Swift y Billie Eilish
El festival Mad Cool, que celebrará su quinta edición del miércoles 8 al sábado 11 de julio de 2020 en Madrid, ha confirmado este martes los primeros artistas que formarán parte de su cartel y es un pelotazo. Entre las primeras confirmaciones se encuentra, nada más y nada menos, que una de las reinas del pop actual: Taylor Swift.
A la reina de masas Swift se le suman Billie Eilish, Twenty One Pilots, Pixies, Alt-J y Tove Lo, que pasarán con sus espectáculos por el recinto de Valdebebas-IFEMA. A este cartel de infarto se sumarán muchos más artistas conforme se vayan acercando las fechas.
Tras una ausencia de nueve años, la superestrella Taylor Swift recalará en España gracias a Mad Cool Festival 2020 como cabeza de cartel. A sus 29 años, esta cantante, compositora y productora es una de las artistas más influyentes y respetadas de nuestra era. Con millones de discos vendidos, cientos de premios y una lista interminable de hits, Taylor Swift es un auténtico torbellino y Mad Cool 2020 será la oportunidad de disfrutar en exclusiva de su espectacular puesta en escena.
La segunda gran confirmación de Mad Cool 2020 es el fenómeno global Billie Eilish. Con tan solo 17 años, esta joven ha batido todos los récords. La cantante y compositora americana ha logrado conectar con toda una generación gracias a su estilo, tan inclasificable como enigmático. La estrella del momento ofrecerá en este Festival su único concierto en nuestro país durante 2020.
Por su parte, Twenty One Pilots sorprendieron al mundo con la publicación de ‘Blurryface’ (2015), un álbum que vendió 7 millones de copias y que le valió al dúo su primer premio Grammy. Pero no solo de sonidos actuales se nutre el cartel de Mad Cool 2020: los míticos Pixies se unen a la fiesta. La banda de Black Francis, Joey Santiago y David Lovering (con la reciente incorporación de Paz Lenchantin) son una de las formaciones más influyentes de la historia del rock.
Más escenarios, menos gente
El festival madrileño anunció la pasada semana que para 2020 aumentará de seis a siete el número de escenarios que se distribuirán por el recinto «con el ánimo de dar cabida y espacio a todas las sensibilidades musicales».
Para hacer «más ágil y cómoda la experiencia Mad Cool», además, el aforo se reducirá hasta un máximo de 60.000 personas diarias, una cifra sensiblemente inferior de las 80.000 que llenaron el recinto de IFEMA Madrid en 2018. Asimismo, Mad Cool Festival «dotará de un mayor espacio dedicado el esparcimiento, el ocio y la gastronomía con el afán de gratificar el descanso entre concierto y concierto y proporcionando una mayor y más variada oferta gastro».
La organización asegura también que «la edición de 2019 se saldó con un gran éxito», por lo que siguen trabajando para hacer «la experiencia más cómoda y agradable». «Seguimos trabajando para mejorar, cargados de ilusión y, sobre todo, de muchas sorpresas», concluye.
Rosalía embruja al Mad Cool 2019
Su llegada se respiraba en el ambiente. Entre los outfits festivaleros se colaron los jaleos, los trá-trá y las trenzas, el eyeliner, y los estampados de leopardo. Más de uno se camufló en el concierto de Metronomy para esperar a la reina de la que todo el mundo habla y, al sol de la tarde madrileña, apareció acompañada de sus rosas para enmudecer a 40.000 personas. Rosalía pisó las tablas de la capital y volvió a hacerlo: fue la estrella de la primera noche de Mad Cool Festival.
Tras un baile de luces y una coreografía al compás de los ritmos de su hermano El Guincho, Rosalía dio la bienvenida a Madrid y convirtió a los asistentes en sus marionetas, llevándoles al éxtasis con las manos arriba y silenciándoles para ponerles los pelos de punta con su Catalina a cappella.
En el resto de canciones los gritos no cesaron. Ningún móvil quería perderse la reliquia de guardar su emblemático tema Pienso en tu mirá, la canción con la que arrancó su actuación de una hora. Los coros constantes del público sacaron la versión más emotiva de la catalana, que mostró en varias ocasiones lo feliz que estaba envuelta en sus volantes y sus leggins fosforitos de ciclista.