La guerra socialista en Alicante se cobra al portavoz municipal pero deja al PSOE de Puig dividido
La guerra que vive el Grupo Municipal Socialista del Ayuntamiento de Alicante se ha cobrado hoy a su portavoz municipal Francisco Sanguino, destituido, pero ha dejado a la vez al PSOE local expuesto a las consecuencias impredecibles que determine la dirección federal. Todo ello, en medio de una crisis aún mayor por el futuro relevo que pretende el secretario general del PSOE Pedro Sánchez del secretario general de los socialistas valencianos Ximo Puig por la ministra de Innovación y ex alcaldesa de Gandía Diana Morant.
El PSOE valenciano no encuentra un momento de paz a menos de 10 meses de las elecciones y con todo el proceso de elección de candidatos y listas aún por abrir. Pero, precisamente, esa lucha por posicionarse en las listas ante las futuras elecciones locales ha terminado por hacer estallar al Grupo Socialista en Alicante, donde hoy han quedado finiquitadas, al menos de momento, las aspiraciones de su portavoz municipal hasta la fecha, Francesc Sanguino.
Lo que ha finiquitado la etapa de Sanguino al frente de ese grupo ha sido un informe del secretario municipal en el que el alto funcionario, en respuesta a un escrito de los socialistas, ha avalado la legalidad de los cambios que los concejales contrarios a Sanguino propugnaban. En síntesis, que el actual secretario general de los socialistas alicantinos Miguel Millana se convierta en portavoz, y que la ex portavoz adjunta Trini Amorós quede restituida como tal.
De facto, supone también, a corto plazo, la restitución de los concejales destituidos en las distintas comisiones municipales y el retorno de los 3 asesores cesados cuando comenzaron las hostilidades, además de situar en un papel estelar a Millana, que también es diputado provincial.
Para este último, se trata de un escenario favorable que llevaba esperando hace tiempo: desde que alcanzó la secretaría general del PSOE alicantino, el nuevo portavoz se sentía con el ‘placet’ de su partido para aspirar a la Alcaldía de la ciudad dentro de 10 meses. Pero necesitaba el plus de autoridad que le otorga la portavocía. En torno a él, se había estructurado el grupo. Desde donde, incluso, se había buscado una salida para que Sanguino entregara su acta y retornase a su mundo profesional natural: el de la Cultura.
Pero el movimiento no dio resultado y Sanguino quiso ejercer de portavoz. Buscó el amparo de Valencia y de Madrid. Sin embargo, el momento no era el idóneo, con Ximo Puig cuestionado desde Madrid y con Pedro Sánchez inmerso en plena espiral de cambios en la cúpula de Ferraz.
No obstante, en la Ejecutiva socialista local que aprobó la destitución de Sanguino, y es un movimiento a tener en cuenta, los ‘sanchistas’ se salieron cuando tocó debatir ese punto, por lo que a día de hoy está claro que el PSOE alicantino ha logrado su objetivo, pero lo que sucederá mañana es impredecible.