Transformando plástico en hilo: la ingeniera boliviana que revoluciona la industria textil
Tenemos un ejemplo brillante de cómo la innovación y la sostenibilidad pueden ir de la mano. El proyecto de transformar plástico en hilo.
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Los últimos incendios forestales en Bolivia perjudicaron enormemente el comercio de las comunidades indígenas que dependen de la artesanía textil. Ante la escasez de fibras naturales, la ingeniera electrónica boliviana Grecia Bello desarrolló una máquina innovadora que transforma botellas plásticas en hilos textiles, como una alternativa frente a la materia prima quemada.
Los estragos de la deforestación en Bolivia
La artesanía textil es el mayor arte de Bolivia desde época prehispánicas y el principal puente de comercio de estas comunidades. El año pasado, los incendios forestales amenazaron la disponibilidad de fibras naturales que utilizan las comunidades guaraníes bolivianas para la fabricación de productos textiles como, bolsas, hamacas o billeteras.
Bolivia es uno de los países más afectados por la deforestación en el mundo. En 2022, sólo quedaban 55 millones de hectáreas de bosque de los 63 millones que se registraron en 1985. De acuerdo con un estudio de BioMaps, el departamento de Santa Cruz de la Sierra fue el más afectado, al concentrar el 79% de dicha pérdida.
Según explica Grecia Bello, es en las búsquedas en estos bosques donde se halla el material esencial (planta, garabatá, algodón y cortezas de árboles) con el que comunidades como los guaraníes o ayoreos hacen sus artesanías.
Araukaa: una máquina innovadora
La joven ingeniera de 24 años, Grecia Bello, se encontraba en Barcelona cursando un posgrado, cuando se enteró sobre los incendios forestales que estaban arrasando con los bosques de su país, en la Amazonia y la Chiquitanía. Esta tragedia la llevó a idear una máquina que fuera capaz de convertir botellas de plástico en fibras textiles, como parte de su proyecto final.
Bello, quien tiene una especialidad en robótica industrial, construyó junto a su equipo una máquina de madera y otros materiales de bajo costo capaz de transformar plástico reciclado en hilos resistentes para la confección de artesanías. La máquina, cuyo nombre es Arakuaa, tiene controladores electrónicos y software de código abierto, por lo que se puede replicar en otros laboratorios.
Arakuaa funciona de una forma muy simple, ya que cuenta con una tecnología proyecta con láser patrones guaraníes y convierte el plástico en hilo. En primer lugar, recolecta botellas de PET, que son limpiadas, trituradas y fundidas a 220°C para obtener una resina similar al azúcar derretido. A continuación, se vierte la sustancia sobre un tambor giratorio para determinar el grosor del hilo resultante. De esta manera, los artesanos pueden acceder a un material reciclado y sostenible para confeccionar sus tejidos.
El impacto de Araukaa en las comunidades indígenas
El diseño y desarrollo de Araukaa fue evaluado por Artecampo, una asociación de artesanas de las tierras bajas del oriente de Bolivia que se dedican a enseñar, crear y comercializar productos hechos por mujeres de cinco pueblos indígenas: guaraní, ayoreo, guarayo, chiquitana y weenhayek. Para Artecampo, esta tecnología representa una oportunidad única para aquellas comunidades indígenas que dependen económicamente de las artesanías textiles.
Sin embargo, aconsejan que la introducción de Arakuaa en los pueblos indígenas se debe realizar por medio de asociaciones que al igual que Artecampo tienen presencia en el territorio, pues para poder entrar a las comunidades se necesitan cartas de invitación.
En agosto del año pasado, la joven ingeniera presentó la máquina en los poblados rurales, ante 500 personas en la Universidad Indígena Boliviana Guaraní y Pueblos de Tierras Bajas, en el municipio de Camiri. Desde un primer momento, el invento fue visto con buenos ojos, ya que la resina que produce la máquina no sólo se puede utilizar para fabricar tejidos, sino también para realizar cerámicas, bisutería o ropa.
Innovación y proyecciones a futuro
Bello y su equipo perteneciente al Fab Lab Santa Cruz de la Universidad Franz Tamayo, desarrollaron tres modelos de la máquina: un modelo industrial para grandes volúmenes de plástico, un modelo de tamaño reducido para universidades y una versión portátil presentada en foros internacionales.
La versión comercial de Arakuaa estará disponible en julio, después de obtener las patentes, con precios que van desde 1.400 hasta 5.800 dólares, dependiendo del modelo.
Araukaa representa una gran ayuda a las comunidades indígenas guaraníes de la Chiquitanía boliviana, que fueron afectadas por los incendios forestales del año pasado. Además, ha despertado el interés de empresas recolectoras de plástico, que ven en este innovador proceso una nueva posibilidad para reciclar desechos a gran escala.
Conclusión
El proyecto Araukaa es un ejemplo inspirador de cómo la innovación puede abordar los problemas ambientales más urgentes de nuestro tiempo. Su enfoque en la transformación de plástico en hilo no solo contribuye a la reducción de desechos, sino que también empodera a las comunidades y promueve un cambio cultural hacia la sostenibilidad.
En un mundo donde cada acción cuenta, la historia de Araukaa nos recuerda que las soluciones pueden surgir de los lugares más inesperados y que cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la creación de un futuro más sostenible.
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