Leiva es un ‘monstruo’
Leiva es un monstruo. Ha llenado el Wizink Center todo este fin de semana. Más de 30.000 personas han podido disfrutar de su nuevo disco «Nuclear», aunque no han faltado los clásicos éxitos de este madrileño de Alameda de Osuna que no para de cosechar buenos momentos.
Agotó las entradas en menos de 24 horas, y es que no es para menos ya que, José Miguel Conejo (Madrid, 1980), alias Leiva, se ha convertido en uno de los artistas que más discos y entradas vende en España. «Expertos» fue el primer tema con el que el artista dio por empezado el concierto tras veinte minutos de retraso, un tema con el que animó rápidamente al público.
Con sombrero de tejano y su mítica camisa de estrellas, el toque tan tan original que siempre lleva en sus apariciones públicas, Leiva no dejó que cayera la euforia de un público totalmente entregado. Los sentimientos daban paso a los instintos, haciendo sentir al público como auténticos «Lobos» en una noche que parecía desatarse una auténtica «Guerra mundial».
«Eh, ¿cómo vais?», preguntó el rockero al público con una sonrisa en la cara al saber que su «casa estaba repleta de gente de nuevo». El cantante agradeció a los espectadores su apoyo ya que sabe el enorme esfuerzo que supone poder pagar una entrada hoy en día, «por eso esperamos poder estar a la altura, terminó antes de comenzar a cantar y tocar «Superpoderes».
El «Miedo» llegó en el ecuador del concierto, pero Leiva, lejos de asustarse, pasando previamente por la zona «Nuclear». «No te preocupes por mí», dijo al público con total «Sincericidio», y es que aquí -continuó el cantante-, «En el espacio» y con la «Mirada perdida» puedo observar la «Estrella polar» y sentir toda esa «Electricidad».
En «Terriblemente cruel» le cedió el protagonismo a Madrid, su casa, que la cantó con un Leiva emocionado al ver a más de 15.000 personas de pie cantando sus letras a pleno pulmón, «Como si fueran a morir mañana», uno de los mejores temas de su repertorio. El público estaba absolutamente entregado.
Aunque el momento más emotivo de la noche llegó con «Vis a vis», donde el rockero, alumbrado con un solo foco y las miles de linternas de los móviles, se puso tierno y pidió al Wizink silencio, y es que «hay canciones que llegan más dentro si las escuchas con los ojos cerrados y en silencio».
Una de las presentaciones más bonitas del concierto fue «Godzilla», tema que erizó la piel a todos los presentes por la sutileza y delicada voz de la artista Ximena Sariña que dejó a todos con el corazón encogido, y para la que no faltaron palabras de agradecimiento por parte del madrileño.
Y aunque parecía que la gira de este disco era la excusa perfecta para congregar a todo un público ante el escenario, nada más lejos de la realidad, pues sonaron una sucesión de éxitos tanto de su carrera en solitario como de Pereza, de las que eligió «Animales» para empezar y dejó para el final «Como lo tienes tú» y «Estrella Polar».
Parece ser que en la recta final del concierto, Leiva sintió «La llamada» -canción que se llevó el Goya a la mejor canción y que pone título a la película de los Javis-, la cual hizo saltar más de una lágrima del público, entre ellas, la de Macarena García, que no quiso perderse el magnífico espectáculo.
Quien tampoco se lo quiso perder fue el padre del artista, al que Leiva junto con todos los presentes le regalaron una gran ovación por su cumpleaños. Ni tampoco sus amigos o compañeros como Joaquín Sabina, Dani Martín, Paula Rubio, Juan Ibáñez o Jorge Marrón, entre otros.
Acompañado de la «Leiband» y de su hermano Juancho, artista de Sidecars, y una puesta en escena delicada y al detalle, con imágenes en blanco y negro, también audiovisuales del artista como telón de fondo, junto con una estética y estilo especial desenfadado, pusieron la calidad artística del espectáculo por todo lo alto.
Lo «Terriblemente cruel» del concierto fue que se acabara tan pronto, y es que tras dos horas de concierto sin cesar, había en el ambiente una sensación de sólo haber escuchado dos canciones, por lo que el público enloquecido pedía a Leiva una canción más.
Y llegó con «Lady Madrid», ese himno para su ciudad y «las musas que tanto me han inspirado a seguir componiendo a la capital», se despidió con una sonrisa en la cara prometiendo volver pronto, como los buenos «Cantantes». Pero la gira «Nuclear» no acaba aquí, ya que el rockero tiene un cita el próximo 12 de julio en Valencia (Jardines Viveros), y el 19 de julio en Castrelos, Vigo, antes de dar un salto al otro lado del charco.
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