Marlaska ocultó la detención por amenazas a Mazón hasta que se celebró la última manifestación contra él
Los manifestantes salieron a la calle sin conocer que Mazón había sido víctima de amenazas y que había un detenido
El apagón informativo se mantuvo hasta el siguiente día hábil después de la manifestación, el lunes 31 de marzo


Ni el Ministerio del Interior, que dirige Fernando Grande-Marlaska, ni la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana ni la Policía Nacional informaron acerca de la detención de un sospechoso, este 26 de marzo, por las amenazas al presidente de la Generalitat Valenciana Carlos Mazón. No dieron cuenta de ello hasta que se conoció por los medios de comunicación cinco días después, el 31 del mismo mes. Entre una fecha y otra, el 29 de marzo, exactamente tres días después de la citada detención y cuando aún se mantenía en secreto, se celebró en Valencia la última manifestación de la DANA. Esa manifestación fue la que contó con un menor número de asistentes de cuantas se han celebrado: 25.000 personas frente a las 130.000 de la primera. Cuando los manifestantes salieron a la calle, ese 29 de marzo, ni ellos ni nadie conocía que sólo tres días antes se había producido la citada detención. El Gobierno no lo había comunicado.
La proximidad de las fechas de la detención y la manifestación y el hecho de que el Gobierno no informase de la detención ni directa ni indirectamente en los días previos a la movilización dejan al Ejecutivo de Pedro Sánchez en una situación muy comprometida, porque si una pregunta ha recorrido corrillos y tertulias en los últimos días es la de por qué una detención que se produjo el 26 de marzo por amenazas al presidente de la Generalitat Valenciana, la primera autoridad de la comunidad, se mantuvo oculta durante cinco días. Hasta el punto de producir un apagón informativo, precisamente, en las fechas que eran la antesala de una movilización contra la propia víctima de esas amenazas.
Este 26 de marzo agentes de la Brigada Central de Información de la Jefatura Superior de la Policía detuvieron a un hombre de 30 años y nacionalidad española por sus reiteradas amenazas de muerte al presidente de la Generalitat Valenciana y primera autoridad de la comunidad, Carlos Mazón. Las fuentes consultadas revelaban que el detenido tenía un cierto cariz independentista. Las amenazas venían produciéndose desde tres meses atrás. Algunas del calado de «vamos a pegarle un tiro entre ceja y ceja a Mazón».
Sin embargo, esa detención no trascendió a los medios de comunicación hasta cinco días después. En concreto, el 31 de marzo. Una tardanza inusual, dada la celeridad y buen funcionamiento del gabinete de comunicación de la Policía Nacional, que entre ambos días. Y ello, a pesar de que en esos casos es cuando con mayor presteza suelen transmitirse esas informaciones por el efecto disuasorio que generan y porque suponen la puesta en valor de un importante logro de los agentes, del propio cuerpo e incluso de la Delegación del Gobierno.
Pero, sorprendentemente, no hubo ni una nota de prensa, ni una convocatoria de medios para informar que la Policía española había efectuado esa detención, ni una sola declaración. Al contrario, lo que se produjo fue un apagón informativo.
Entre el 26 y el 29 de marzo, sin embargo, los medios de comunicación publicaron hasta cinco noticias de detenciones. Una de ellas, del calado de la de un hombre por amenazar a una juez y enviarle un paquete con cinco balas. La detención se había producido sólo dos días antes, el 27 del mismo mes. Y, en este caso, por la Guardia Civil.
Tampoco, la delegación de Gobierno en la Comunidad Valenciana que dirige Pilar Bernabé transmitió información alguna de la detención, a pesar de que la persona amenazada era el presidente de esa misma región. También guardó silencio al respecto el Ministerio del Interior. En suma, un completo apagón informativo que concluyó hasta que el 31 de marzo, un lunes, entrada la tarde, la noticia comenzó a difundirse. Y los datos empezaron a fluir.
Entre una fecha y otra, el 29 de marzo, se celebraba en Valencia la última manifestación de la DANA. Una movilización cuya asistencia ya se preveía, de entrada, inferior a las anteriores. Incluso, según algunas fuentes, había cierto temor a que el pinchazo fuera importante. Finalmente, acudieron 25.000 personas. Nada que ver con las 130.000 de la primera. Las preguntas son: ¿habría afectado a la asistencia conocer que Mazón había sido víctima de amenazas y que el supuesto autor de las mismas estaba detenido?, ¿habría desenfocado la manifestación y situado a Mazón como víctima el hecho de que la detención se hubiera conocido?
Aquel 29 de marzo era sábado. El primer día hábil tras el fin de semana era el lunes, 31 de marzo. Y entonces, ya por la tarde, la información comenzó a fluir. Poco antes de las seis de la tarde de ese 31 de marzo, OKDIARIO publicaba la noticia de la citada detención, sin que mediara comunicado alguno y sin que ni el Gobierno de Sánchez ni su delegación en la Comunidad Valenciana se manifestaran al respecto.