Infección urinaria durante el embarazo
Diversas son las complicaciones y problemas que pueden surgir durante lo que es el embarazo. Por eso, hay que conocerlas en pro de saber cómo afectan a la salud de la madre y del hijo o cómo actuar. De ahí que ahora te vayamos a dar cuenta de una de las más habituales: la infección urinaria.
Sigue leyendo y podrás descubrir los aspectos más importantes sobre la misma para estar prevenida si aparece durante tu gestación.
¿Qué es y cuáles son causas?
Según las estadísticas que se utilizan, entre un 4 % y un 10 % de las embarazadas tienen que hacerle frente a una infección urinaria. Se puede definir como la presencia de gérmenes de tipo patógeno en lo que es la orina.
Varias son las causas que pueden traer consigo que la futura mamá la sufra a lo largo de los nueve meses. No obstante, entre las más significativas se encuentran las siguientes:
- El aumento de la segregación de la progestorena, que provoca que el flujo de la orina sea más lento y, por tanto, que sea más “fácil” que las bacterias puedan reproducirse.
- El ph de la citada orina se puede ver afectado por una mayor presencia de glucosa.
- La relajación de los músculos de la vejiga es una de las situaciones que experimentan las mujeres durante la gestación. Esta situación trae consigo, entre otras muchas cosas, que la orina tenga reflujos.
Tipos
Además de todo lo indicado hasta el momento, se hace necesario conocer que hay varios tipos diferentes de infecciones urinarias que se pueden experimentar durante el embarazo. No obstante, los tres más significativos son los siguientes:
- Cistitis. Esta clase de infección es muy frecuente entre todas las mujeres, independientemente que se encuentren en estado o no.
- Bacteriuria asintomática, que se caracteriza porque las bacterias están presentes en la orina en cantidades más elevadas a lo que sería normal.
- Piolonefritis, que reviste mayor gravedad. Viene a ser una infección que afecta a la vía urinaria superior y también a lo que es la pelvis y al llamado parénquima renal.
Síntomas de la infección urinaria
Si importante es conocer qué causa una infección urinaria o qué tipos hay, también lo es saber cómo se puede saber si se padece o no. En concreto, podemos establecer que estos son los síntomas más frecuentes:
- Al orinar, se tiene la sensación de ardor muy fuerte e incluso de dolor.
- Hay presencia de sangre en la orina.
- La mujer tiene que acudir de manera mucho más frecuente de lo normal a orinar y en muchas ocasiones cuando va al baño luego le cuesta hacer pis.
- La orina presenta muy mal olor o se muestra turbia.
Riesgos para la madre y para el feto
Como hemos mencionado, el experimentar una infección urinaria durante la gestación entraña sus peligros. Y no solo nos referimos a riesgos para la mujer sino también para su bebé. En concreto, podemos establecer que entre los más habituales se encuentran los siguientes:
- Se aumentan de manera considerable las posibilidades de que se produzca un parto prematuro.
- Hay que subrayar también que se produce un incremento de las posibilidades de que el pequeño venga al mundo con un peso más bajo de lo normal.
- Cabe la posibilidad de que se produzca un retraso en lo que es el llamado crecimiento intrauterino.
- De la misma manera, hay que saber que es probable que la mujer pueda sufrir contracciones uterinas.
- También se incrementa el porcentaje de probabilidades de que el recién nacido tenga anemia.
- Asimismo, no hay que pasar por alto que, en ocasiones muy poco frecuentes, una grave infección urinaria ha dado lugar a la muerte del feto.
Otros datos de interés
Para poder conocer a fondo la infección urinaria en el parto, vamos a exponer otra serie de aspectos de interés que hay que saber al respecto:
- Cuando se sospeche que se está sufriendo durante la gestación, hay que acudir al médico para que realice un diagnóstico. Un análisis de orina, entre otras pruebas, es el que usará el doctor para certificar si es así o no. En caso afirmativo, tomará ciertas medidas como puede ser establecer un tratamiento que resulte no solo beneficioso y seguro para la madre sino también para el feto.
- En el tercer tipo de infección, la piolonefritis, los riñones pueden verse afectados. Los síntomas que vengan a indicarlo, además de los ya expuestos, serán náuseas, fiebre, vómitos o dolores en las costillas, por ejemplo.
- Para prevenir esta situación que nos ocupa hay que mantener una buena higiene íntima a diario y especialmente al tener relaciones sexuales, beber mucha agua al día, no aguantar las ganas de ir al baño…