El Mallorca «pasa» de recibir a los aficionados que viajaron en barco

Por primera vez en la historia no hubo nadie del club en el puerto de Palma

En 1998, cuando se perdió la Copa en Mestalla, Beltrán les esperó a pie de muelle

En el barco viajaban 800 aficionados convocados por Moviment Mallorquinista

Mallorca.
Los aficionados, preparándose para desembarcar.
Tomeu Maura

El Mallorca «pasa» de recibir a los aficionados que viajaron en barco a la final de Sevilla. Ni un solo representante del club se ha presentado en el puerto de Palma, donde a las ocho de la tarde han atracado 800 mallorquinistas que se han metido entre pecho y espalda 16 horas de navegación y otras 16 de traslado por carretera entre Valencia y Sevilla. Es la primera vez en la historia del club que sucede algo parecido.

Miguel Contestí estuvo en el puerto para recibir a los aficionados que asistieron en 1983 al Castilla-Mallorca que supuso el ascenso a Primera, Bartolomé Beltrán dio la mano uno a uno a todos los pasajeros del barco que viajó a Valencia en la final de Copa de 1998 en Mestalla y Mateu Alemany estuvo al pie del cañón en 2003 tras proclamarse campeones de Copa en Elche. Ésta es la primera vez en la que nadie del club se ha dignado acercarse al puerto de Palma.

A mediodía apenas un puñado de aficionados estuvieron presentes en Son Sant Joan en la llegada de los jugadores del Mallorca tras perder la final de Copa por penaltis ante el Athletic en Sevilla. Caras largas y cansancio era la nota predominante entre la expedición mallorquinista, seguramente porque la mayoría apenas ha podido dormir esta última noche. Ahora toca pasar página y pensar en el inmediato compromiso de Liga ante el Real Madrid del próximo sábado.

La Liga pasa a ser el principal objetivo del equipo, que afronta ahora un calendario difícil con seis puntos de ventaja sobre posiciones de descenso. Conseguir la permanencia cuanto antes es la meta. El calendario inmediato, además, es complicado. Primero el Real Madrid y luego Sevilla y Cádiz marcan los tres próximos partidos del equipo. Volverán al trabajo el marres. Mañana lunes tienen día libre.

«Sensación de crueldad. Fue una bonita Copa del Rey sin final feliz. Los penaltis es una moneda al aire. El otro día tocó cara y hoy cruz. Nadamos para morir en la orilla», dijo anoche en la rueda de prensa el entrenador del Mallorca Javier Aguirre.

«Les dije que la cabeza alta. Somos una familia. Dimos lo que tenemos. No tenemos más. Nos permite estar en Primera División, en competir con cualquiera. Los penaltis es un juego emocional y es una suerte de azar. Te resbalas, le pagas mal, el portero adivina… Ahí ya no hay nada que reprochar. Esta vez si ensayamos los penaltis», añadió Aguirre.

«No tengo nada nada que reprochar a mis jugadores. Es un topicazo, pero es la verdad. Yo tengo muchas batallas perdidas, más que ganadas. Estaba mi familia por ahí y verlos desde ahí supongo lo que sufrieron… Sufro por ellos. Yo estoy bien. Mañana me pondré a pensar en el Madrid y veré cómo puedo sobrevivir a ese partido. No te puedes flagelar porque la vida es así. Hay que disfrutar. Felicité al rival y poco más. Agradecer a la afición, pero las familias que se van de regreso… Sí decirles que vendimos cara la derrota, es un argumento pobre pero es real».

Para terminar, Aguirre habló sobre cómo eligen a los lanzadores y quién lo decide: «Un poco de todo. Valoramos cómo los tiran en la semana, el estado de animo, el físico… Coincidimos siempre los cuatro primeros. No les pregunto. Les designo yo».

Lo último en OkBaleares

Últimas noticias