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Aviso de la NASA a España: adiós a vivir en estas ciudades en 25 años

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Aviso de la NASA a España adiós a vivir en estas ciudades en 25 años
Blanca Espada

La comunidad científica lleva años avisando de que las olas de calor serán cada vez más extremas, pero lo que acaba de publicar la NASA ha dado un giro inquietante a ese mensaje. Ya no se trata sólo de notar que hace mucha más calor de año en año, sino de un límite físico que afecta directamente al cuerpo humano. Un límite que tiene número, nombre y consecuencias inmediatas. Y, aunque el aviso apunta primero a regiones lejanas, el informe también señala a España en un horizonte más cercano de lo que muchos imaginan.

El dato clave es un concepto poco conocido fuera de los laboratorios: el índice de bulbo húmedo. No es una temperatura normal, sino la combinación de calor y humedad que determina hasta qué punto podemos enfriarnos. Cuando ese índice llega a 35 grados durante seis horas, el cuerpo deja de ser capaz de regularse. Ni el sudor sirve. El sistema de refrigeración biológico, simplemente, se apaga. Y ahí deja de haber margen para que por ejemplo nos hidratemos o busquemos una buena sombra, si bien la supervivencia al aire libre se vuelve imposible. La NASA confirma ahora que este umbral, que hace unos años parecía algo teórico, se superará de manera recurrente en varias zonas del planeta antes de 2050. De este modo, regiones enteras van camino de convertirse en territorios inhabitables durante los picos de calor. Y aunque España no estará en el primer grupo, el informe advierte que el país sí sufrirá un escenario extremo a mediados de siglo. Lo que hoy vivimos como episodios aislados de ola de calor pasará a ser una realidad constante de cuatro, cinco o incluso seis semanas seguidas con máximas por encima de los 35 grados.

Aviso de la NASA a España: adiós a vivir en estas ciudades en 25 años

El aviso de la NASA, basado en modelos climáticos y datos satelitales, dibuja un mapa mundial donde el calor dejará de ser un simple fenómeno meteorológico. Para 2050, las primeras regiones que cruzarán esa línea roja serán el sur de Asia, los países del Golfo Pérsico y las costas del Mar Rojo. Son áreas que ya sufren veranos extremos, pero en la próxima generación verán cómo partes de su territorio se vuelven directamente inhabitables durante varias semanas al año.

Millones de personas tendrían que desplazarse dentro de su propio país, cambiar sus horarios de trabajo o incluso vivir bajo sistemas de climatización continuos. Los datos que maneja la plataforma C40 Cities y las proyecciones de la NASA coinciden en que el fenómeno será lo suficientemente intenso como para obligar a redibujar fronteras climáticas y planificar evacuaciones a gran escala. Algunos estados insulares, con menos capacidad de adaptación, ya preparan mapas para reubicar a toda su población.

Y para 2070, más países entran en la zona crítica

El informe no sólo se queda en 2050. Cuando proyecta el escenario a 2070, la lista de regiones en riesgo se multiplica. El este de China, grandes zonas del sudeste asiático y partes de Brasil también entrarían en niveles de estrés térmico que comprometerían la actividad humana normal. No hablamos sólo de sufrir olas de calor más largas, sino de periodos en los que, literalmente, no es seguro permanecer al aire libre durante determinadas horas del día.

Lo que proponen los científicos no es un paisaje apocalíptico al estilo película, sino una transformación gradual y silenciosa: días en los que la sensación de bochorno será tan intensa que el cuerpo no dé abasto para enfriarse; noches tropicales que no permitan descansar; ciudades donde la productividad caiga y los sistemas de salud se saturen solo por el efecto acumulado del calor.

España entra en escena: las zonas que vivirán veranos extremos

Aunque España no está entre los países que alcanzarán el límite fisiológico de 35 grados de bulbo húmedo, sí entra dentro de los territorios que sufrirán un estrés térmico constante. La NASA y otros organismos internacionales coinciden en que, hacia mediados de siglo, tres grandes áreas del país serán especialmente vulnerables:

  • Comunidad de Madrid
  • Comunidad Valenciana
  • Gran parte de Andalucía

Estas regiones podrían encadenar tres meses consecutivos por encima de los 35 grados en las horas centrales del día. No se trata de máximas puntuales, sino de un patrón repetido que irá erosionando la vida cotidiana: actividad económica, horarios escolares, transporte público, mantenimiento de infraestructuras, consumo energético…

Y hay un efecto silencioso del que se habla menos: el impacto crónico en la salud. Varios estudios relacionados con olas de calor muestran que la exposición prolongada acelera procesos de envejecimiento biológico comparables al tabaco o la contaminación. Es decir, no solo aumenta el riesgo inmediato de golpes de calor, sino que deja huella.

Olas de calor que van a ser, cada vez más largas

La parte final del informe insiste en que este no es un fenómeno aislado ni reversible a corto plazo. Las olas de calor seguirán aumentando en frecuencia e intensidad, las noches tropicales se convertirán en norma y el riesgo para los colectivos vulnerables crecerá con cada verano.

La adaptación pasa por reforzar infraestructuras, reorganizar ciudades y asumir que la vida estival en España no tendrá nada que ver con la de ahora. No será cuestión de acostumbrarse, sino de transformar espacios, hábitos y prioridades. Y la NASA lo deja claro: cuanto antes empiece esa adaptación, más fácil será evitar que ciertas zonas del país se vuelvan prácticamente inhabitables durante semanas completas al año.

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