Ecografía 4D y 5D: qué son, en qué se diferencian y cuál elegir

Las ecografías son las pruebas más importantes para realizar durante los nueve meses de gestación ya que permiten fechar el embarazo , entender si el feto está creciendo como debería, si hay anomalías en la placenta y líquido amniótico, pero también te permite descubrir el sexo del bebé y su posición en el útero. Hoy en día es posible además ver con mucha más precisión al bebé gracias a las ecografías 4D y 5D, de las que os ofrecemos a continuación todos los detalles.

Ecografía 4D y 5D: qué son, en qué se diferencian y cuál elegir

La ecografía en el embarazo no duele : es un examen indoloro para la madre y sin efectos secundarios para el bebé que permite al médico realizar investigaciones prenatales más exactas y precisas.

Generalmente, el calendario de ecografías incluye:

• primera ecografía a las 6-8 semanas;
• segunda ecografía a las 20 semanas;
• la ecografía morfológica que se realiza alrededor de la semana 21;
• la última ecografía que se realiza alrededor de la trigésima semana.

Habitualmente, la mujer se somete siempre a las ecografías en 2D en las que se toma una imagen estática del feto o del bebé a medida que se va desarrollando, pero en muchos hospitales y clínicas privadas comienzan a darse mucho las ecografías en 3D en las que la resolución es mucho mejor y podemos incluso llegar a ver bien la cara del bebé cuando se trata de la ecografía morfológica.

Sin embargo estos dos tipos de ecografías parecen haberse algo «anticuados» (aunque siguen siendo quizás los dos tipos que más se suelen hacer) frente a la ecografía 4D y también la reciente ecografía 5D.

Qué es la ecografía 4D

La ecografía 4D es una ecografía que aunque parecida a la 3D es capaz de crear un efecto de video en vivo, dado que se trata de un ultrasonido en el que se mostrará al bebé como si lo estuvieras viendo en una imagen tridimensional, y también podrás ver todos sus movimientos.

La ecografía 4D , como otras ecografías, utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para generar imágenes de órganos y tejidos dentro del cuerpo. Estas ondas sonoras son emitidas por una sonda o transductor, que pasa sobre la región para ser escaneada por el médico.

Las ecografías tradicionales producen una imagen plana en 2D, pero la tecnología moderna puede combinar datos de las exploraciones tomadas por la sonda desde diferentes ángulos para crear una imagen en 3D. Cuando esta imagen 3D se actualiza en tiempo real, da como resultado un video en vivo conocido como ultrasonido 4D (tres dimensiones espaciales + tiempo).

Durante el embarazo, esta prueba se realiza para observar el estado y desarrollo del feto sin exponerlo a radiación. El médico administra una pequeña cantidad de gel frío en el vientre de la embarazada y utiliza una sonda para capturar las imágenes del útero y proyectarlas en una pantalla.

Qué es la ecografía 5D

A partir de las ecografías 4D, podemos decir que han surgido las 5D que ofrecen una visión mucho más realista del estado del bebé dentro del vientre materno.

Para la realización de la ecografía 5D se requiere un paquete de software que mejora los rasgos faciales y la percepción de la profundidad, y también tiene una fuente de iluminación virtual.

Podemos entender que este tipo de ecografías suponen una nueva y emocionante tecnología que permite ver al bebé en una apariencia de tono de piel, de modo que el resultado del vídeo que se obtiene, muestra al pequeño de un color rojizo / rosado tal y como en teoría se ve dentro del útero.

Diferencias y cuál elegir

Tanto la ecografía 4D como la 5D permiten ver al bebé en movimiento y con una mejor definición de imagen si se comparan con las ecos 2D y 3D. Además, en ambos casos el médico es capaz de pausar e incluso ampliar la imagen por lo que son el ultrasonido más adecuado cuando se trata de buscar cardiopatías o cualquier tipo de malformación en el bebé.

Pero una de las diferencias más notables entre la ecografía 4D y 5D, es que la 4D puede que quede un poco ensombrecida en el resultado por culpa de las sombras dentro del útero, así como el que de repente se capte en imagen el cordón umbilical o cualquier órgano interno.

Sin embargo con la ecografía 5D y gracias al software que utiliza, se puede conseguir aportar luz en aquellas zonas más oscuras dentro del útero materno, de modo que captar al bebé será más fácil o de hecho, la definición será mejor y más estable. A esto le debemos sumar que en la ecografía 5D el bebé se verá con un tono de piel más rosado, por lo que el resultado será mucho más realista.

Por otro lado es evidente que habrá otra diferencia clara entre la ecografía 4D y la 5D y es que las 5D son algo más caras.

Cuándo hacer una ecografía 4D y 5D

El mejor momento para una ecografía 4D suele ser entre las semanas 24 y 30 de embarazo, ya que es el momento perfecto para ver al bebé bastante bien desarrollado, pero antes de que haya crecido tanto que no se pueda ver bien en la exploración.

¿Cómo prepararse y que siente durante el examen?

Tanto la ecografía 4D como la 5D  es una prueba totalmente indolora y no invasiva. Este es un momento especial para los padres, en el que ven las primeras imágenes de su hijo moviéndose dentro del vientre de la madre y establecen un vínculo más fuerte.

Para hacerla se recomienda que la mujer no tome demasiados líquidos antes de la prueba y tampoco que se aplique cremas en el vientre dado que podrían dificultar que se pueda tomar bien la ecografía. Además, se recomienda acudir con ropa cómoda, de modo que pueda dejar libre la barriga en el momento de realizar la prueba.

Precios de la ecografía 4D y 5D

En España, este tipo de ecografías suelen hacerse en clínicas privadas por lo que los precios pueden ser bastante variables. Sin embargo a modo general podemos decir que una eco 4D te puede costar una media entre 70 y 80 euros, mientras que la 5D es posible que llegue a superar los 100 euros.