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Bebés en el avión: posibles riesgos y 6 consejos para viajar con seguridad

Qué tener en cuenta a la hora de coger un vuelo con el bebé

¿Cómo viajar con un bebé de pocas semanas?

bebés en el avión
Bebés en un avión.
Blanca Espada

Viajar con un bebé siempre presenta un conjunto único de desafíos, especialmente cuando el medio de transporte es un avión. Los padres deben lidiar no solo con las necesidades básicas del bebé, sino también con las circunstancias impredecibles que pueden surgir a gran altitud. Desde mantener al bebé cómodo y tranquilo hasta lidiar con miradas curiosas de otros pasajeros, viajar con los bebés en un avión requiere una preparación meticulosa y estrategias adaptadas para enfrentar posibles complicaciones.

La anticipación y el manejo de los riesgos asociados al vuelo son fundamentales para garantizar la seguridad y el bienestar del bebé. Aunque volar con un bebé puede parecer una tarea desalentadora, entender los riesgos específicos y cómo mitigarlos puede transformar la experiencia en algo manejable y, en última instancia, gratificante. Con los consejos adecuados y una actitud proactiva, los padres podrán hacer frente a cualquiera de los desafíos de los viajes aéreos con confianza, asegurando un viaje tranquilo tanto para ellos como para su bebé.

Posibles riesgos al viajar en avión con bebés

Viajar en avión con un bebé puede ser una experiencia estresante para los padres y otros pasajeros. Sin embargo como ya hemos avanzando, con una preparación adecuada, se puede asegurar un viaje tranquilo y seguro para todos los involucrados. Por este motivo, será bueno conocer los posibles riesgos asociados con volar con bebés y después os vamos a proporcionar seis consejos prácticos para viajar con seguridad.

Presión en los oídos

Uno de los problemas más comunes para los bebés (y también para algunos adultos) durante los vuelos es el dolor de oídos causado por cambios en la presión de la cabina, especialmente durante el despegue y el aterrizaje. Los bebés son particularmente sensibles a estos cambios, lo que puede hacer que se sientan incómodos y lloren. Esta sensibilidad se debe a que los conductos auditivos en los bebés son más pequeños y menos desarrollados, lo que dificulta la ecualización de la presión en sus oídos de manera eficiente. Como resultado, la acumulación de presión puede ser dolorosa y perturbadora, generando angustia y posiblemente afectando su bienestar durante el vuelo.

Infecciones y enfermedades

Los aviones son espacios cerrados donde los gérmenes pueden propagarse fácilmente. Los bebés, cuyos sistemas inmunológicos aún están en desarrollo, son más susceptibles a virus y bacterias, lo que puede aumentar el riesgo de contraer resfriados, gripes u otras infecciones.

Ansiedad y molestias

Viajar en un entorno desconocido puede ser estresante para un bebé. La ansiedad de los padres, las restricciones de movimiento y el ruido ambiental del avión pueden contribuir a que el bebé se sienta incómodo.

Desajustes en la alimentación y el sueño

La rutina regular de sueño y alimentación del bebé puede verse alterada durante un vuelo, especialmente si es largo o si atraviesa varias zonas horarias. Esto puede resultar en un bebé irritado y más difícil de calmar.

Consejos para viajar con seguridad en avión con bebés

Tras conocer los riesgos que existen al viajar en avión con un bebé, queremos ofrecer también seis consejos para un viaje tranquilo.

Consulta previa con el pediatra

Antes de cualquier viaje, es recomendable consultar al pediatra. El médico puede ofrecer consejos específicos basados en la salud y las necesidades del bebé, además de autorizar el viaje en avión si hay condiciones médicas preexistentes.

Empacar adecuadamente

Preparar un bolso de mano con todo lo necesario es crucial. Esto incluye alimentos, biberones, pañales, cambios de ropa, juguetes para entretener al bebé y cualquier medicina que pueda necesitar durante el vuelo.

Proteger los oídos del bebé

Para ayudar a manejar la presión en los oídos, es útil alimentar al bebé o darle algo para chupar durante el despegue y el aterrizaje. Esto ayuda a igualar la presión en los oídos y reduce la incomodidad.

Mantener una buena higiene

Usar desinfectante para manos regularmente y limpiar las superficies que tocará el bebé puede ayudar a reducir el riesgo de contraer infecciones. Si es posible, elegir vuelos menos concurridos también puede disminuir la exposición a gérmenes.

Elegir asientos adecuados

Si es posible, seleccionar asientos con más espacio para las piernas y cerca del baño puede hacer el viaje más cómodo para los padres que necesitan levantarse frecuentemente para atender al bebé.

Adaptar la rutina del bebé al vuelo

Tratar de alinear la rutina de sueño del bebé con el horario del vuelo puede ser beneficioso. Por ejemplo, planificar el vuelo durante las horas de sueño habitual del bebé podría ayudar a que duerma durante la mayor parte del viaje.

Viajar con un bebé requiere una planificación y preparación cuidadosas. Conociendo los riesgos asociados y siguiendo estos consejos prácticos, los padres pueden minimizar las dificultades y asegurar un vuelo seguro y confortable para su bebé y para ellos mismos. Un buen viaje es posible con la atención adecuada a los detalles y una actitud preparada para adaptarse a las necesidades del bebé a lo largo del camino.

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