Embarazo

Los cinco tipos de bacterias que se deben tener en cuenta durante el embarazo

Durante el embarazo debemos tener mucho cuidado con ciertos alimentos ya que podrían estar contaminados con bacterias como la salmonella.

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Descubre qué bacterias pueden afectar al embarazo

Cuidar la salud durante el embarazo es algo básico para que el feto se desarrolle correctamente y para que de alguna manera, vivirlo sin molestias o complicaciones, pero ¿sabías que durante el embarazo es posible que tu sistema inmunológico se debilite? Esto significa que se requiere un cuidado especial para evitar la exposición a bacterias que pueden llegar a ser realmente perjudiciales, tanto para ti como para el bebé. Estas son los cinco tipos de bacterias que deben tener en cuenta las mujeres embarazadas.

Los cinco tipos de bacterias que deben tener en cuenta durante el embarazo

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Cuando una mujer queda embarazada, una de las primeras informaciones que se reciben tiene que ver con los alimentos que se pueden comer y cuáles no, con el fin de evitar  la exposición a fuentes de bacterias que pueden inducir una intoxicación alimentaria que puede ser perjudicial tanto para la mujer como para el feto en desarrollo. De este modo podremos vivir un embarazo tranquilo y sin preocupaciones, pero además de conocer bien lo que se come, es importante saber el porqué algunos alimentos pueden tener bacterias y cuáles son estas. De este modo, podremos evitarlas en todo momento a lo largo de nuestros nueve meses de embarazo.

Estas son las cinco principales bacterias a evitar en un embarazo:

Listeria

La listeria es una bacteria que se encuentra en quesos blandos, quesos madurados con moho, paté, comidas refrigeradas ya preparadas y ensaladas preparadas. Además, puede estar también presente en carnes o pescados y alimentos crudos, por  lo que debemos asegurarnos de cocinar bien la carne y el pescado (siempre a una temperatura de más de 50º) y lavar muy bien los alimentos que se ingieren crudos, como algunas verduras.

En caso de infección, algunos de los síntomas que se pueden sufrir son fiebre, náuseas e incluso dolor abdominal. El médico es quien debe recetar el mejor tratamiento que suele ser el de antibióticos con el fin de evitar que el bebé se contagie con la bacteria ya que podría provocarle la muerte.

Salmonella

La bacteria de la salmonella o salmonelosis, puede ser grave incluso cuando no se está embarazada. Se encuentra en alimentos insuficientemente cocinados como el pollo, o los huevos que han sido poco cocidos. También se puede encontrar en la mayonesa que no ha sido refrigerada y algunas salsas y mousses. En verano se debe tener especial cuidado de conservar bien los alimentos, ya que debido al calor pueden verse contaminados por esta bacteria. En caso de infección debemos tener cuidado ya que la bacteria podría atravesar la placenta y llegar al feto que puede sufrir de una enfermedad grave e incluso la muerte.T

Toxoplasmosis

Se transmite a través de las heces de animales, especialmente gatos, pero también a través de la carne cruda y la tierra que queda en las verduras. Siempre se aconseja que durante el embarazo, es mejor mantener la arena para gatos bien lejos de cualquier preparación de comida, siempre usar guantes de goma cuando limpies la bandeja de arena, evitar cualquier fuente de carne cruda y siempre lavar bien las frutas y verduras.

Clostridium Perfringens

Esta bacteria se puede encontrar en el arroz recalentado en los restaurantes, así como en el arroz que ha sido cocinado y dejado en un ambiente cálido. Es una bacteria que si se ingiere puede provocar una fuerte gastroenteritis, dependiendo de la cepa de bacteria que nos afecte. Es mejor asegurarse de comer el arroz bien hecho en casa, o si comemos fuera estar seguros que está recién hecho.

Botulismo

Es muy raro desarrollar intoxicación alimentaria por esta bacteria, pero puede ocurrir si se come comida enlatada que está dañada. En el caso de los bebés siempre se aconseja no dar miel antes del año ya que podrían verse afectados precisamente por la bacteria del botulismo, pero no es algo que afecte al embarazo y de hecho se puede comer miel sin problema mientras se está embarazada.

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