¿Se puede comer ajo durante el embarazo? Lo que necesitas saber

El ajo es un alimento muy utilizado en la cocina, ya que aporta un sabor y un aroma característicos a los platos. Además, el ajo tiene numerosas propiedades beneficiosas para la salud, como su efecto antibiótico, antioxidante, antiinflamatorio y circulatorio. Pero, ¿se puede comer ajo durante el embarazo? ¿Qué beneficios y riesgos tiene su consumo para la madre y el bebé? A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber sobre el ajo en el embarazo.

Comer ajo en el embarazo: Todo lo que necesitas saber

Comer ajo en el embarazo es algo más que permitido, por lo que seguro que te alegrará sabiendo que como decimos, se trata de uno de los ingredientes que más gusta utilizar en nuestra cocina. De hecho, tiene varios beneficios para la salud de la madre y el bebé, aunque eso sí, se recomienda  que se consuma con moderación y siguiendo las recomendaciones médicas.

Beneficios de comer ajo en el embarazo

Algunos de estos beneficios son:

• Ayuda a prevenir infecciones: el ajo fortalece el sistema inmunológico y tiene propiedades antibióticas, antivirales y antifúngicas. Esto puede ayudar a prevenir o tratar infecciones comunes durante el embarazo, como las urinarias, las respiratorias o las vaginales.
• Reduce el riesgo de preeclampsia: la preeclampsia es una complicación del embarazo que se caracteriza por una presión arterial alta y una presencia de proteínas en la orina. El ajo puede ayudar a reducir la presión arterial y a mejorar la circulación sanguínea, lo que puede prevenir o aliviar esta condición.
• Favorece el aumento de peso del bebé: algunos estudios han sugerido que el consumo de ajo en el embarazo puede favorecer el crecimiento y el desarrollo del feto, especialmente en los casos de bebés prematuros o con bajo peso al nacer.
• Aporta calcio: el ajo es una fuente de calcio, un mineral esencial para la formación y el mantenimiento de los huesos y los dientes. El calcio también es importante para el funcionamiento del sistema nervioso y muscular. El consumo de ajo en el embarazo puede contribuir a cubrir las necesidades de calcio tanto de la madre como del bebé.
• Mejora la digestión: el ajo tiene propiedades carminativas, es decir, que ayuda a expulsar los gases intestinales. Esto puede aliviar algunos síntomas digestivos frecuentes durante el embarazo, como la hinchazón, los cólicos o el estreñimiento.
• Previene la caída del cabello: el ajo contiene azufre, un mineral que favorece la salud del cabello. El consumo de ajo en el embarazo puede prevenir o reducir la caída del cabello que algunas mujeres experimentan debido a los cambios hormonales.

Riesgos del ajo en el embarazo

A pesar de sus beneficios, el consumo excesivo o inadecuado de ajo en el embarazo también puede tener algunos riesgos o efectos secundarios. Algunos de estos son:

• Acidez o reflujo: el ajo puede irritar la mucosa gástrica y provocar ardor o reflujo gastroesofágico. Estos síntomas pueden empeorar durante el embarazo debido al aumento de la presión abdominal y al relajamiento del esfínter esofágico inferior.
• Hipotensión o sangrado: el ajo tiene propiedades anticoagulantes y antihipertensivas, lo que puede ser beneficioso para prevenir la preeclampsia, pero también puede causar una bajada excesiva de la presión arterial o un aumento del riesgo de sangrado. Esto puede ser peligroso especialmente durante el parto o si se toman otros medicamentos o suplementos que tengan estos efectos.
• Alergia o intolerancia: algunas personas pueden ser alérgicas o intolerantes al ajo o a alguno de sus componentes. Los síntomas pueden incluir erupciones cutáneas, picor, hinchazón, dolor abdominal, diarrea o dificultad para respirar. En estos casos, se debe evitar el consumo de ajo y consultar con un médico.

Cantidad recomendada de ajo en el embarazo

La cantidad recomendada de ajo en el embarazo depende de varios factores, como las características individuales de cada mujer, su estado de salud, sus hábitos alimenticios y las indicaciones de su médico. En general, se considera que el consumo moderado y ocasional de ajo en el embarazo es seguro y beneficioso, siempre que no se presenten contraindicaciones o efectos adversos.

Según algunas fuentes, la dosis recomendada de ajo en el embarazo es de 2 a 4 dientes diarios, lo que equivale a unos 600 a 1200 miligramos de extracto de ajo al día. Esta dosis puede variar según el tipo y la forma de consumo de ajo, ya sea crudo, cocido, en polvo, en cápsulas o en aceite. Se recomienda consultar con un médico antes de tomar cualquier suplemento o producto a base de ajo.