El truco de las abuelas para la dentición del bebé que los pediatras aún recomiendan
Un truco muy fácil de aplicar, que no solo calma las encías, sino que también ayuda al bebé a relajarse
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La dentición es una de las etapas más delicadas en la vida de un bebé, tanto para él como para sus padres. Las encías inflamadas, el dolor y el llanto constante generan angustia, y es normal buscar soluciones que sean efectivas y que que alivien esas molestias en poco tiempo, y sin tener recurrir siempre a productos químicos. En este escenario, los consejos de las abuelas cobran una fuerza especial, porque están cargados de experiencia, cariño y sencillez. En concreto, existe un truco de las abuelas para la dentición del bebé que todavía recomiendan los pediatras y que a continuación te desvelamos.
Entre los trucos de las abuelas para la dentición del bebé y que es de los más efectivos, destaca uno que es muy fácil de aplicar, y que no sólo calma las encías, sino que también ayuda al bebé a relajarse. Se trata de un remedio natural que ha pasado de generación en generación, y que sigue funcionando porque combina el frescor con un ligero masaje capaz de desinflamar y aliviar. Con apenas unos minutos al día, esta técnica natural puede convertirse en la gran aliada de las familias. Es segura, económica y, lo mejor, no requiere productos químicos ni aparatos complicados. ¿Quieres saber en qué consiste y qué otros trucos de abuelas han ayudado a calmar a miles de bebés durante décadas? Toma nota que te explicamos el paso a paso, a continuación.
El truco de las abuelas para la dentición del bebé
El método más popular y sencillo que puede acabar con la molestia de las encías en la fase de dentición del bebé es el de la cucharita fría. Consiste en colocar una cucharita metálica en el refrigerador durante unos minutos para enfriarla (no en el congelador, ya que podría estar demasiado fría). Luego, con suavidad, se utiliza el dorso de la cucharita para masajear las encías del bebé.
El frescor de la cucharita alivia el dolor, reduce la inflamación y genera una sensación agradable que calma de inmediato. Además, al tratarse de un objeto pequeño, es fácil de manejar y limpiar. Es importante asegurarse de que la cucharita esté completamente limpia antes de cada uso para evitar bacterias.
Este remedio no sólo es efectivo, sino que también crea un momento de conexión con el bebé. Mientras se le masajean las encías, se puede cantarle, acariciarle la cabecita o mantener contacto visual para que se sienta acompañado y seguro.
Otros trucos de las abuelas que funcionan
Además de la cucharita fría, nuestras abuelas conocían otros métodos caseros que han pasado de boca en boca durante generaciones. Aunque son simples, muchos padres los siguen utilizando porque realmente funcionan y no implican riesgos si se aplican con cuidado.
Paños húmedos y fríos
Mojar una gasa o paño de algodón con agua, escurrirlo bien y enfriarlo en el frigorífico es otro clásico. El bebé puede morderlo suavemente, siempre bajo supervisión, para aliviar el dolor de encías. Además, este truco le permite ejercitar la mandíbula de forma natural.
Zanahorias frías
Una zanahoria pelada y refrigerada puede servir como un excelente mordedor natural, siempre y cuando el bebé ya tenga la edad suficiente para morderla sin riesgo. La textura firme de la zanahoria, combinada con el frescor, ayuda a calmar las encías inflamadas.
Masaje con el dedo limpio
Las abuelas también recomiendan masajear las encías del bebé con un dedo limpio. Un masaje circular, muy suave, puede desinflamar y calmar la molestia. Este método, aunque sencillo, es muy efectivo si se hace varias veces al día durante los momentos de más incomodidad.
Baños tibios y relajación
A veces, el dolor de encías se acompaña de nerviosismo. Un baño tibio, con el agua a la temperatura justa, ayuda a relajar al bebé y disminuir la percepción del dolor. Además de ese baño, puede ser buena idea la de dar un pequeño masaje en la espalda y piernas del bebé.
Infusiones para la mamá lactante
Cuando el bebé aún se alimenta de leche materna, algunas abuelas aconsejan que la madre tome infusiones suaves de manzanilla. No es que la infusión pase al bebé directamente, pero el efecto relajante de la madre al tomarla puede influir en el momento de la lactancia, transmitiendo calma y bienestar.
Más allá de cualquier truco, lo que sabemos de nuestras abuelas es que el mejor remedio es el cariño y la paciencia. Un abrazo, una canción suave o una nana pueden disminuir la sensación de dolor más que cualquier método físico. La cercanía y la seguridad que transmitimos al bebé hacen que se relaje y afronte mejor esta etapa.
Ahora ya lo sabes, si tu bebé está en plena dentición, prueba estos métodos sencillos y observa cuál le funciona mejor. A veces, la combinación de varias técnicas (cucharita fría, paño húmedo y un baño relajante) es la clave para que el dolor pase casi desapercibido.