Una mujer despierta del coma y descubre que es madre
A diario, tienen lugar en el mundo multitud de noticias que consiguen sorprendernos y llamarnos la atención. Ayer, por ejemplo, nos despertábamos con la información de que en Alemania una mujer de 65 años estaba embarazada de cuatrillizos. Y hoy hemos sabido que una joven norteamericana se ha despertado del coma en el que estaba y ha descubierto que es madre. Realmente está claro que la realidad siempre supera a la ficción.
¿Cuándo comienza esta historia tan singular?
Hasta el pasado mes de diciembre hay que retrotraerse en el tiempo para poder encontrar el origen de esta historia que ahora nos han dado a conocer los medios de comunicación. Y es que fue entonces cuando una joven estadounidense de 20 años, llamada Sharista Giles, tuvo un grave accidente de coche que la dejó en coma. Se encontraba embarazada de cinco meses.
¿Qué sucedió?
La situación en la que se encontraba la muchacha era muy complicada, ya que el choque había sido muy fuerte. Los médicos pensaban que posiblemente nunca saldría del estado de coma en el que se estaba y que poco más podrían hacer por la paciente. Sin embargo, sí pudieron realizar más en el caso del niño que estaba esperando la mujer:
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Para que pudiera sobrevivir, los doctores se vieron en la necesidad de retirarlo del vientre de su madre. En concreto, lo hicieron el pasado mes de enero.
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Así, nació prematuramente con tan sólo 900 gramos de peso, pero logró salir adelante.
Y se despertó…
La familia de Sharista Giles, desde el primer momento del accidente, no perdió la esperanza de que la joven saliera del estado de coma en el que se encontraba. Y ahora ese anhelo se ha hecho realidad pues ha conseguido despertar, no sin sorpresas:
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Nada más recuperar la conciencia, su marido fue el encargado de darle la noticia de que era mamá.
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En concreto, sus familiares le enseñaron una fotografía de su bebé y le dieron a conocer todo lo ocurrido. Así, le expusieron que, aunque el niño nació con menos de 1 kilo de peso, hoy crece sano y fuerte, como así lo demuestran sus 3 kilos. Y todo gracias al esfuerzo de los profesionales médicos de la Unidad de Cuidados Intensivos de Neonatos del Tennesse Medical Center, donde sigue ingresado.
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De la misma manera, no dudaron tampoco en explicarle que aún no le habían puesto nombre porque estaban esperando que su mamá despertara para hacerlo. Así, hasta ahora simplemente le llamaban “Bebé L”.
Presente y futuro
Ilusionada, sorprendida y feliz. Así es como se encuentra la estadounidense que aún necesita asimilar todo lo que ha ocurrido en estos meses. Tiempo que también será vital para que pueda recuperarse, poco a poco, de las secuelas físicas que le han quedado, tanto del accidente en sí como del periodo en el que ha estado en coma. No obstante, parece ser, según los doctores, que eso podrá producirse y que ayudará el hecho de tener nuevas ilusiones como recuperar su vida y, sobre todo, disfrutar de la nueva familia que ha formado sin saberlo.