Emergencias certifica que el presidente del Júcar no avisó de la descomunal crecida del Poyo en la DANA
El informe sostiene que "la información transmitida a las 18:43 no vino acompañada de una llamada telefónica u otro mecanismo de aviso"
El técnico afirma que no consta "ningún aviso de la CHJ entre las 16:13 horas y las 18:43" como hubiera correspondido en función de los protocolos


Un segundo informe remitido por el subdirector de Emergencias de la Generalitat Valenciana Jorge Suárez a la magistrada Nuria Ruiz Tobarra, la juez que dirige las diligencias previas del caso de la DANA, certifica que por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar nadie advirtió acerca de la descomunal crecida que experimentaba el barranco del Poyo. Tampoco, y sobre todo, su presidente Miguel Polo, a pesar de que estuvo presente telemáticamente en la reunión del CECOPI.
En concreto, en ese segundo informe, el técnico manifiesta: «La información transmitida a las 18:43 no vino acompañada de una llamada telefónica u otro mecanismo de aviso que permitiera valorar adecuadamente su impacto».
Y en ese mismo informe, a renglón seguido de lo antes expuesto, añade que el hecho de que no hubiera ni una llamada telefónica ni un aviso es un «aspecto de gran importancia teniendo en cuenta que las competencias de la CHJ, el conocimiento especializado del comportamiento de los cauces y caudales de la cuenca de su competencia, así como las funciones asignadas a la CHJ en el Plan Especial frente al riesgo de inundaciones, que contempla para la Confederación la función de informar al CCE-GV de los incrementos relevantes de caudales que se produzcan en los ríos y barrancos de sus respectivas cuencas».
El técnico asevera, también en ese informe, que: «La realización de avisos vía telefónica en situaciones extraordinarias es la manera de proceder establecida por ejemplo con AEMET». Algo que no se produjo por parte del Júcar en aquellas horas cruciales.
Se da la circunstancia de que, según ha publicado OKDIARIO este 27 de febrero, Miguel Polo, el jefe del Júcar, admitió en un informe escrito remitido también a la titular del Juzgado de Instrucción 3 de Catarroja en torno a esta misma causa de la DANA que no llamó por la crecida: «Atendemos si nos telefonean», sostuvo entonces.
Jorge Suárez, el funcionario que ha realizado ese informe ya se encontraba en su responsabilidad durante la etapa del socialista Ximo Puig. Por tanto, no el documento presentado ante la juez no está elaborado por un cargo político. Se trata de un técnico con sobrada experiencia en el ámbito de la emergencia.
Además de lo expuesto, el técnico incluye en el informe a la juez una tabla de las comunicaciones efectuadas por la Confederación Hidrográfica del Júcar al Centro de Control de Emergencias entre las 12:07 horas de ese 29 de octubre y las 19:36 horas del mismo día.
En la primera de esas comunicaciones reflejada en la tabla, el Júcar explica que hay «tendencia ascendente a las 11:40 horas. La crecida está siendo muy rápida. Se continúa seguimiento desde la sala SAIH» (Sistema Automático de Información Hidrológica), lo que provoca la reacción del Centro de Comunicación de Emergencias de la Generalitat Valenciana que sólo 13 minutos después, a las 12:20 horas realiza «envío masivo a municipios, agencia y se traslada al grupo permanente».
A partir de ese momento, se producen dos avisos de descenso del umbral de caudal. El primero, a las 13:41 horas. Y, el segundo, a las 15:04 horas. El posterior, el famoso e mail de las 16:13 horas es para informar de: «Tendencia descendente a las 15:50 h. Se continúa seguimiento desde la sala SAIH».
Y es ahí, cuando se produce el apagón informativo hasta las 18:43 horas. «Tendencia ascendente a las 18:40h. Crecida muy rápida. Se continúa seguimiento desde la sala SAIH». En ese momento, el agua alcanzaba los 1.686 metros cúbicos por segundo.
El técnico sostiene que no consta «ningún aviso por parte de la CHJ entre las 16:13 horas y las 18:43 de superación de los 150 m3/seg como hubiera correspondido en función de los protocolos vigentes y del plan especial».