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5 formas de responder al «porqué» constante de los niños

Al llegar a los 2-3 años los niños se pasan el día haciendo preguntas. Para no acabar desquiciados con tanta pregunta os damos claves para que sepáis cómo responder al porqué de los niños.

porqué de los niños
Formas de responder al porqué de los niños

La fase del por qué es una fase común, que todos los niños atraviesan cuando llegan a una edad alrededor de los 2-3 años, de modo que si tienes niños pequeños en casa, puede que se pasen todo el día preguntando el por qué de todo, algo que podemos tratar de forma natural y respondiendo como corresponde pero que puede llevarnos a cierta desesperación si tenemos en cuenta el estado de alarma actual que nos obliga a permanecer en casa. Veamos 5 formas de responder al «porqué» constante de los niños.

Cuando un niño entra en la fase de preguntar el porqué de las cosas, podemos responder a preguntas que nos pueden hacer gracia, mientras que otras puede que sean complejas o tal vez embarazosas de modo que acabamos respondiendo con un «por qué sí» o «por qué no»…

5 formas de responder al «porqué» constante de los niños

porqué de los niños

Pero todas las dudas que asaltan a los pequeños deben obtener su respuesta, y más si por ejemplo estos días ,nos pregunta sobre el porqué del coronavirus.  Pensemos además que esta es una fase que en algunos casos puede llegar a durar hasta los 5 o 6 años, de modo que debemos saber cómo lidiar con ello.

Podemos hacer frente a la fase del porqué con estas formas de responder de modo que el niño se vea satisfecho con lo que le contestamos y no generemos más preguntas.

  1. Da una respuesta flexible y acorde a la edad del niño: Dependiendo de la edad del niño y de las preguntas que surjan, las respuestas pueden variar: a un niño pequeño no les podemos responder con explicaciones demasiado «técnicas», que no entendería y que le llevaría a hacer más preguntas.
  2. Responde con alguna historia o con total sinceridad: Podemos simplificar las respuestas tanto como sea posible, recurriendo, por qué no, a algunos «cuentos de hadas» cuando se trata de niños más pequeños. En cambio, para los niños mayores, puede intentar responder sinceramente , dando explicaciones con las palabras más simples posibles.
  3. Responde con distracciones: Cuando el niño comienza con sus preguntas podemos darle las respuestas que desea pero en cuanto entremos en un bucle de preguntas constantes, lo mejor es intentar distraer al niño proponiendo alguna actividad. Piensa además que muchas veces los niños se cargan de preguntas porque están aburridos.
  4. Responde con preguntas: Incluso los niños, a pequeña escala, dan respuestas. Y, por lo tanto, ante la enésima solicitud de explicaciones, puedes intentar revertir la situación involucrándolo y preguntándole exactamente por qué cierta cosa.
  5. Responde lo justo y necesario: Sin perjuicio de los consejos anteriores, siempre hay un momento en que es necesario frenar las preguntas del niño. Esto no quiere decir que los tengamos que ignorar, pero sí explicar muy claramente que ya es suficiente : la cena, la hora de acostarse o el baño del niño pueden ser la «excusa» perfecta para que les digamos que dejen las preguntas para el día siguiente, lo importante es motivar y posponer las respuestas a un momento específico.

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