CRISIS EN EL GOVERN

El Govern se rompe: Aragonés llamará uno a uno a los consellers para saber si confían en él o no

El president podría forzar una crisis y renovar el gabinete

El Govern se rompe: Aragonés sopesa si echar a Junts o esperar a que dimitan

Pere Aragonés
Los consellers de JxCat
Joan Guirado

Pere Aragonés , president de la Generalitat, llamará uno a uno a sus consellers esta tarde en su despacho para saber si siguen confiando o no en él. Todo, tal como ha avanzado OKDIARIO, después que los dirigentes de Junts per Catalunya defendieran sin fisuras en la reunión extraordinaria del Govern de esta tarde la moción de confianza que ayer anunció el portavoz Albert Batet y que Aragonés rechaza de lleno. JXCat, además, ha convocado a su Ejecutiva esta tarde a las siete y media a una reunión informativa.

El president está más que harto de sus socios de Junts, cuyos consellers le exigen que se someta a una moción de confianza -como la CUP- para renovar el acuerdo de investidura que dio vida al actual Govern. La respuesta es la que ya recibieron algunos meses cuando se lo solicitaron los anticapitalistas y Aragonés decidió dejar sin efecto ese acuerdo de legislatura. Si los de JXCat siguen por ese camino, tras el interrogatorio uno a uno de hoy, les obligará a dimitir o remodelará el gabinete y los sustituirá sin contemplaciones.

Los consellers de JxCat han tenido que asumir la orden recibida del fugado Puigdemont por boca del diputado Albert Batet, que anunció por sorpresa una cuestión de confianza que desconocía la práctica totalidad de su partido. Una decisión que está a punto de hacer rebosar el vaso de sus complicadas relaciones con ERC.

Con la cuestión de confianza, JxCat quiere arrancar una garantía de que Aragonés cumplirá el acuerdo de investidura firmado en su día.

El discurso del líder de Esquerra Republicana este martes en el Parlament, apuntan sus socios, «fue decepcionante». Junts per Catalunya «esperaba un compromiso mucho más contundente» para «levantar la declaración unilateral de independencia y poner fecha al próximo envite contra el Estado». Pero se encontraron con una propuesta «muy de mínimos» en la que Aragonés trata de mover, sin éxito hasta ahora, al Gobierno de Pedro Sánchez hacia «un acuerdo de claridad» que facilite un referéndum a la canadiense.

Precisamente, los socios minoritarios del Govern achacan a esa falta de frutos de la negociación con el PSOE la situación que viven ahora ERC y Junts. Básicamente, subrayan, «porque a Aragonés le ha interesado más ser amigo de Sánchez que cumplir con los acuerdos que firmó con nosotros y con la ciudadanía de Cataluña».

La cuestión de confianza era uno de los requisitos que le puso la CUP sobre la mesa para apoyar su investidura. El año pasado, sin embargo, al descolgarse los anticapitalistas del acuerdo de Presupuestos que tuvo que aprobar con el voto de En Comú Podem, el president dejó sin efectos esa cuestión de confianza que debía producirse a medio mandato. Que uno de los dos partidos que conforman su gabinete, conscientes de que pueden derrocar a Aragonés a pocas semanas de las elecciones municipales, ha colmado la paciencia del mandatario catalán.

El debate de política general, que empezó ayer en el Parlament con el discurso del jefe del Ejecutivo regional y la fijación de posiciones por parte de los primeros grupos parlamentarios, seguirá este viernes tras un paro por el juicio contra la diputada de la CUP Eulàlia Reguant.

Así pues, a menos que se precipiten los acontecimientos y Aragonés opte por echar hoy mismo a Junts -algo que no descartan en su entorno-, lo más seguro es que sea a finales de semana cuando se evidencie el divorcio entre los partidos separatistas. Y que a lo largo de la semana que viene sepamos si Cataluña vuelve de nuevo a las urnas o los partidos buscan alguna fórmula para agotar el mandato. El PSC, tal como reveló OKDIARIO, aseguró a Aragonés la estabilidad si rompía con Junts.

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