Telefonía móvil

Qué es el vamping y cómo puede afectar a nuestros hijos

El vamping corresponde a la práctica de estar conectado mediante el móvil durante la noche. Algo que hacen cada vez más niños y adolescentes.

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De qué modo puede afectar el vamping a niños y en especial, adolescentes

En los últimos años parece que más del 70% de los jóvenes (según un estudio realizado en Estados Unidos y recogido por Common Sense Media) está afectado por el vamping, que lejos de ser una enfermedad o dolencia física, sí que supone una práctica llena de riesgos y que a la larga puede tener efectos terribles tanto para niños como para adolescentes. Os hablamos ahora de qué es el vamping y cómo puede afectar a nuestros hijos.

Qué es el vamping y cómo puede afectar a nuestros hijos

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El vamping es la práctica, muy extendida sobre todo entre los usuarios más jóvenes, de permanecer despiertos hasta el amanecer, compartiendo publicaciones, mensajes, jugando, viendo videos o sencillamente navegando en las redes sociales.

La difusión del término «vamping» en la web parece que nació en 2014, año en el que un artículo del New York Times investigaba las características de esta tendencia, más común entre los jóvenes. Al presentar a los usuarios que tienen este tipo de hábitos online como » vampiros de las redes sociales», el título del artículo de Laura M. Holson hacía una referencia a la etimología del término, ligada a la palabra «vampiro» , es decir, una criatura mitológica que es vulnerable a la luz del sol y permanece despierta por la noche.

Del mismo modo, las personas con este tipo de hábitos (generalmente preadolescentes y adolescentes) tienden a irse a la cama eligiendo no quedarse dormidos de inmediato y en cambio permanecer en Internet, conectarse a las redes sociales, chatear en plataformas de mensajería, ver videos o series, escuchar música o jugar a videojuegos.

Aunque el fenómeno está particularmente extendido en Estados Unidos, también parece común entre los adolescentes españoles permanecer despiertos hasta altas horas de la noche, haciendo uso de dispositivos digitales. En nuestro país, dos de cada tres niños de entre 10 y 15 años tienen móvil, solo con uno de esos dos niños practicara vamping a menudo, la cifra sería bastante alarmante. Por otro lado, podemos hacer referencia Comscore y Nielsen, dos entidades muy importantes dentro de los medios digitales que cifran en al menos un 65 %, el número de niños de entre ocho y 12 años que tiene un teléfono móvil y que hace uso de este durante la noche.

Por qué el vamping afecta tanto a los adolescentes

Como hemos mencionado, el artículo del New York Times que reveló la práctica del vamping alertaba de cómo podía llegar a ser común en prácticamente todos los adolescentes, los cuáles parecen encontrar en ello, un remedio para combatir el aburrimiento, pero el hecho de pasarse casi toda la noche metido en internet, redes sociales o utilizando el móvil en general, puede tener otras causas. 

Danah Boyd, investigador de Microsoft Research y autor del libro “Es complicado: la vida social de los adolescentes conectados” , presenta dos razones que pueden haber contribuido particularmente a la propagación de este fenómeno entre los jóvenes.

Por un lado, estaría el deseo de estar conectado y comunicarse con los compañeros: la quietud de la noche sería, por tanto, el momento idóneo para hacerlo ya que permite una mayor intimidad y ausencia de interrupciones , pudiendo permanecer conectado durante horas, sin tener además la «vigilancia» de los padres.

Por otro lado, el autor también señala la agenda demasiado completa de los adolescentes y jóvenes de hoy en día que, entre el colegio, el deporte, la música y los deberes, disponen de poco tiempo libre para disfrutar de otro tipo de intereses o simplemente para socializar con sus compañeros.

La oscuridad de la noche y la soledad de la habitación son los escenarios perfectos para que el niño o adolescente decida encender su móvil bajo las sábanas teniendo una sensación de mayor autocontrol sobre sus acciones (una autonomía particularmente deseada y esperada entre los adolescentes y preadolescentes). A esas horas, los padres están convencidos de que sus hijos están durmiendo y el sentimiento de transgresión y rebelión contra la autoridad representa una fuente adicional de satisfacción para los más pequeños, quienes muchas veces encuentran una forma agradable de libertad en estos comportamientos .

Finalmente, el fenómeno también puede estar vinculado al deseo de aprobación social y pertenencia a una comunidad . No pocas veces, en las publicaciones compartidas por la noche, los adolescentes usan el hashtag #vamping para hacerse notar o interactuar con quienes, como ellos, deciden quedarse despiertos toda la noche.

Qué consecuencias puede tener el vamping

La principal consecuencia del vampiro está relacionada con la falta de las horas de sueño recomendadas. A su vez, esta privación del sueño (que puede ser más o menos prolongada) puede derivar en problemas como cambios de humor , irritabilidad , déficit de concentración y dificultades de aprendizaje y alteraciones en la capacidad de decisión del individuo.

Diversas investigaciones en los últimos años, han asociado además la falta de sueño con el aumento de los sentimientos de tristeza y depresión en los jóvenes y un riesgo aún mayor de tendencias suicidas .

Este tipo de práctica, por tanto, puede causar daños en el desarrollo psicofísico del adolescente (o preadolescente), pero, como se puede deducir fácilmente, también puede afectar negativamente el desempeño académico o las relaciones interpersonales de los sujetos.

Cómo prevenir y lidiar el vamping

Cabe señalar que la familia pero también las instituciones educativas tienen un papel importante en la educación de los jóvenes en el uso adecuado de la tecnología. Las iniciativas de sensibilización sobre el tema en la escuela pueden ser útiles para sensibilizar y abrir un debate entre los jóvenes, pero es fundamental una adecuada orientación y las precauciones necesarias por parte de los padres, en casa, sobre los hábitos digitales de sus hijos. En este sentido puede ayudar implementar las siguientes pautas:

  • Educar a los niños sobre la tecnología desde temprana edad, a través de reglas muy específicas que marquen tiempos y métodos para el consumo todo lo que tenga que ver con el uso de dispositivos móviles pero también , la televisión, el ordenador y la videoconsola.
  • Otorgar a los niños el espacio necesario para una adecuada socialización , es decir, momentos en los que puedan estar libres para estar con amigos sin más «distracciones»; también momentos en familia en la que estén libres de móviles (como a la hora de comer o cenar).
  • Estar cualitativamente presente en la adolescencia de los niños con discreción, para configurarse como puntos de referencia en los que poder apoyarse en caso de dudas, necesidades y necesidades.
  • Ser un ejemplo, para que niños y adolescentes puedan ver que no estamos todo el día como ellos, pegados a nuestro smartphone. Solo de este modo podremos hacerles ver que hay muchas más cosas al margen de internet y de las redes sociales.

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