Lámparas de sal: ¿Realmente son beneficiosas o son un timo?
Las lámparas de sal, y no de cualquier sal, tiene que ser sal del Himalaya, se han puesto de moda por todo el mundo. De hecho, incluso han nacido a su sombra spas que se basan en la haloterapia. Pero, ¿estos artículos son tan beneficiosos como nos quieren hacer creer? ¿De verdad descontaminan, proveen de salud natural y purifican el aire?
Para dar respuesta a estas cuestiones, primero veamos en qué consisten realmente estas lámparas. Son cristales de sal con tono rojizo que, supuestamente, tienen su origen en el Himalaya. Así pues, estos cristales son trabajados hasta que se les da forma de lámpara.
Hoy día existen muchos defensores de la haloterapia. De hecho, se pueden observar en muchos spas con la excusa de que incluso regulan y oxigenan el cerebro, mejorar los dolores articulares y hasta sirven para luchar contra la presión arterial excesiva.
¿Cómo se logran tantos efectos positivos con una lámpara de sal? Supuestamente, gracias a un mecanismo que incluye el dispositivo que permite la producción de iones negativos en grandes cantidades. Estas partículas con cargas negativas salen al exterior reduciendo la contaminación del aire, forma en la que se logran todos los beneficios ya descritos, e incluso algunos más.
Según las compañías que venden estas lámparas, el cristal de sal es higroscópico, por lo que puede absorber moléculas de agua desde el aire. El calor de la bombilla es capaz de mantener los cristales secos a la vez que liberan los iones negativos, que son los responsables de sus múltiples beneficios.
¿Realmente son beneficiosos los iones de estas lámparas de sal del Himalaya?
Ahora llega el quid de la cuestión. ¿De verdad son tan beneficiosos estos iones provistos por las lámparas en cuestión? La verdad es tozuda, y en este caso afirma que no hay una sola evidencia científica que defienda que sucede tal cosa.
Lo cierto es que la sal es un compuesto de cloruro y sodio. Según los estudios, es un compuesto muy estable que no libera iones. Para lograrlo, se ha de llegar a los 816ºC, algo virtualmente imposible con una bombilla de 15 vatios como la que contienen estas lámparas.
De hecho, alcanzar estas temperaturas es realmente peligroso. Así que, si la sal del Himalaya tiene algún otro compuesto capaz de generar iones en grandes cantidades, no se conoce, pero es algo altamente improbable. Es decir, que es casi seguro que estas lámparas no ofrecen beneficio alguno para la salud, o no al menos el que nos quieren hacer creer.
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