Las obras de reurbanización entierran restaurantes y comercios del Paseo Marítimo de Palma
Un empresario denuncia que las obras aprobadas sin consenso está arruinando los negocios: "No se puede trabajar"
Las terrazas desaparecen de un Paseo Marítimo de Palma que estará dos años ‘patas arriba’
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Las obras de reurbanización entierran restaurantes y comercios del Paseo Marítimo de Palma, tal y como ha manifestado en un video Leonardo, titular del restaurante italiano El Artista y muy molesto por como están procediendo Autoridad Portuaria de Baleares (APB) y el Ayuntamiento de Palma en estos trabajos de reurbanización recién iniciados, y que se prolongarán por espacio de dos años.
Unas obras que desde esta semana afectan ya a la acera del lado de tierra donde están situados todos los negocios, bares, cafeterías, restaurantes, comercios, oficinas y viviendas, a lo largo y ancho, de los cinco kilómetros de extensión de esta arteria viaria de primera línea de la capital balear.
Unos comerciantes con los que ni el alcalde socialista, José Hila, ni la dirección de APB, ha negociado ni el diseño del proyecto de reurbanización de este espacio, ni el calendario de ejecución de estos trabajos que pueden poner al borde de la ruina a estos empresarios que no cuentan con ayuda económica alguna por parte ni de la administración local, ni la autonómica, por las pérdidas que les van a provocar estas obras.
Una zona donde se ha prohibido además el estacionamiento en toda su extensión, y donde el aparcamiento alternativo prometido por el Ayuntamiento en el dique del Oeste, en un extremo del Marítimo, no ha sido tan siquiera habilitado.
«Este es el Paseo Marítimo hoy, todo cerrado», afirma Leonardo con el ruido ensordecedor de un martillo hidráulico de banda sonora, y con la acera vallada.
«Han encerrado a todo el mundo, no pueden acceder y nos han inhabilitado nuestros negocios, no podemos trabajar, todo cerrado. La cosa más absurda de todas: han encerrado hasta los contenedores de basura», relata este restaurador mientras enfoca un desolado Paseo Marítimo de la capital balear, patas arriba. Para acabar de rematar el cuadro, Leonardo denuncia que los accesos en el vallado hacia fuera y dentro de la acera son escasos.
«Sólo hay este paso, el siguiente está a un kilómetro. No se puede trabajar para nada», concluye este empresario, lamentando las consecuencias que estas obras van a tener para su establecimiento y para su bolsillo, algo que no han tenido en cuenta ni la APB, ni el alcalde socialista, José Hila.
Precisamente esta mañana, el tráfico rodado del Paseo Marítimo de Palma ha comenzado a desviarse en la calzada por estas obras y los cuatro carriles existentes (dos de ida y dos de vuelta) han sido desviados a la parte más cercana al mar.
En una nota de prensa, la APB ha recordado que los cuatro carriles se trasladarán al lado más próximo al mar mientras se ejecutan las obras a las aceras del lado de tierra y los carriles sentido Portopí, desde la avenida Argentina hasta la Torre Peraires.
Según la dirección de la APB, la primera fase de las obras finalizará en noviembre de 2023 pero no será hasta, como mínimo, mediados de 2024 cuando concluyan.