Sánchez vuelve a perder: el PP gana y suma con un arrollador Vox 15 escaños más que la izquierda
Vox exige entar en el Gobierno, pero Mañueco puede buscar la investidura con los partidos localistas o la abstención del PSOE
PPy Vox ganan 14 escaños mientras que PSOE y Podemos pierden 8
Abascal: «¡Qué cara de vicepresidente se le está poniendo a Juan García Gallardo!»
Tudanca anuncia su dimisión en diferido: «Me he vaciado, otros vendrán que harán más»
El PP ha ganado las elecciones en Castilla y León. No con los escaños que hubiera deseado cuando su candidato, el presidente regional Alfonso Fernández Mañueco, decidió adelantar las elecciones para gobernar sin rémoras de socios incómodos, pero sus 31 diputados son dos más de los que amasan PSOE y Podemos y suficientes para que no pueda construirse una mayoría alternativa a él.
El partido de centroderecha, que lleva gobernando la comunidad autónoma de forma ininterrumpida desde 1987, podrá seguir haciéndolo con el apoyo de Vox, ya que la formación conservadora emerge como la gran triunfadora de la noche al pasar de uno a 13 escaños, uno más de los que tenía Ciudadanos.
PP y Vox acaparan 44 escaños, lo que reporta a la derecha una cómoda mayoría absoluta. Son 15 diputados más que los que tendrán PSOE y Podemos en las Cortes castellanoleonesas. Los dos partidos del Gobierno de España retroceden a la par, como ya sucediera en las últimas elecciones autonómicas, las de la Comunidad de Madrid. Los socialistas pierden siete escaños y Podemos la mitad de los que tenía.
Los populares apenas ganan dos escaños respecto a las elecciones de 2019, cita que supuso la primera derrota del PP en esta comunidad autónoma, y se quedan a ocho de la mayoría absoluta. De ahí que a Mañueco no le baste la abstención de Vox. Tendrá que conseguir que los de Santiago Abascal voten ‘sí’ a su investidura si quiere resultar reelegido. Porque, aunque el PP tendrá en las Cortes más diputados que el PSOE y Podemos juntos, los 31 diputados populares serían insuficientes si los siete escaños que han cosechado las fuerzas localistas (Unión del Pueblo Leonés, Soria ¡Ya! y Por Ávila) coincidieran con socialistas y comunistas en el rechazo a la investidura de Mañueco.
Pero el voto de Vox a Mañueco no será gratis. «Vox tiene el derecho y el deber de formar Gobierno en Castilla y León», ha afirmado Abascal tras conocer los resultados arrolladores de su formación. Un mensaje claro al PP que, además, marca un cambio de estrategia en un partido que hasta ahora siempre había optado por apoyar Ejecutivos del centroderecha sin implicarse en las tareas de gobierno. «A nuestro candidato se le está poniendo cara de vicepresidente», ha bromeado Abascal ante los simpatizantes que celebraban el éxito de Vox.
¿Con la abstención del PSOE?
Sin embargo, esta noche electoral Mañueco ha eludido cualquier compromiso con los de Abascal. Al contrario, ha anunciado que abrirá un diálogo con las ocho formaciones que formarán parte del Parlamento regional, sin citar en ningún momento a Vox.
Existe una doble ‘tercera vía’ para que el candidato del PP pudiera salir investido sin el respaldo de Vox: la abstención del PSOE o el apoyo de Unión del Pueblo Leonés (tres escaños), Soria ¡Ya! (tres), Por Ávila (uno) y Ciudadanos, que de sus 12 escaños sólo ha conservado el de su líder, Francisco Igea. En ambos casos Mañueco podría salir investido con mayoría simple en segunda votación, siempre y cuando Vox no votara en contra de él junto a PSOE y Podemos si el entendimiento con los partidos localistas fraguara para el PP.
A la espera de cómo se resuelva la aritmética parlamentaria que marcará el futuro de Castilla y León, y quién sabe si de España (un Gobierno conjunto con Vox sería el primero), lo cierto es que el PP ha recuperado su privilegiada posición en esta comunidad donde, salvo hace dos años, siempre ha sido la formación preferida por los votantes.
Los de Mañueco vuelven a estar por delante del PSOE tras el retroceso de los socialistas, que en su segundo peor resultado de la historia pasan de 35 a 28 diputados. Siete escaños menos para el partido que gobierna España desde 2018. También caen los socios de Sánchez en el Ejecutivo nacional: Podemos pierde uno de sus dos escaños y sólo estará representado por su candidato, Pablo Fernández.
En definitiva, que mientras PP y Vox avanzan 14 escaños respecto a 2019, PSOE y Podemos retroceden 8 en unos comicios donde los socios de Sánchez se han salvado por los pelos de convertirse en una fuerza extraparlamentaria.