Una madre deja a sus hijos de 6 y 8 años solos en el arcén de una carretera de Elche como castigo

Dos menores de seis y ocho años de edad han sido localizados por la Policía Local de Elche cuando caminaban solos por el arcén de una carretera de la localidad. Los niños se limitaban a cumplir un castigo de su madre, que les había ordenado que se bajaran del coche tras recogerlos del colegio, porque se estaban portando mal.

La mujer quería darles un escarmiento y volver a recogerlos a los pocos minutos. Al regresar, no los encontró. Los menores habían caminado solos más de un kilómetro hasta ser localizados por un vehículo de la Policía Local de Elche de patrulla. Los agentes devolvieron a los menores a la madre. Pero, también, han informado de los hechos a la Fiscalía de Menores.

Los hechos

Los hechos, ahora conocidos, nos remiten al pasado 13 de diciembre, cuando toda España preparaba las fiestas de Navidad. Fue en ese mismo día cuando una dotación de la Policía Local de Elche se desplaza al paraje conocido como los Arenales del Sol.

Los Arenales de Sol son un lugar que es conocido por miles de madrileños como punto de vacaciones residenciales. Y, además, lugar de paso a otras playas también próximas. Este paraje de Arenales del Sol dista poco menos de media hora en coche de Elche.

Ese día, los termómetros se movían en Elche entre una máxima de 18 grados y una mínima de 9 grados. En esa misma jornada, una dotación de la Policía Local de Elche, que atraviesa esa carretera, observa a los dos menores de 6 y 8 años de edad caminando solos por el arcén. Los agentes cambian de dirección para socorrer a los pequeños de inmediato. Y los acontecimientos se desencadenan.

Y ello, porque justo, en ese momento, los policías ven también a un vehículo, que se detiene de forma supuestamente incorrecta en el arcén. De este último coche baja una mujer. Esa mujer es la madre de los dos niños que esos policías acaban de encontrar.

Un «escarmiento»

Según la Policía Local de Elche, la mujer les dijo que había recogido a los niños del colegio. Y que, cómo se estaban portando mal, les había dicho que se bajasen del automóvil. Con los niños pie en tierra, ella había abandonado el lugar con el objetivo de volver a los pocos minutos, Pretendía darles un escarmiento.

Pero los acontecimientos dieron un giro inesperado, porque al regresar ella al sitio en que había dejado a los menores, éstos ya no se encontraban allí. De modo, que comenzó a buscarlos y a gritar sus nombres.

Búsqueda desesperada

Hasta tal punto llegó su desesperación que decidió dejar en el interior del vehículo que esa madre conducía hasta entonces a un tercer menor. Según la Policía, ese otro pequeño quedó al cuidado de un grupo de jóvenes «desconocidos» y de una señora «que pasaba por allí».

Casualmente, otra mujer, que conducía un tercer vehículo, se cruzó con la madre, a la que informó de que había los niños niños estaban caminando por la carretera, por lo que la citada madre decidió tomar de nuevo el volante de su automóvil y continuar con la búsqueda. De nuevo, a bordo ya del coche.

Fiscalía de Menores

Mientras todo ello sucedía, los agentes de la Policía Local de Elche que habían hallado a los niños comprobaron que los menores encontrados estaban bien. Y consiguieron saber, también, que esos dos niños de 6 y 8 años de edad habían caminados solos por una carretera de doble sentido poco iluminada por espacio de un kilómetro.

Los agentes llevaron a los pequeños junto a la madre. Y, posteriormente, informaron a la Fiscalía de Menores de lo sucedido. Los hechos se han conocido este lunes, justo a la conclusión de las fiestas navideñas que acabaron el sábado con el tradicional Día de Reyes, si bien, como se ha dicho, ocurrieron en los días previos al inicio de la Navidad.

Los hechos acaecidos en Elche en torno a estos dos menores han reabierto el debate acerca de los castigos. Acerca, también, de cuál debe ser su finalidad y qué es realmente un castigo y qué queda muy lejos de este concepto.

En un artículo publicado por OKDIARIO en octubre de 2020, ya se hablaba acerca de este cuestión. Y se explicaba que el castigo no debe ser nunca una reprimenda o el hecho de pagar nuestro enfado con los niños. De alguna manera debe ser formativo y servir para que los niños se den cuenta que tal vez su comportamiento o su manera de contestar a los padres no es la adecuada.

Ahora, este suceso, conocido este lunes y acaecido en Elche ha vuelto a abrir esa cuestión. Precisamente, sólo dos días después de que los Reyes Magos llevaran sus regalos a los niños y niñas en unas fechas que suponen la culminación de las fiestas de Navidad.