VALENCIA

El ‘Rambo de Requena’ intenta arrancar la yugular a mordiscos a dos guardias civiles durante una fuga

fuga, Rambo de Requena
Pedro Lozano, "el Rambo de Requena".
Ángel Moya

A mordiscos en la yugular, así ha intentado zafarse el Rambo de Requena de los guardias civiles que han ido a recogerle a la prisión de Piccasent (Valencia) para trasladarse a un juicio pendiente. Pedro Lozano, así es su verdadero nombre, ha arremetido contra los guaridas que iban a cachearle antes de proceder al traslado mordiéndoles en el cuello y los brazos, ocasionándoles heridas de gravedad. Junto a ellos, dos funcionarios de prisiones que pretan servicio en el departamento tuvieron que pedir refuerzos y emplearse a fondo para contener al interno y reducirlo. Finalmente, acudieron más funcionarios de otros módulos de la cárcel para solventar la situación y devolver al interno a su módulo donde ha quedado en observación.

El Rambo de Requena se encuentra interno en la cárcel de Picassent (, dentro del Programa de Atención Integral de Enfermos Mentales y está calificado como FIES 5 (interno de especial seguimiento).

Fruto de la salvaje agresión, uno de los guardias sufre pérdida de masa muscular por los mordiscos en uno de sus antebrazos, con el que intentó sujetar al Rambo de Requena mientras le mordía. Uno de los dos guardias, de hecho, está siendo intervenido de urgencia a estas horas en el hospital debido a las graves heridas que sufrió por los mordiscos del preso.

En palabras de los funcionarios de Prisiones que han conseguido reducir al interno, junto a los guardias civiles, «el Rambo de Requena estaba enloquecido».

Ahora, el Rambo de Requena será acusado de tentativa de homicidio por la intención de su ataque y las heridas graves que ha provocado a los guardias civiles.

¿Quién es «el Rambo de Requena?

Su nombre es Pedro Lozano Jiménez, tiene 28 años y es natural de Sagunto, localidad perteneciente a la provincia de Valencia. Tras su detención en 2020 por la Guardia Civil en una persecución peligrosa y posterior tiroteo, pasó varias semanas ingresado en el hospital y fue internado en prisión.

El joven valenciano tiene un amplio historial delictivo, siendo su «especialidad» entrar en viviendas no habitadas, robar comida y robar vehículos de todo tipo con violencia e intimidación para posteriormente estrellarlos o abandonarlos. Hasta el momento de su detención en 2020 poco se sabía de él, tan solo su descripción física, que estaba ya en manos de un gran número de agentes de la Guardia Civil en Valencia.

Durante varias semanas se desplegaron varios efectivos para dar con su paradero, incluyendo perros especializados, un helicóptero y drones. Al no dar resultados, se solicitó la colaboración ciudadana con la clara advertencia de no enfrentarse a él ya que podría tener una escopeta, como así resultó al final.

El Rambo de Requena, apodo que parece que el propio delincuente se ha puesto, empezó a ser perseguido el pasado 25 de febrero, cuando se recibió información de que se había ocupado una vivienda de manera ilegal en una pedanía de Requena.

Gracias a las denuncias de varios vecinos por robos y ocupaciones de viviendas se pudieron obtener sus huellas dactilares, pero al no estar fichado no se conocía su identidad. También está acusado del intento de asesinato de dos guardias civiles en Teruel.

Centros psiquiátricos insuficientes

Desde el sindicato Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM) están solicitando desde hace tiempo que la cantidad de internos con problemas mentales ponen en peligro a los funcionarios y otros presos si no están ingresados en los centros psiquiátricos que les corresponden.

Sin embargo, TAMPM denuncia que los dos únicos centros de este tipo que existen en España, en Sevilla y Alicante, son insuficientes y tienen serias carencias de personal. Lo mismo ocurre con los especialistas en psiquiatría del resto de prisiones de España, pocos y sobrecargados de trabajo.

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