Destete e higiene: todo lo que debemos hacer

El destete es una de esas etapas en el crecimiento de los niños que las madres esperan con emoción ya que es todo un avance, ver como tras meses de lactancia, el bebé comienza a tomar sus primeras papillas. Es por ello que las grandes preguntas que madres y padres se hacen tiene que ver con los alimentos que se pueden ingerir y también cómo ofrecérselos al bebé. Sin embargo, no podemos pasar por alto la importancia de la higiene también en esta fase por lo que os hablamos ahora sobre todo lo que debemos saber al respecto del destete e higiene.

Destete e higiene: Qué debemos hacer

La higiene en la cocina es muy importante, pero lo es aún más a la hora de destetar a nuestro bebé. Ciertamente es cierto que el contacto con gérmenes y bacterias sirve para fortalecer su sistema inmunológico, pero tener cuidado con todo lo que se toca y dejarlo todo bien limpio una vez hemos acabado es también esencial. De hecho, como en cualquier otra fase de la alimentación infantil, en el destete, la higiene es fundamental tanto antes como después de las comidas. Veamos por qué.

Destete e higiene antes de las comidas

A la hora de comer del bebé, será bueno colocarlo en la trona y además con las manitas limpias por si acaso decide probar él mismo la papilla y mete los dedos en el plato. Algo que por otro lado, hacen todos los bebés.

Por otro lado quienes preparan la comida o dan de comer al bebé, sobre todo si hubo cambio de pañal antes de ir a la cocina, deben tener también las manos bien limpias.  El lavado de manos es, por tanto, la primera «regla de oro» a seguir para garantizar la higiene.

Presta atención a la manipulación y preparación de los alimentos. Por ejemplo, para evitar contaminaciones potencialmente dañinas , es importante que los crudos no entren en contacto con los cocidos (esto también se aplica durante el almacenamiento en el frigorífico). Las frutas y verduras deben lavarse muy bien con agua corriente, especialmente si se comen crudas. Mejor aún, desinfectarlas.

Otro aspecto relevante es la limpieza de las superficies y utensilios utilizados para preparar los platos. También presta atención a las esponjas y paños de cocina: hay que cambiarlos a menudo para que no haya bacterias, hongos, etc.

Destete e higiene después de las comidas

El primero en necesitar ser «desinfectado» después de la comida podría ser tu bebé ya que es normal que intente tocar la comida o también, que quiera comer con la cuchara por sí mismo, de modo que procura tener una toalla húmeda para limpiarle la cara y lavarle también las manos.

Después de la comida, tienes que colocar las sobras con cuidado en el frigorífico, pero espera hasta que estén completamente frías. Los restos de comida deben cerrarse en recipientes o cubrirse de otra manera. Deben colocarse además en los estantes superiores de la nevera. La carne, el pescado y el queso van en los intermedios, mientras que las verduras en el fondo, preferentemente en los cajones correspondientes.

Después de recoger la mesa, es importante limpiar bien las superficies (incluida la bandeja de la trona), platos, vasos (tazas o biberones según la edad del niño) y cubiertos que hayas utilizado durante la comida o la cena.