El TSJC amnistía a 4 CDR que apedrearon a la Policía y lanzaron cohetes contra sus helicópteros
Los jueces empiezan a aplicar la Ley de Amnistía con radicales violentos catalanes
El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha amnistiado este martes a cuatro radicales independentistas condenados por las protestas salvajes que se dieron en Barcelona a cuenta de la lucha por la independencia de Cataluña. Se les impuso entre tres y un año de cárcel y ahora los jueces aplicando la Ley de Amnistía borran esas condenas. El tribunal ha declarado la extinción de la responsabilidad penal de los condenados «al quedar amnistiados los actos en virtud de los cuales fue declarada su responsabilidad criminal en la instancia», indica una de sentencias. En el mismo sentido se pronuncia la otra, tal como ha comprobado OKDIARIO: «Cancélense cuantos registros, anotaciones y antecedentes, incluidos los policiales, se hayan llevado a cabo exclusivamente en virtud de los actos expresamente amnistiados».
Ambos casos son de extrema violencia. Por un lado, la sentencia condenatoria del primer asunto declaraba probado que sobre las 20.45 horas, durante la celebración del tercer aniversario del referéndum, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural organizó unas protestas con barricadas en el centro de la Ciudad Condal. En la confluencia de las calles Pelai y Balmes, los condenados «actuando de manera conjunta lanzaron piedras contra al menos una furgoneta» de la Brigada Móvil de los Mossos d’Esquadra. Los agentes pidieron refuerzos y unos de los acusados, tratando de escapar, empujó a uno de ellos, inició una huida esquivando a varios agentes y finalmente embistió a uno de ellos, motivo por el que los dos cayeron al suelo. La sentencia los absolvía de un delito de desórdenes públicos, pero les condenaba a un delito de atentado a agentes de la autoridad a tres años y un día de prisión. Ahora la amnistía les beneficia.
El otro caso, también es de suma gravedad. El 16 de octubre de 2019 se celebró en Barcelona una manifestación con motivo del descontento de los convocantes con la sentencia dictada del Tribunal Supremo que condenaba a los líderes del independentista catalán. Acudieron 22.000 personas y, en un momento dado, un número no determinado de personas procedieron a montar en los cruces de calles barricadas con contenedores incendiados y lanzar objetos a los agentes de los Mossos. En ese marco, a las 21:13 horas el activista afín a los Comités de Defensa de la República (CDR) «se encontraba en la Gran Vía de las Cortes Catalanas, con su cabeza cubierta por un casco y, la cara tapada con un pañuelo y, lazó hacia el cielo un cohete pirotécnico que llevaba consigo, usando un tubo blanco como lanzador». Posteriormente repitió la operación apuntado a un helicóptero de los Mossos, que estaba a 100 metros de altitud. Tras la explosión, el helicóptero cogió más altura, considerando el riesgo de que un nuevo cohete pudiera interceptarlo.