En verano, ¿deberes sí o deberes no?

Deberes
Y tú, ¿estás a favor o en contra de que los niños realicen tareas durante las vacaciones de verano?

Cuando acaba el curso escolar y comienzan las vacaciones de verano, los niños tienen claro que llega el momento de disfrutar al máximo, de jugar, de ir a la playa, de desconectar de la rutina… Sin embargo, son numerosos los padres de esos menores que se plantean el que durante la temporada estival también lleven a cabo deberes.

Sí, consideran que es un buen momento para que adquieran el hábito de la lectura, mediante fábulas o poesías infantiles. Pero, además, creen que también es propicio para que sigan realizando ejercicios referentes a las distintas asignaturas que les han sido impartidas.

Y es ahí cuando surge el debate “¿deberes sí o deberes no en verano?”.

Está claro que no se puede afirmar nada tajantemente y que hay posturas de todo tipo. Nosotros, en pro de que puedas adoptar la tuya propia con respecto a tus pequeños, vamos a intentar ayudarte. Por eso, a continuación, te vamos a dar a conocer las ventajas y las desventajas de que durante las vacaciones también tengan tareas escolares:

Aspectos a favor de los deberes durante las vacaciones de verano

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Las tareas ayudan a consolidar conocimientos

Muchos son los padres, profesores y expertos en el área infantil que están de acuerdo en que es importante y beneficioso que durante el verano sí realicen algún tipo de actividad escolar. Consideran que hay mucho tiempo para divertirse y que dedicarle un ratito a leer, a hacer dictados o a realizar cálculos, por ejemplo, es ventajoso por estos motivos:

  • Es una manera de que no se olviden de todo lo que han aprendido durante el curso.
  • No menos relevante es que hacer ciertos deberes les va a permitir consolidar sus habilidades y conocimientos.
  • A los pequeños a los que les ha costado más superar el curso o que han suspendido alguna asignatura el realizar tareas les servirá para no quedarse atrás. Es decir, para poder continuar aprendiendo y comenzar en septiembre con todas las garantías de éxito. No menos relevante es que a los menores en esas circunstancias les ayudará incluso a mejorar la autoestima. Les subirá el ánimo en el caso de que se sientan mal porque les haya costado más que a sus compañeros hacerle frente a determinadas clases.
  • Les va a servir, de igual modo, a que, en cierta medida, mantengan el hábito del trabajo. De esta manera, no les costará tanto comenzar luego un nuevo curso escolar.
  • Precisamente el realizar distintas actividades durante el verano es una estupenda manera de que incluso puedan avanzar, aunque sea tímidamente, en determinadas áreas. Nos estamos refiriendo, por ejemplo, en matemáticas, en comprensión lectora, en escritura, en idiomas…

Aspectos en contra de los deberes en verano

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En contra de las tareas estivales: aburrimiento de los niños

Por otro lado, no podemos pasar por alto que también hay numerosas personas que están absolutamente en contra de que los niños hagan tarea durante las vacaciones estivales. Se manifiestan así porque consideran que es perjudicial por distintos motivos:

  • Igual que los adultos cuando disfrutan de sus vacaciones necesitan desconectar de la rutina y del trabajo, también los menores lo requieren. Es la manera de que dejen de lado el estrés acumulado al tiempo que reciben una “recompensa” por el esfuerzo realizado durante el curso.
  • En muchas ocasiones, van a generar numerosos conflictos en el seno del hogar porque lo habitual es que los pequeños no quieran hacer deberes. De ahí que acaben “enzarzándose” en disputas con sus padres. Y eso trae consigo que ni siquiera en verano se pueda descansar de los habituales problemas por tema de estudios que tienen lugar en las casas.
  • Las tareas estivales vienen a condicionar a toda la familia. Y es que, el hecho de que los hijos tengan deberes por hacer, propiciará que los planes tengan que quedar relegados hasta que esos los finalicen.
  • También hay quienes consideran que obligar a los menores a que hagan deberes como los que han ido haciendo durante el curso les va a resultar repetitivo. Y, como consecuencia, les será un verdadero aburrimiento.
  • De la misma manera, argumentan que hasta ahora no se ha realizado ningún tipo de estudio que venga a dejar constancia de que si realizan ejercicios en verano luego van a tener mejores resultados académicos en el curso siguiente.
  • Asimismo, vienen a indicar que la temporada estival está pensada para que los menores desconecten del día a día, de la rutina escolar, y lleven a cabo actividades más divertidas y reconfortantes. Con esto no solo se refieren a que vayan a la piscina o a la playa sino a que disfruten de la familia. Es más, a que participen en campamentos de verano o a que tomen partido en talleres sobre temas que les apasionan y divierten.

Y tú, ¿estás a favor o en contra de que los niños realicen tareas durante las vacaciones de verano?

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