Independentismo en Cataluña

Puigdemont quiere desprenderse de Borràs y Canadell en caso de repetición electoral

Si los partidos independentistas no llegan a un acuerdo antes del 26 de mayo, Carles Puigdemont quiere evitar que repitan como candidatos

Laura Borràs amnistía
Laura Borràs, en una foto de campaña. Foto: EFE

Si Cataluña vuelve a las urnas el 21 de julio, un escenario cada vez menos desdeñable teniendo en cuenta las múltiples diferencias y fricciones entre los partidos separatistas, Carles Puigdemont tiene muy claro que no quiere que ni Laura Borràs ni Joan Canadell repitan en las listas de JxCAT.

Los perfiles de los dos candidatos más radicalizados de la formación heredera de Convergencia no gustan en la cúpula de JxCAT. En el caso de Borràs, además, la investigación que pesa sobre ella por varios delitos de corrupción durante su etapa como presidenta del Institut de les Lletres Catalanes añaden una dificultad añadida. Por culpa de eso Puigdemont la mandó a la presidencia del Parlament en lugar de a una futura vicepresidencia de la Generalitat.

De hecho el movimiento de situar a Laura Borràs como presidenta de la cámara catalana perseguía, según fuentes cercanas al ex presidente catalán, que en caso de convocatoria automática de las elecciones no ocupe el primer puesto de las listas. Cabe recordar que el 14F fue así tras haber ganado las primarias entre los afiliados de Junts. Puigdemont y su núcleo duro recuerdan que «el número uno se presenta para presidir la Generalitat, es raro poner ahí a un presidente del Parlament, algo que nunca ha ocurrido».

A Borràs no la quieren en un futuro Ejecutivo ni los suyos ni ERC. Los problemas que tiene con la Justicia, que pese a que intentará retrasar la apertura de juicio oral y su obligada dimisión, con una modificación del reglamento de la cámara, mancharía al nuevo Govern con la lacra de la corrupción. Eso dificultaría los acuerdos con la CUP, imprescindibles para la gobernabilidad, y lastraría el mensaje de la regeneración que abanderan ERC y JxCAT.

En el caso de Joan Canadell son sus salidas de tono constantes, muchas de ellas con opiniones al margen de la posición oficial de Junts per Catalunya, lo que causa un profundo malestar en el núcleo duro de los junteros. Aunque reconocen que sus palabras son aplaudidas por una gran parte de sus votantes, motivo por el cual se le fue a buscar para que fuese candidato a las primarias, sus postulados están provocando fuertes tensiones internas e incluso con sus socios de ERC y la CUP.

Esa actitud de Canadell, que iba de número dos en la lista, tras la salida de Laura Borràs para presidir el Parlament, es la que le inhabilitará para ocupar cargos de responsabilidad en el futuro Ejecutivo catalán. Al ex presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona le pasará por delante la portavoz de Junts en el ayuntamiento de Barcelona, Elsa Artadi, que es la mujer elegida para dirigir la estrategia de los junteros en un hipotético gobierno presidido por Aragonès o en caso de una repetición electoral.

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